sábado, 3 de febrero de 2018

ARQUEOLOGÍA – RECÓPOLIS - VISIGODOS 5 - GUADAHUMI2


30 DE ENERO DE 2018

RECÓPOLIS 






VISTA AÉREA YACIMIENTO DE RECÓPOLIS




El tesorillo de Recópolis se encuentra en el Museo Arqueologico Nacional, ente las tres naves  y la planta de cruz latina se encontraron algunas de las piezas visigodas más conocidas como el tesorillo de 90 monedas de oro (tremises).

Este tesorillo podría datar del año 581 siendo un tesoro fundacional ocultado con monedas de la época, unos tres años antes de la vida en Recópolis y la creación de su Ceca. Es uno de los pocos conjuntos monetarios visigodos que han llegado hasta nuestros días y uno de los más significativos por su valor material y numismático. La variada procedencia de sus monedas refleja la evolución del sistema monetario visigodo y el camino seguido hasta la consolidación de este reino


TREMISES



El Tesoro de Recópolis es un conjunto monetario cerrado, de gran calidad y tamaño, que Supone un auténtico tesoro para la arqueología y la numismática por su enorme interés científico, al  aportar gran cantidad de información de excepcional calidad: nos habla de las circunstancias en las que fue enterrado, de las monedas que circulaban en ese momento, de la importancia que se daba a la fundación de un edificio, de las relaciones políticas y comerciales de los visigodos con otros pueblos, de la evolución del reino visigodo hasta su consolidación y, más concretamente, refleja de forma excepcional la evolución del sistema monetario propio de la Hispania visigoda hasta su culminación con Leovigildo.
Un Tesoro de noventa monedas El conjunto está integrado por noventa tremises de oro  fabricados mediante la técnica de la acuñación, siendo excepcionalmente bueno su estado de conservación.

El oro de la mayoría de las monedas es de buena ley, sólo en ciertos casos rebajado con plata, lo que les confiere un aspecto blanquecino. Llama la atención la presencia de una moneda falsa de época, confeccionada con cobre chapado en oro.

Presentan en el anverso el busto de perfil de emperadores romano-bizantinos o de reyes  visigodos, luciendo una cruz en el pecho.

También aparecieron monedas foráneas, procedentes de los reinos merovingio (seis) y suevo (una). Un depósito conmemorativo El conjunto fue depositado bajo el  pavimento del baptisterio de la basílica de Recópolis durante su edificación, entre los años 578-9, probablemente como elemento conmemorativo de su construcción y de la fundación de la ciudad.

Por lo tanto, esta fecha es la referencia para la datación de todas las monedas del Tesoro, cuyas piezas más antiguas pueden datarse en el segundo cuarto del siglo VI.
Recópolis fue fundada en 578 por Leovigildo para conmemorar sus victorias y en honor de su hijo y futuro rey Recaredo. Esta ciudad gozó de gran auge y esplendor durante casi un siglo,

funcionando como centro administrativo y económico de la región. Aunque a partir de mediados del siglo VII fue perdiendo importancia paulatinamente, su vida se prolongó más allá de la dominación islámica.

El Tesoro: testimonio de vínculos económicos La presencia de monedas foráneas es uno de los aspectos que mayor singularidad confieren a este Tesoro, pues los restantes tesoros visigodos hallados en la Península contienen escasas intrusiones de moneda de otros reinos.



TREMIS REYES VISIGODOS




En la Ceca de Recópolis comenzaron a acuñar su propia moneda imitando los modelos  bizantinos, tomando como referencia el tremís imperial y copiando la efigie y el nombre de sus emperadores. Esta moneda de oro, también llamada triente o triens y equivalente a un tercio de sólido áureo, será la única acuñada por los visigodos.

A partir de 568, con Leovigildo en el poder, se establece el verdadero estado hispano-visigodo y se crea una moneda única para todo el reino, el tremís de oro, que se convierte en el elemento central de un sistema tributario, clave de la autoridad estatal.

Se puede, por tanto, seguir esta evolución del sistema monetario desde las monedas más antiguas, unos tremises acuñados por los monarcas visigodos que, sin embargo, presentan en el anverso la efigie y el nombre de los emperadores bizantinos Justiniano I (527-565) y Justino II (565-578), denominados por ello de imitación bizantina.

La  monedas eran, además, copia de las acuñadas en Constantinopla. Progresivamente, tras esta primera fase de subordinación, los monarcas visigodos fueron consolidando su  independencia, hasta convertirse en la máxima autoridad de su reino, sin necesidad de respaldarse en el poder de los emperadores. Esto se reflejó en la moneda, vehículo de reafirmación y ostentación de ese poder, con la sustitución gradual de la efigie del emperador por la de los monarcas visigodos en el lugar preeminente del anverso.

En cambio, la imagen de las Victorias se mantiene inamovible en todos los reversos, aunque con una progresiva deformación con respecto a las que aparecían en los sólidos y tremises de oro del imperio Bizantino acuñados en Constantinopla, de las que derivan: sus alas son alargadas y presentan estrías, recuerdo estereotipado de las largas plumas, además, de su cuerpo también alargado, salen dos apéndices por delante y otros dos por detrás, formando un cono.



TREMIS LEOVIGILDO - TOLEDO


TREMIS RECAREDO 



TREMIS HICTOGRAMAS SUEVOS


El tremís fue una moneda de oro romana creada por Magno Clemente Máximo en el año 385. Su valor era de 1/3 de sólido. Esta moneda tuvo un gran éxito en todos los territorios del Imperio romano, incluso después de la desaparición de éste, y, por ejemplo, fue usada por los visigodos en Hispania, por los anglosajones en Britania y por el Imperio Bizantino.
SOLIDO

El  sólido bizantino fue una moneda de oro creada por el emperador Constantino I el Grande (324-337), que sustituyó al antiguo aureus. Recibe también el nombre de nomisma y bezant. Su peso es de aproximadamente 4,5 g, con un diámetro de 22 mm y una ley de fino o pureza de 0,900. El sólido tiene dos fracciones: el semis, equivalente a ½ sólido, y el tremis (o triente), equivalente a 1/3 de sólido. Un sólido equivalía 24 siliquae, lo que debe haber dado la división tradicional de oro en 24 quilates. En latín el plural de sólido (solidus) es solidii.


REPRODUCCIÓN DE LA CECA - RECÓPOLIS 
(dibujo D. Aguado)




Reproducción de cómo se fabricaban las monedas en las cecas.

El sistema monetario visigodo, basado en el bizantino, tenía como unidad monetaria principal el Tremis de oro, esta moneda dado su alto valor, se ha considerado como el elemento fundamental del sistema de recaudación fiscal, necesario para el mantenimiento del Estado visigodo. De hecho este sistema monetario, impulsado en época de Leovigildo, constituye la más clara muestra del monopolio del Estado sobre la producción de moneda, elemento  fundamental con la que se hacía frente a la recaudación de impuestos y a la inversión de estos en todo tipo de operaciones necesarias para el mantenimiento, en todos sus aspectos, de la estructura estatal.

Recópolis tuvo una ceca, o fábrica de moneda, que comenzó a acuñar una vez que la ciudad estuvo en funcionamiento, tal y como refleja el hecho de que en el tesorillo fundacional encontrado en las excavaciones de 1946 no apareciera ninguna moneda de la nueva ceca, y por tanto, solo a partir de entonces hay que empezar a valorarla como centro fiscal.


Moneda acuñada por Leovigildo encontrada en Recópolis





COMPLEJO PALATINO




El centro del poder era el Palacio, situado en la parte más alta de la ciudad y formado por una serie de edificios dispuestos alrededor de una gran plaza.

Este conjunto de edificaciones palatinas, el de mayores dimensiones hasta el momento conocido en Europa occidental para este periodo, era visible desde toda la ciudad y dominaba gran parte del territorio cercano. Además de alojar a los altos dignatarios, estos edificios estaban dedicados a la Administración y gobierno de la ciudad y su territorio. Las obras del Palacio se sucedieron a partir de la construcción original durante la primera fase de la ciudad (finales del siglo VI primeras décadas del VII), como se observa en las ampliaciones y reformas que se le hicieron.


LA MURALLA



La muralla tiene una anchura de 2 m. siendo un elemento fundamental sin el cual una ciudad no podía ser considerada como tal, además de delimitar el espacio urbano, no era un elemento defensiva por su gran perímetro y  carácter monumental, dirigido a resaltar el poder y la magnificencia de Recópolis y prestigio y propaganda ciudadana.

PAISAJE URBANO

Hacia mediados del siglo VII se producen en Recópolis una serie de importantes transformaciones que afectan a la ciudad y modifican la organizada planificación urbanística de la fase anterior.

Los edificios comerciales de la calle principal, pasan a convertirse casi todos en viviendas, conservando sólo algunas zonas una mínima actividad artesanal. Áreas públicas, originalmente abiertas, se ocupan con nuevas construcciones de inferior calidad.
En las viviendas de la fase anterior se produce una compartimentación de estas y nuevas viviendas de menor tamaño se extienden hasta las proximidades de la zona palatina, ocupando los espacios libres ante esta.

Las transformaciones del paisaje urbano afecta a más ciudades de esta época, donde la arqueología y las fuentes escritas documentan un decaimiento de la actividad constructiva. Este proceso es consecuencia del debilitamiento del Estado visigodo en esta fase con un sistema fiscal en crisis, factor fundamental para analizar el proceso de decrecimiento de la actividad urbanística que se producirá en la segunda mitad del siglo VII, en todo el Reino visigodo.


LAS CASAS



Las casa encontradas están al sur del complejo de edificaciones palaciales y a continuación del área definida por los edificios destinados a actividades comerciales y artesanas.
Se cree que al inicio de la construcción, se planificó una zona de viviendas estructurada en manzanas trazadas siguiendo el modelo de tendencia regular que caracteriza el urbanismo de la fase fundacional de Recópolis.

Las casas contaban con varias zonas según su función, cocina, almacén, establos, en torno a patios, parte de los cuales podían estar cubiertos.

Estaban construidas con zócalos de mampostería y paredes de tapial, todo ello enlucido. Las cubiertas, de una o dos aguas, empleaban como elemento fundamental la teja curva. El grueso de los pavimentos son de arcilla apisonada trabada con cal. momento, se localizan al sur del complejo de edificaciones palaciales y a continuación del área definida por los edificios destinados a actividades comerciales y artesanas.


AJUAR ENCONTRADO EN LAS CASAS


En el área situada al Oeste de la calle principal y a continuación del edifico comercial, se abrirían al Norte, a un espacio abierto que las separaba del palacio y al sur de la calle trasversal a la principal.

Situadas de forma parecida a las de  la zona Este, abiertas a la misma calle transversal y, en este caso, a otra que originalmente discurría por el Norte, separando estas viviendas de la iglesia palatina.


PUERTA MONUMENTAL 




El acceso a este conjunto palatino se efectuaba a través de una puerta monumental, una de las construcciones más significativas de la ciudad, que constituía el elemento de comunicación entre el Palacio y el resto de la calle más importante de Recópolis, actualmente quedan dos basas de columnas, siendo un emblema de la Edad Media.






LA ZONA COMERCIAL




LA ZONA COMERCIAL




TALLER DE VIDRIO




En Recópolis la fabricación del vidrio soplado tuvo una gran importancia, y está documentada por la presencia de un taller, localizado en el edificio comercial situado al Oeste de la calle principal, así como por hornos de cámara  ectangular, encontrados en la parte posterior del citado edificio.

El taller, contaba con espacios para la producción de hornos de planta rectangular, espacios para almacenar la arena y canales de decantación de la
Misma, situados en la estancia rectangular posterior del módulo, así como una zona para comercializar dicha producción, correspondiente a la tienda abierta a la calle.


ORFEBRERÍA



En la zona comercial existió un taller de orfebre, en el edificio situado en el lado oriental de la calle. En él han aparecido materiales como moldes bivalvos para la fabricación dependientes y anillos, así como platillos de balanzas, numerosa escoria de metal que, igualmente, inciden en la funcionalidad artesana de estos espacios. Los metales más utilizados eran la plata y el oro, o el bronce para elementos de orfebrería como pendientes, anillos, broches y fíbulas.


PLANO AÉREO RECÓPOLIS






Con un magnetómetros que sirve para cuantificar en fuerza o dirección la señal magnética de una muestra,  miden el cambio en peso aparente que se produce en una muestra al aplicar un campo magnético (por el momento magnético que se induce), y también muy sofisticado, como los dotados de SQUID, que son los más sensibles actualmente.
El magnetismo varía de lugar en lugar y a las diferencias en el campo magnético terrestre (la magnetósfera) y puede ser causada por las diferentes naturalezas de las rocas y la interacción entre las partículas cargadas del Sol y la magnetósfera de un planeta.
Se ha buscado la parte del yacimiento oculto, que se encuentra en tierras privadas de labor.


ALTURA DE RECÓPOLIS EN EL CERRO DE LA OLIVA






Recópolis, se caracteriza por la localización de su conjunto palatino en la zona más elevada del cerro, visible desde cualquier punto, formado por dos grandes edificios de planta rectangular, que se unen a una gran Iglesia de uso palatino, que le confiere una especial singularidad. Este conjunto se distribuye en torno a una gran plaza de la que parte a través de una gran puerta monumental, de un solo vano, la principal vía a partir de la cual se plantea un trazado regular en el resto de la ciudad.