LOS VISIGODOS - guadahumi2
05 introducción a la Arqueología 5 - guadahumi
18 de Diciembre 2017
ARQUEOLOGÍA DE LA ÉPOCA VISIGODA
Desde la isla de Gotland, en Suecia habría una migración en
masa hacia el sur debido a factores climáticos. Algunos se dirigieron hacia el
este, y fundaron un reino en la península de Crimea. Ya divididos en Visigodos
y Ostrogodos (parece que la traducción más lógica sea “Godos de occidente” y
“Godos de oriente”, pero no hay acuerdo en ese extremo), los primeros se
ocuparon de apiolar en masa a los romanos en la batalla de Adrianópolis
(Tracia, 378 d.C.), en lo que supondría la derrota más intensa de las legiones
desde Cannae: El emperador Valente y alrededor de 40.000 de sus hombres
perecieron en el campo de batalla.
Había una
existencia de Proto-Estados en el Norte Asturias, la Marca Ampurias en Gerona,
y unos Semi-Estados que dieron origen al Reino de Navarra en el s-XV.
Los diferentes
territorios cristianos ( Reino Astur-Leonés, Condado de Castilla, Reino de
Navarra, Condado de Aragón y Condados Catalanes), que se consolidaron como
entidades políticas frente a los musulmanes que habían conquistado y destruido
el Reino Visigodo de Toledo.
En el s-VI El
siglo VI d. C. comenzó el 1 de enero del año 501 y terminó el 31 de diciembre
del 600. Unos años después del fin de la época clásica con el derrumbe del Imperio romano occidental
en el año 476 y el inicio de la época medieval. Es llamado el «Siglo de
Bizancio».
NACIONALISMO
Y AQUEOLOGÍA
Desde los
inicios de la Arqueología como ciencia a mediados del siglo XIX, ha servido a
los estados para justificar las identidades nacionales y culturales. Este uso
continuó a lo largo del siglo XX, diversificándose para nutrir de argumentos el
colonialismo, los regímenes totalitarios o el capitalismo. La justificación
estatal-nacionalista ha sido continuada en las sociedades actuales por los
modelos desarrollistas, cuyos argumentos se basan en los beneficios económicos,
sean desde una perspectiva exclusivamente neoliberal o con el barniz del
llamado " desarrollo sostenible " , una nueva perspectiva "
neocolonizadora " de la materialidad arqueológica que la justifica como
motor y parte del mercado.
“LOS FALSOS
ARQUEÓLOGOS Y EL NACISMO
Fuente: ABC –
Cultura - José-Pablo Jofré 13/03/2013
Germania fue el
concepto diseñado por la megalomaniaca estrategia de marketing nazi: un
territorio, un pueblo, una raza superiores debían legitimar el discurso de
Hitler. Material de respaldo y documentación (pseudo) científica que
cristalizara estas ideas fue fundamental. El Museo Focke de Arte e Historia
Cultural de Bremen, al noroeste de Alemania, se ha atrevido a sacar a la luz el
conjunto de aquel material que buscaba probar científicamente la existencia de
Germania y crear una mitología a su alrededor.
«La exposición
supone una contribución al estudio del capítulo más oscuro de nuestra historia
y subraya la elevada importancia de la libertad en la ciencia y la
investigación», ha dicho el ministro de Cultura alemán, Bernd Neumann sobre
esta exposición titulada «Graben für Germanien»: «Excavaciones para Germania»,
que hace referencia a los falsos hallazgos arqueológicos para legitimar el
mito, demostrar la supremacía de la Alemania nazi y legitimar las pretensiones
anexionistas del régimen. Así, en tiempos del nacionalsocialismo, los
arqueólogos trabajaron al servicio de la política obligados a presentar pruebas
científicas de una civilización germánica muy desarrollada, así como del
extenso territorio que habitaba.
Desde 1939,
arqueólogos y pseudocientíficos se desplazaron por los territorios conquistados
por las tropas de Hitler para buscar objetos atribuibles a la civilización
germánica. Usaron incluso a trabajadores forzados y a presos de los campos de
concentración en esta labor. En Europa del este los arqueólogos al servicio del
régimen saquearon museos y expulsaron de sus cargos a los expertos locales,
mientras en las zonas norte y occidental trataron de ganar colaboradores
remitiéndose a un supuesto pasado común.
Pero Germania
fue un término inventado por los romanos para referirse a los pueblos que
habitaban el lado derecho del Rin. «A pesar de no existir ningún pueblo que se
autodenominara germánico o que se refiriera a su patria como Germania, este
concepto ha estado ligado a ideas y asociaciones diversas», ha precisado la
comisaria del proyecto expositivo, Karin Walter.
La creación
en los laboratorios nazis del mito de Germania –que sigue presente en la
extrema derecha internacional– argumentó simbólicamente la creencia en una raza
superior aria y terminó legitimando los crímenes cometidos por el Tercer Reich.
Diseñado el concepto, inventado su respaldo histórico con objetos
arqueológicos, el paso siguiente fue su difusión: la muestra presenta murales
escolares, distintivos y cromos con los que se transmitía a los niños la noción
de Germania, omnipresente en clase o en el tiempo libre.
También se
exhiben películas, fotografías, programas de radio, libros, carteles y revistas
de la época que nos recordaban que Germania era una civilización altamente
desarrollada; muy superior a la griega y romana.”
ASENTAMIENTO
VISIGODO PENÍNSULA IBÉRICA
El
asentamiento visigodo en la península Ibérica se realizó, como zona preferente,
en el ámbito de la meseta, área caracterizada por el predominio de la
agricultura cerealista, pero también por su escasa población y su débil
desarrollo urbano. No obstante, los visigodos, comparados con el grueso de la
población hispanorromana, no dejaban de ser una minoría. Ello no impidió, sin
embargo, que se afirmara su poder militar y político. Se había producido un
desplazamiento del reino visigodo desde la ciudad francesa de Tolosa hasta
Toledo, que pasó a ser su núcleo central en el territorio ibérico. Importantes
pasos en orden a la consolidación del reino visigodo de Hispania los dio el
monarca Leovigildo, el cual, en el año 585, puso fin al reino suevo de
Gallaecia, tras derrotar a su rey Mirón. También combatió Leovigildo a los
indómitos vascones, erigiendo frente a ellos la plaza fuerte de Vitoriaco.
Leovigildo, en cambio, tuvo serios problemas con su hijo Hermenegildo, el cual
abrazó el catolicismo, lo que suponía dejar el arrianismo, corriente heterodoxa
a la que se había adscrito, años atrás, el pueblo visigodo. No obstante, unos
años más tarde, el 589, su hijo y sucesor en el trono, Recaredo, lograba la
unificación religiosa, al abandonar, en el III Concilio de Toledo, la herejía
arriana y aceptar los postulados de los Concilios de Nicea y Calcedonia, o lo
que es lo mismo: el catolicismo. El paso decisivo hacia la unidad política del
conjunto peninsular se alcanzó en las primeras décadas del siglo VII, cuando el
monarca Suintila puso fin a la presencia bizantina en el litoral levantino. Los
monarcas visigodos, que en un principio habían adoptado el título de Reges Gottorum,
pasaron a llamarse Reges Hispaniae, pues su soberanía se extendía sobre todo el
territorio de la antigua Hispania romana, aunque en algunas comarcas, como las
de los vascones, sus habitantes siguieran luchando por su independencia. El
último gran paso en orden a la unificación del espacio peninsular se dio a
mediados del siglo VII con el monarca Recesvinto, al promulgar, en el año 654,
el Líber Ludicum, texto más conocido como el Fuero Juzgo, el cual se basaba,
lógicamente, en los Principios del Derecho romano. Dicho texto suponía la
unificación jurídica, a todos los efectos, entre la población hispanorromana,
que era mayoritaria, y los visigodos.
En el año 711
Batalla de Guadalete. Se enfrentaron en el rio Guadalete los ejércitos del
reino Visigodo de Hispania, capitaneados por su
rey don Rodrigo y un ejército de árabes y bereberes al mando de Táriq
Ibn Ziyad. La batalla terminó con aplastante victoria musulmana y fue el inicio
de la pérdida de Hispania y del sometimiento rápido de casi todo su territorio al imperio musulmán.
EL s-VIII llamado
el «Siglo de los Sarracenos».Este siglo destaca por la expansión musulmana, los
árabes conquistan definitivamente el norte de África e invaden la península
ibérica, los árabes derrotan a los visigodos en la batalla de Guadalete donde
el propio rey Rodrigo fallece en la batalla, debido a las disputas internas y a
la falta de resistencia efectiva, el Reino visigodo de Toledo desaparece
asimilado por el Califato omeya, estos cruzan los Pirineos e invaden territorio
franco, siendo detenidos por Carlos Martel en la decisiva batalla de Poitiers,
frenando de manera definitiva a los musulmanes. Décadas después, el rey de los
francos, Carlomagno, funda el Imperio carolingio, y es reconocido emperador por
el propio papa, el imperio apenas sobrevivirá al propio Carlomagno, ya que tras
la muerte de su débil hijo, sus nietos se repartirán su imperio.
Mientras, en
oriente, los musulmanes expanden sus fronteras hasta el río Indo, en la
frontera con la India, llegando a su máxima expansión en oriente, en el Indo, y
en occidente, en la provincia de la Septimania. Por su parte, el Imperio
bizantino, sufre el asedio de Constantinopla en los años 717 y 718 a manos de
los árabes, asedio que logra ser roto gracias a la ayuda de los búlgaros y a
las casi inexpugnables defensas de la ciudad.
Al-Ándalus
Tras la
conquista musulmana de la península ibérica, al-Ándalus se integró inicialmente
en la provincia norteafricana del Califato Omeya. En el año 756 se convirtió en
el Emirato de Córdoba y posteriormente en el año 929 en el Califato de Córdoba
independiente del Califato Abasí. Con la disolución del Califato de Córdoba en
1031, el territorio se dividió en los primeros reinos de taifas, periodo al que
sucedió la etapa de los almorávides, los segundos reinos de taifas, la etapa de
los almohades y los terceros reinos de taifas. Con el avance de la Reconquista
iniciada por los cristianos de las montañas del norte peninsular, el nombre de
al-Ándalus se fue adecuando al menguante territorio bajo dominación musulmana,
cuyas fronteras fueron progresivamente empujadas hacia el sur, hasta la toma de
Granada por los Reyes Católicos en 1492, que puso fin al poder islámico en la
península ibérica, aunque la mayor parte de la población musulmana quedó en la
península, unos convirtiéndose al catolicismo y otros, con creencias más
arraigadas, marcharon a las cumbres de Sierra Nevada, Alpujarra.
La
arqueología medieval es una disciplina de reciente creación, con raíces en el
siglo XIX, pero reconocida de forma autónoma a partir de mediados del siglo XX.
En España, todavía no ha alcanzado el nivel de desarrollo que tiene en países
como Inglaterra o Francia.
Su objetivo
es estudiar el mundo medieval y las distintas sociedades que se producen en
éste a través de las fuentes escritas pero también utilizando la arqueología
con objetivos históricos claros. El análisis de los hallazgos arqueológicos,
que incluyen materiales como la cerámica, edificios, urbanismo, etc., junto a
los datos historiográficos permiten una visión más completa de la realidad del medievo,
una interpretación que es el objetivo de la arqueología medieval. El arqueólogo
medievalista, es por encima de un técnico, un historiador medievalista.
La
Arqueología medieval investiga distintas áreas: el ámbito cronológico-histórico
y las distintas Etapas históricas en que se divide la Edad Media (Románico,
Gótico…), los diferentes ámbitos geopolíticos (visigodos, Al-Andalus,…), la
interpretación de las grandes temáticas comunes al ser humano: la guerra, la
muerte, las creencias…, sus construcciones (edificios civiles, religiosos,
militares, espacio rural, espacio privado y público, etc.), así como la
producción de artes aplicadas, especialmente la cerámica, las vidrieras y la
metalistería.
Si la Edad
Media comienza con la caída del Imperio Romano, comprender este periodo que
abarca de los siglos V al XV desde la perspectiva historiográfica y
arqueológica supone el estudio de las fortificación y sistemas defensivos y su
evolución en Europa, la distribución de sus espacios habitados, los asentamientos
humanos rurales y urbanos y el fenómeno de la despoblación, así como las
necrópolis y arquitectura religiosa y la industrial.
Ha de tenerse
en cuenta en la investigación de la Arqueología Medieval, el estudio de los
Reinos Germánicos, sus migraciones y asentamientos, su estructura
socioeconómica y su producción material. El proceso de feudalización europeo
provocó una nueva distribución de la población, diferenciándose el ámbito rural
del urbano, así como su arquitectura: palacios, castros y fortificaciones,
necrópolis, monasterios, iglesias, baptisterios y ermitas, el tipo de
producción industrial y comercialización de ésta, así como unas nuevas
manifestaciones artísticas y de artes decorativas, que se fueron
particularizando según las distintas regiones europeas.
En el ámbito
europeo debemos también diferenciar la arqueología oriental y bizantina, con su
periodización y particularidades, sus precedentes romanos y sus influencias
orientales, su arquitectura y producción industrial y artística, así como su
expansión e influencia en Occidente.
Todo lo
anterior evidencia que la arqueología medieval, presenta características
específicas concretas en cada país. En España y Portugal, por ejemplo, se da la
convivencia de diferentes sociedades, la feudal cristiana y la islámica, con
sus correspondientes interrelaciones y la evolución de las sociedades desde el
mundo tardoantiguo al altomedieval, y la llegada al final de la Edad Media,
cuando se instituye el estado central castellano pero que seguirá sufriendo las
particularidades socioculturales de la presencia de población morisca.
ETAPAS ARQUEOLOGÍA MEDIEVAL EN ESPAÑA
En España la
arqueología medieval se suele dividir en las siguientes etapas:
- ÉPOCA VISIGODA (finales s-VI – inicio s-VIII)
- AL-ÁNDALUS
- ÉPOCA FEUDAL/CRISTIANA (finales s-VIII – 1492)
Arqueología
de Época Visigoda, entre los siglos V-VII d.C., y que incluye la etapa arriana
y la etapa católica.
Arqueología
de Al-Andalus, entre los siglos VIII al XV, diferenciando el periodo
paleo-andalusí (siglo VIII), la etapa emiral (siglo IX), la etapa califal (siglo
X), la etapa taifa (siglo XI), almorávides y almohades (siglo XII), el Reino de
Granada (siglos XIII al XV).
Arqueología
de los reinos hispano-cristianos, desde el siglo VIII al XIII. Diferenciando los
núcleos de resistencia que se producen desde los primeros momentos de la
invasión árabe en el siglo VIII y IX. Y posterior momento de la repoblación
(siglos X-XIII).
Arqueología
de la Baja Edad Media, entre los siglos XIV y XV.
Incluyéndose
en todas estas épocas el estudio de las minorías sociales y religiosas
mozárabe, mudéjar y judía.
DOCUMENTOS s-XVII
y XVIII
El Reino
nazarí de Granada, también conocido como Emirato de Granada o Sultanato de
Granada, fue un Estado musulmán situado en el sur de la península ibérica,
con capital en la ciudad de Granada, que existió durante la Edad Media.
El reino fue
fundado en 1238 por el noble nazarí Mohamed-Ben-Nazar, aunque originalmente
tenía su centro de poder situado en Jaén. Unos años después el monarca nazarí
trasladó su corte a Granada, alrededor de la cual organizó su nuevo estado. El
reino sobrevivió en esta precaria situación gracias a su favorable ubicación
geográfica, tanto para la defensa del territorio como para el mantenimiento del
comercio con los reinos cristianos peninsulares, con los musulmanes del Magreb
y con los genoveses a través del Mediterráneo, lo que hizo que tuviera una
economía diversificada.
Sin embargo,
fue perdiendo territorios paulatinamente frente a la Corona de Castilla, hasta
su definitiva desaparición tras la Guerra de Granada, mantenida entre 1482 y
1492. El reino nazarí de Granada sería el último Estado musulmán de la
península ibérica, la antigua al-Ándalus. Su último rey fue Muhámmad XII
(conocido como Boabdil el Chico), derrocado por los Reyes Católicos, que se vio
obligado a rendir Granada el 2 de enero de 1492. Tras esto fue definitivamente
incorporado a la Corona de Castilla como Reino de Granada.
Moriscos
Nombre dado a
los musulmanes que permanecieron en España una vez finalizada la conquista
cristiana de todos los territorios peninsulares.
La conquista
del reino musulmán de Granada en el año 1492 supuso la incorporación de miles
de familias de esta religión a la cultura cristiana, las cuales se sumaron a la
ya voluminosa población de origen musulmán que vivía en los reinos cristianos
desde lejanos tiempos de la Edad Media.
A principios del siglo XVI los moriscos
estaban repartidos por cuatro grandes áreas: reino de Valencia, valle del Ebro,
tierras de Murcia y reino de Granada. Se mostraron muy tenaces en su
resistencia a abandonar su religión y cultura. Supusieron además un peligro
potencial al ser vistos como un apoyo firme y favorable a las ofensivas del
imperio musulmán en el mediterráneo español. Formaban, por otro lado,
comunidades muy cerradas, con un elevado número de población y con una
importancia económica notable. Todo ello hizo que las relaciones entre la
mayoría cristiana y la minoría musulmana fueran siempre difíciles, hecho puesto
en evidencia durante la rebelión de los moriscos en las Alpujarras (1568-1570),
que tuvo como consecuencia la dispersión forzosa por tierras de Castilla de los
musulmanes granadinos. Las medidas políticas que llevaron a cabo los reyes
durante el siglo XVI para superar esta situación, siendo muy variadas, no
dieron sin embargo los resultados deseados. En el año 1609, el rey Felipe III
acabó por ordenar la expulsión de todos los moriscos de España, alrededor de
trescientos mil, lo que supuso una fractura extraordinaria en todos los niveles
y la evidencia de un fracaso.
Mozárabes
Nombre dado a
los cristianos que vivían en los territorios dominados por los musulmanes tras
la conquista de la Península Ibérica en el año 711.
Desde el
primer momento los musulmanes mostraron un gran respeto hacia los cristianos,
que eran, como ellos mismos y como los judíos, “gentes del Libro”, es decir,
habían recibido la revelación divina. Como protegidos del Islam, se les
garantizó la conservación de sus bienes y de sus derechos privados, así como la
libertad para practicar su religión. A cambio de esta tolerancia, los
cristianos tuvieron que aceptar el pago de ciertos impuestos y de la aceptación
de una posición social inferior. Estaban obligados a pagar un tributo de
carácter personal (yizya), que afectaba a los varones entre 20 y 50 años, y un
impuesto territorial (yaray). La comunidad mozárabe conservó su organización
política, eclesiástica y jurídica. Tenía sus propios condes, que eran los
responsables de la comunidad ante la administración musulmana, sus jueces, que
actuaban según las normas del derecho visigodo, sus recaudadores de impuestos y
sus obispos. El Estado musulmán se reservó el derecho a intervenir en el
nombramiento de las autoridades civiles y eclesiásticas cristianas además de
convocar sus concilios. Durante el siglo VIII los musulmanes necesitaron la
colaboración de los cristianos en las tareas de gobierno, por lo que no dudaron
en utilizarlos como administradores y funcionarios, pero a medida que el
dominio musulmán se hizo mayor los mozárabes fueron perdiendo influencia. En el
siglo IX disminuyó la tolerancia de los dirigentes omeyas, debido a la
participación de los mozárabes en los movimientos separatistas de las Marcas
fronterizas y en las revueltas sociales. Esto hizo que el número de conversos a
la religión árabe aumentara y que los que siguieron fieles al cristianismo se
arabizaran para evitar su discriminación. Contra esa dependencia se levantaron,
entre los años 851 y 859, los mozárabes más intransigentes, dirigidos por
Eulogio de Córdoba. Buscaban de forma voluntaria el martirio, lo que se
conseguía injuriando al Islam en público, algo castigado con la pena de muerte.
Este movimiento dañó la convivencia entre cristianos y musulmanes, haciendo que
muchos mozárabes emigrasen a los reinos hispanocristianos de norte y otros se
hicieran musulmanes, con lo que a finales del siglo X la comunidad mozárabe era
algo marginal en Al-Andalus. Más adelante, en los periodos de dominación de los
almorávides y de los almohades, la situación de los cristianos incluso continuó
deteriorándose.
Mudéjares
Nombre dado a
los musulmanes que permanecieron en los territorios ocupados por los cristianos
durante el periodo de la reconquista.
El avance
hacia el Sur de los reinos cristianos provocó que numerosas poblaciones de
credo musulmán se vieran englobadas en un sistema político cristiano: son los
mudéjares. Los acuerdos pactados con las poblaciones de Al-Andalus vencidas
variaron según la forma en que fueron ocupadas, pero en general se garantizó la
permanencia de los musulmanes y se les permitió conservar su religión,
costumbres, organización y derecho, aunque las obligaciones tributarias que
mantenían con la antigua administración fueron transferidas al nuevo poder.
Esta actitud de los monarcas cristianos se producía, principalmente, por la
necesidad de no despoblar y mantener la vida económica de los territorios
ocupados. Sin embargo, a medida que la dominación se hacía efectiva, iban
aumentando en número y su condición se fue deteriorando. La presencia de
mudéjares fue grande en los reinos de la Corona de Aragón, particularmente en
Valencia. En su mayoría eran campesinos que dependían jurisdiccionalmente de
los nobles. En la Corona de Castilla la comunidad mudéjar estuvo formada por
pequeños campesinos y, sobre todo, artesanos, que vivían agrupados en barrios
propios, llamados aljamas. Sin embargo, el incumplimiento de los compromisos
contraídos en las capitulaciones provocó la salida de numerosos musulmanes
hacia Granada, expulsados por el rey Alfonso X
después de la sublevación del año 1264. Durante el siglo XV las
disposiciones legales se hicieron más restrictivas, pero a diferencia de los
judíos, los mudéjares no despertaron el recelo de las masas populares
cristianas. A pesar de todo, su situación se complicó después de la conquista
del reino nazarí de Granada en el año 1492. Aprovechando la sublevación que
protagonizaron los musulmanes granadinos en el año 1498, los Reyes Católicos
obligaron a todos los mudéjares a convertirse al cristianismo. Los que tomaron
esa opción pudieron quedarse en sus hogares y se les pasó a conocer como
moriscos. Aunque finalmente en el año 1609 los moriscos fueron expulsados de
España por el rey Felipe III. Emigraron principalmente al norte de África, en
donde acabaron integrándose.
La frecuente
dedicación de los mudéjares a trabajos artesanales y el gusto por la
sofisticación de numerosos reyes y nobles explican que podamos hablar de un
“arte mudéjar” o “mudejarismo” en la mayoría de los movimientos artísticos
hispanos desde el siglo XI al XVIII. Se trata de la implantación directa de
elementos, maneras y estéticas del Islam andalusí (sobre todo taifas o
nazaríes) en construcciones cristianas, algo que confiere enorme personalidad a
estas obras.
Muladíes
Nombre dado a
los cristianos que se convirtieron al Islam después de la conquista musulmana
del año 711.
Los muladíes
constituyeron el grupo mayoritario de la población musulmana de Al-Andalus
porque, aunque éstos no persiguieron a los cristianos ni trataron de atraerlos
a su fe, la mayor parte de la población adoptó la religión islámica. Ésta
conversión masiva se explica por las ventajas económicas y sociales que
comportaban el ser musulmán. Para los nobles hispanovisigodos significaba la
posibilidad de mantener sus propiedades y su posición de preeminencia; para el
resto de la población significaba librarse del pago de los impuestos personal y
territorial, que afectaba a los no musulmanes. La arabización de los muladíes
fue tan profunda que externamente no era fácil distinguirlos de los árabes de
nacimiento. Sin embargo, en la práctica las diferencias entre viejos y nuevos
musulmanes se fueron acentuando como consecuencia de la política nacionalista
practicada por los dirigentes omeyas. Esta discriminación propició la aparición
de sublevaciones y revueltas en las que se mezclaban factores sociales y
políticos. Los principales focos de disidencia se localizaron en las Marcas
fronterizas, aunque a finales del siglo IX se extendieron por la mayor parte de
los territorios de Al-Andalus. En las ciudades de Zaragoza, Toledo y Mérida el
descontento de los muladíes se transformó en movimientos independistas
dirigidos por las autoridades locales. Las revueltas sociales desembocaron en
una sublevación general de los muladíes contra la aristocracia árabe en el año
878. Desde la fortaleza de Bobastro, situada en la serranía de Ronda, Omar Ben
Hafsun, se alzó como defensor de los muladíes y aglutinó a todos los rebeldes
del sur de Andalucía. El movimiento comenzó a declinar tras la conversión al
cristianismo del dirigente muladí en el año 899, pero hasta la época de Abd
Al-Rhaman III no se consiguió su represión total.
ARQUEOLOGÍA
VISGODA
RECÓPOLIS –
ZORITA DE LOS CANES - GUADALAJARA
Este Yacimiento
es una ciudad visigoda que fue mandada construir por el rey Leovigildo en
el año 578, para conmemorar la consolidación del poder real y el estado conocido
como reino visigodo de Toledo. Se le dio el nombre de Recópolis en honor del
futuro rey llamado Recaredo.
MAPA DE LAS
INVASIONES BÁRBARAS
Los Bárbaros
invadieron Roma.
Los visigodos
surgieron de grupos góticos anteriores (posiblemente de los tervingios) que
habían invadido el Imperio romano a partir de 376 y habían derrotado a los
romanos en la batalla de Adrianópolis en el año 378. Los visigodos invadieron
Italia bajo el mando de Alarico I y saquearon Roma en el año 410.
Saquearon la
ciudad eterna, Roma. Desde entonces este pueblo dividido por los romanos: en
Visigodos y Ostrogodos, se convirtió en sinónimo de bárbaro, en paradigma de la
violencia.
YACIMIENTO
TESORO DE GUARRAZAR – TOLEDO
COLUMNA
YACIMIENTO GUARRAZAR
TESORO DE
GUARRAZAR
Oro, piedras
preciosas, perlas, nácar, vidrios artificiales y cristal de roca - Guarrazar
(Guadamur, Toledo) - Siglo VII (621-672)
Guarrazar
puede entenderse como la ocultación planificada de un conjunto de objetos con
un especial valor simbólico y económico, formado por piezas completas y
probablemente en uso.
La mayor
parte de los materiales recuperados pertenecen a objetos votivos, con
donaciones reales y de personajes de alto rango, la documentación conservada
indica que también incorporaba material litúrgico, por lo que su
caracterización como el ajuar procedente de una iglesia o lugar sagrado parece
la más adecuada.
CONVERSIÓN DE
RECAREDO
A principios
del año 587 Recaredo, que ya debía de tener simpatías católicas, se hizo
bautizar en secreto. Desde entonces intentó convencer a los obispos arrianos
para que aceptaran la doctrina trinitaria, celebrando tres reuniones: una con
los obispos arrianos, a los que animó a reunirse con obispos católicos para
discutir los problemas teológicos y determinar cuál era la verdadera fe; una
reunión conjunta de obispos católicos y arrianos, con fuertes polémicas entre
ambos bandos, y con un Recaredo presionando a favor de los católicos; y
finalmente, no habiendo logrado convencer a los arrianos, una reunión con los
obispos católicos a los que comunicó que ya había realizado su opción por el
catolicismo. Al comunicarle a los obispos católicos su fe estaban presentes
muchos nobles visigodos, y al parecer lo siguieron, y hacia la primavera y el
verano del 587 las iglesias arrianas fueron expropiadas y entregadas a los
católicos.
En la España medieval encontramos características propias. En la construcción, se utiliza tapial incluso en palacios para las edificaciones islámicas, y se aprecia un gran uso en las grandes construcciones cristianas de grandes sillares a soga y tizón, heredados del mundo romano, y sillarejo en construcciones más humildes. Destaca, asimismo, el uso de arcos y bóvedas, el románico utiliza el arco de medio punto y pilares y pies derechos y el gótico arco apuntado, bóveda de medio cañón, y columnas complicadas.
La influencia europea de Cluny, en el primer románico, difunde elementos como pilares cruciformes, que ayudan a equilibrar tensiones constructivas, y una profusa decoración, que será mitigada tras la reforma del Císter y que a su vez, incorporará novedades como la bóveda de crucería y el arco apuntado. Los muros se estrechan, permitiendo más iluminación interior, y mayor esbeltez y altura en la construcción.
Todas las iglesias medievales tienen orientación E-O, con ábside siempre al Este, y suelen tener una o varias naves, en número impar. La planta puede tener forma de cruzar interna o externamente. En el gótico, la estructura se hace más complicada técnicamente, añadiéndose en las grandes catedrales, girola y dos naves laterales para capillas.
Otra construcción importante del momento son los monasterios, que aúna la explotación agropecuaria y la oración, para lo que necesita de un templo y espacios al aire libre. El claustro separa la zona pública de la privada y suele estar ajardinado y dividido en cuatro partes, situándose un pozo o fuente en el centro.
Los núcleos urbanos surgen a partir de distintos comienzos: encomienda, señorío, repoblación de ciudades abandonadas y las nuevas ciudades suelen hacerlo a partir de un castillo, ubicado en la zona más alta del lugar. El castillo suele ser de planta cuadrada, con torres circulares y una torre central "del Homenaje". Cercano a él solía estar la iglesia, con una plaza al frente. Las calles se distribuyen a escuadra o de forma circular en torno al centro de la ciudad, que suele estar rodeada por una muralla, con torres de planta redonda. Los cementerios solían estar extramuros y las tumbas suelen llevar decoraciones simbólicas.
EXPANSIÓN IMPERIO
BIZANTINO
YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO - GUARRAZAR - TOLEDO
YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO NUMANCIA - SORIA
MAPA
YACIMIENTO CARPIO DE TAJO
En 1926 en CARPIO
DE TAJO se descubrió la necrópolis de El Carpio de Tajo está ubicada en la zona
de influencia de Toletum, siendo la zona sur de la Sierra de Gredos y norte de
los Montes de Toledo lugar de alto poblamiento en la antigüedad tardía.
Constituida
por un total de 285 tumbas de las cuales 90 contenían en su interior elementos
de adorno personal y en determinados casos un depósito funerario (por ejemplo
monedas romanas muy rodadas). Los objetos hallados suman un total de cerca de
300 y tienen la mayoría de ellos connotaciones claramente visigodas.
BROCHES CARPIO DE TAJO
IDEOLOGIA Y ARQUEOLOGIA
- GRUPO GÓTICO
Hasta el Reinado de Eurico, emigración y
presencia visigoda con materiales neo visigodos se distribuyeron por la aportación
de elementos procedentes del Levante europeo..
- GRUPO VISIGODO
Desde el reinado de Eurico hasta
e reinado de Suintila.
Asentamiento: presencia de estos
materiales exclusivamente en el centro peninsular, periodo en el que se produjo la evolución
de los elementos anteriores.
- GRUPO BIZANTINO
A partir de la transformación
como consecuencia de la unidad política derivada de la conversión al
cristianismo, en el III Concilio de Toledo.
Disminución y desaparición de los
materiales anteriores a finales del s-VI y principios del s-VII.
NECRÓPOLIS CASTILTIERRA - SEGOVIA
FÍBULAS AJUAR CASTILTIERRA –
SEGOVIA
FÍBULAS
Se usaba para fijar prendas de vestir y adornos femenino,
tenían una función religiosa con la imagen de ídolo para fijar amuletos,
también podía indicar su rango social, la actividad que desarrollaba, procedencia étnica.
Se han encontrado en necrópolis por lo que se usaban en
ritos funerarios, como parte del ajuar del difunto, aportando información del
fallecido enterrado con las fíbulas. Según su diseño definían una identidad.
ARTE TRES CULTURAS
Tres Culturas
diferentes en el reino visigodo de Toledo (siglos V-VIII), el mundo andalusí
(siglos VIII-XV) de época califal, taifa o nazarí, y los reinos cristianos
(siglos VIII-XV) en que se desarrollan los estilos artísticos prerrománico,
románico y gótico en las ciudades y monasterios, o el Camino de Santiago.
NECRÓPOLIS
DEL DURATÓN - SEGOVIA
DISTRIBUCIÓN
DE LA NECRÓPOLIS
EXCAVACIONES
DURATÓN
LA NECRÓPOLIS
DE ÉPOCA VISIGODA DE
ESPIRDO-VELADIEZ
DAGANZO DE
ARRIBA – Madrid
Excavaciones
Visigodas
Hay una
sepultura formada por grandes losas. La superior había sido puesta al descubierto
por las lluvias y fue hundida por el peso del carro. Excavada dicha sepultura,
se hallaron dos pendientes de oro formados por un hilo retorcido, con perlas
olivaceas con adornos, dos placas circulares con vidrios incrustados, una bulla
circular aplanada, de bronce, con restos de la cadena, y un broche de cinturón
de placa.
AZUQUECA DE
HENARES – Guadalajara
FÍBULAS AJUAR CASTILTIERRA – SEGOVIA
VESTIMENTA
RECREACIONES CINEMATOGRÁFICAS.
LAS ETNIAS
ETNIA
El término
etnia proviene de un vocablo griego que significa pueblo o nación. Se trata de
una comunidad humana que comparte una afinidad cultural que permite que sus
integrantes puedan sentirse identificados entre sí. Más allá de la historia
compartida, los miembros mantienen en el presente prácticas culturales y
comportamientos sociales similares.
Por lo
general, las comunidades que forman una etnia reclaman un territorio propio y
una estructura política a fin con sus necesidades sociales. De todas maneras,
existen Estados nacionales que son multiétnicos: lo importante es que, en
cualquier caso, se respeten los derechos de las minorías.
Pese a que la
noción de etnia suele ser asociada al concepto de raza, ambas palabras no hacen
referencia a lo mismo. La etnia incluye factores culturales, como las
tradiciones, la lengua y las creencias religiosas. La raza, en cambio, señala
las características morfológicas de un grupo humano (color de piel, rasgos
faciales, contextura, etc.).
Hay quienes
se oponen a este tipo de clasificaciones de etnia o raza ya que suelen promover
las agresiones y la violencia. El hecho de identificarse como parte de un grupo
social puede llevar a una persona a una exacerbada defensa de su particularidad
y a entrar en conflicto con los integrantes de otros grupos. Esta situación,
que incluso puede ser incentivada por la política, termina por atentar con la
idea de comunidad internacional. La gente pierde conciencia de su pertenencia a
la especie humana y circunscribe su sentido de pertenencia a su etnia.
DIFERENCIA ENTRE ETNIA Y RAZA
Estos dos
conceptos normalmente suelen confundirse o utilizarse sin comprender las
diferencias que entre ellos existen. Sin embargo, pese a ser ambos términos que
sirven para caracterizar una sociedad, lo hacen desde perspectivas diversas.
Mientras que
una etnia hace referencia a los aspectos culturales de un pueblo, los cuales se
encuentran sumamente ligados a una historia; la raza engloba los rasgos físicos
y biológicos que son representativos del mismo.
En una etnia
confluyen una serie de prácticas culturales, lingüísticas, religiosas y de
comportamiento enmarcadas en una estructura social, política y, aunque no es
imprescindible, territorial.
En las
categorías raciales se incluyen aquellos aspectos biológicos más visibles, como
la pigmentación de la piel y ciertos rasgos faciales dominantes en todos los individuos
que forman parte del grupo.
Una raza es
una subdivisión que se hace dentro de una especie y que sirve para identificar
con claridad los grupos que claramente se diferencian del resto por contar con
una serie de características. A diferencia de la etnia, que sirve para hablar
únicamente de grupos humanos, la raza se utiliza en todas las especies de
origen animal, incluida la nuestra.
Los
individuos que pertenecen a una misma etnia comparten una ascendencia común. En
general sienten una unión con el resto que forman parte de la misma que los
lleva a unirse entre sí para vivir ya sea en el mismo territorio donde la etnia
tiene el poder de hegemonía, como en aquellos lugares donde son minoría. Por
ejemplo, los españoles que se exiliaron a diversos países durante la guerra
civil, formaron comunidades hispanas en estos, para reforzar su identidad y
sentirse menos solos.
Es necesario
agregar que en torno al concepto de raza existe una fuerte polémica. Algunos
científicos aseguran que este concepto no debería utilizarse para hablar de los
seres humanos ya que las diferencias genéticas que existe entre ellos es
mínima. Esta corriente de pensamiento intenta luchar contra esa concepción
racista que gira en torno al término y que lleva a un uso indebido del mismo.
Por último,
cabe mencionar que una especie se encuentra formada por el conjunto de
individuos que forman parte de un mismo grupo porque poseen semejanzas
genéticas, pero que entre sí pueden presentar diferencias biológicas o étnicas,
en el caso de los humanos.
PAISAJE
HISTÓRICO
Se entiende
por paisaje urbano histórico la zona urbana resultante de una estratificación
histórica de valores y atributos culturales y naturales, lo que trasciende la
noción de “conjunto” o “centro histórico" para abarcar el contexto urbano
general y su entorno geográfico.
Este contexto
general incluye otros rasgos del sitio, principalmente su topografía,
geomorfología, hidrología y características naturales; su medio urbanizado,
tanto histórico como contemporáneo; sus infraestructuras, tanto superficiales
como subterráneas; sus espacios abiertos y jardines, la configuración de los
usos del suelo y su organización espacial; las percepciones y relaciones
visuales; y todos los demás elementos de la estructura urbana. También incluye los
usos y valores sociales y culturales, los procesos económicos y los aspectos
inmateriales del patrimonio en su relación con la diversidad y la identidad.
Esta
definición sienta las bases de un planteamiento global e integrado para la
determinación, evaluación, conservación y gestión de los paisajes urbanos
históricos como parte de un plan general de desarrollo sostenible.
La noción de
“paisaje urbano histórico” responde al objetivo de preservar la calidad del
medio en el que viven las personas, mejorando la utilización productiva y
sostenible de los espacios urbanos, sin perder de vista su carácter dinámico, y
promoviendo la diversidad social y funcional. En ella confluyen los objetivos
de la conservación del patrimonio urbano y los del desarrollo social y
económico. Es un planteamiento basado en una relación equilibrada y sostenible
entre el medio urbano y el medio natural, entre las necesidades de las
generaciones presentes y venideras y la herencia del pasado.
Partiendo de
la base de que la diversidad y la creatividad culturales son bazas
importantísimas para el desarrollo humano, social y económico, la noción de
paisaje urbano histórico ofrece herramientas para la gestión de las
transformaciones físicas y sociales y procura que las intervenciones contemporáneas
se integren armónicamente con el patrimonio en un entorno histórico y tengan en
cuenta el contexto regional.
La noción de
paisaje urbano histórico tiene en cuenta las tradiciones y percepciones de las
comunidades locales a la vez que respeta los valores de la comunidad nacional e
internacional.
CONSTRUCCIÓN
SOCIAL
La
construcción social hace referencia a que los fenómenos sociales ocurren en el
ámbito de una sociedad determinada y son aceptados como naturales a ella; pero
sin embargo son producto de esa cultura, como invención de la misma, que lleva
a quienes la integran a tener una mirada de la realidad similar a quienes
comparten esa cultura que aparece como incuestionable, aunque éticamente no
habría inconvenientes de que no fuera así. Tanto es así que esas
interpretaciones de la realidad van cambiando y eso permite que las ideas,
creencias y las instituciones que de ella se derivan puedan también ir
modificándose.
El sociólogo
francés, nacido en 1930, Pierre Bourdieu, basándose en el aporte de Durkheim,
se preocupó de estudiar las estructuras sociales que se les imponen a los
individuos desde fuera de sí mismos, debiendo analizarse en el actuar humano y
en su pensamiento como éstos están condicionados por lo que la sociedad les
enseña. Sin embargo reconoce que el actuar de las subjetividades de sus
miembros hace que la sociedad pueda cambiar esas estructuras para crear otras
nuevas, cuando entran en contradicción con nuevas ideas compartidas, igualmente
condicionantes.
LA IDENTIDAD
UNIFICA Y CONSTRUYE
El
sentimiento de pertenencia a una cultura determinada, construido a través de la
adopción e internalización de elementos culturales comunes a dicho grupo
humano, que permite marcar diferencias al relacionarse con otros individuos.
La identidad
cultural es el proceso dinámico a partir del cual las personas que comparten
una cultura se autodefinen y autovaloran como pertenecientes a ella, además
actúan de acuerdo a unas pautas culturales que de ellas mismas emanan,
implicando la definición que las demás culturas tienen respecto a ellas.