martes, 5 de junio de 2018

FILOSOFÍA. RECAPITULACIÓN HISTORIA DEL PENSAMIENTO - guadahumi2


GRANDES PENSADORES II –  guadahumi2

13 de febrero 2018


RECAPITULACIÓN HISTORIA DEL PENSAMIENTO II

¿Qué es la filosofía?





Filosofía es un saber reflexivo. No se mide tanto por una cierta cantidad de información, cuanto por una capacidad de pensar lo conocido y lo pensado en niveles de comprensión y generalidad más y más amplios.
Conjunto de reflexiones sobre la esencia, las propiedades, las causas y los efectos de las cosas naturales, especialmente sobre el hombre y el universo. Sistema filosófico o conjunto sistemático de los razonamientos expuestos por un pensador. La filosofía es una ciencia que de forma cuidadosa y detallada, busca dar respuesta a una variedad de interrogantes como por ejemplo, la existencia, la mente, la moral, la belleza, el conocimiento, la verdad y el lenguaje. Al tratar estas incógnitas, la filosofía trata de alejarse de lo espiritual, del esoterismo, y de la mitología al enfocarse en pruebas racionales más que en argumentos de autoridad.


El origen histórico de la filosofía señala, que ésta surge en el siglo VI a.C. en Grecia, como resultado de los diferentes cuestionamientos que el hombre comenzó a hacerse sobre las cosas que le rodeaba; es por esto que la filosofía nace como un forma racional de explicar los fenómenos que suceden en la naturaleza, a través de la promoción de las propias capacidades humanas y marcando distancia de las explicaciones míticas, que para esa época, predominaban en esa cultura.

FORMA DE CONOCER Y CONOCERSE – TODO EMPIEZA CON UNA PREGUNTA














El destino (también llamado fátum, hado o sino) es el poder sobrenatural inevitable e ineludible que, según se cree, guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido, de forma necesaria y fatal, en forma opuesta a la del libre albedrío o libertad.




 LOS PRESOCRÁTICOS
Los filósofos presocráticos fueron los primeros pensadores que rompieron con las formas míticas de pensamiento para empezar a edificar una reflexión racional. Es decir, fueron los primeros que iniciaron el llamado «paso del mito al logos », proceso propiciado por las especiales características de espíritu crítico y condiciones sociales que permitieron una especulación libre de ataduras a dogmas y textos sagrados. En este sentido, son tanto filósofos como cosmólogos, físicos o, más en general, «sabios». Y, aunque comparten algunas características comunes, no forman un grupo bien definido sino que se dividen en diversas escuelas de pensamiento, a veces muy alejadas unas de otras.
El pensamiento de los presocráticos plantea el problema de la ruptura o de la continuidad respecto del pensamiento anterior y respecto de las influencias del pensamiento oriental. Olvidada ya la tesis de un pretendido «milagro griego», los autores contemporáneos destacan tanto las raíces basadas en el pensamiento mítico del primer pensamiento presocrático (especialmente se destaca la influencia de la cosmogonía mítica de Homero y de Hesíodo), como la recepción de determinados desarrollos intelectuales (especialmente de la astronomía y la matemática) del pensamiento oriental (fundamentalmente caldeo, babilonio, persa y egipcio). Pero, si bien se dan estas influencias, también se destaca el aspecto radicalmente innovador y crítico del pensamiento de los primeros filósofos. Entre los milesios (Tales, Anaximandro y Anaxímenes) se desarrollará una cosmología y una cosmogonía sin referencia a dioses ni entidades sobrenaturales, en lugar de ello, se explica a partir de los conceptos de physis (naturaleza), arkhé (principio rector) y cosmos (orden). Ya no se trata de una concepción mítica que intenta explicar apelando a unos orígenes remotos y a una historia, sino que se trata de una verdadera teoría
El pleito sobre los honorarios 
La paradoja lógica que voy a relatar se le planteó al filósofo griego Protágoras hace unos 2.400 años aproximadamente. Protágoras fue uno de los precursores del movimiento sofista. Según algunos de sus contemporáneos fue el primero que sostuvo que sobre una misma cuestión existen dos discursos mutuamente opuestos.
Durante años enseñó sus conocimientos a los hijos de las familias pudientes griegas, por los que cobró grandes sumas de dinero. Los cursos eran rápidos y eficaces, y entre las enseñanzas transmitidas gran parte la ocupaban tanto la retórica como la argumentación. Para que os hagáis una idea, las escuelas sofistas eran, en aquél entonces, lo que hoy pueden ser las universidades privadas. Las enseñanzas de los sofistas eran muy valiosas para aquellos que quisieran hacer carrera política o judicial.

El pleito de los honorarios se plantea entre el maestro Protágoras y su discípulo Evatlo al que acoge en su academia con la condición de que le pagara los honorarios del curso cuando ganase su primer pleito. Terminado el curso Evatlo no tuvo ningún cliente y Protágoras, que era sofista pero no estoico, demandó a su discípulo.

Los argumentos expuestos fueron los siguientes:
Evatlo: Tanto si gano como si pierdo, en ningún caso tendré obligación de pagar a Protagoras. Si yo gano el pleito no tendré que pagar ya que el Juez habrá desestimado la demanda. Si lo pierdo, entonces, no habré ganado mi primer pleito y por lo tanto no se habrá cumplido la condición que hacía exigible la obligación de pago de los honorarios.
Protágoras: Tanto si gano como si pierdo este pleito, Evatlo siempre tendrá obligación de pagarme. Si yo gano la demanda, por definición tendrá que pagarme pues esta es la cuestión que se ventila en este pleito. Y si la pierdo, también tendrá que pagarme porque significará que ha ganado su primer pleito; es decir se habrá cumplido la condición de nuestro acuerdo.
¿Quién  tenía razón?
El origen de la paradoja reside en el hecho de que tanto Protágoras como su alumno primero aceptan la autoridad del tribunal pero después, si el veredicto no les favorece, deciden no someterse. Dicho de otra manera: más que una paradoja este es un caso de mala fe por parte de maestro y alumno. La finalidad del pleito es resolver el conflicto entre las partes. Pero deja de tener sentido si dichas partes condicionan su acatamiento al resultado.
Conclusión: Si no van a jucicio, pues no hay paradoja. Si van a jucicio, tendrán que acatar lo que decida el tribunal y listo.
Evidentemente Protagoras perdería la demanda, dado que al momento de presentarla aun no nacia su derecho a demandar, dado que Evtalio no habia tenido su primer juicio y por ende no habia nacido la obligacion de pago.
Lo que hizo Protagoras, inteligentemente, fue provocar "el primer juicio ganado de Evtalio". Al concluir éste nacería la obligación de pago y si Evtalio no paga, Protagoras estaría en aptitud de demandar nuevamente y ahora si ganaría.






SÓCRATES
Sócrates nació en Atenas el año 470 a. c. de una familia de clase media. Su padre era escultor y su madre comadrona, lo que ha dado lugar a alguna comparación entre el oficio de su madre y la actividad filosófica de Sócrates. Los primeros años de la vida de Sócrates coinciden, pues, con el período de esplendor de la sofística en Atenas.
El interés de la reflexión filosófica se centraba entonces en torno al ser humano y la sociedad, abandonando el predominio del interés por el estudio de la naturaleza. Probablemente Sócrates se haya iniciado en la filosofía estudiando los sistemas de Empédocles, Diógenes de Apolonia y Anaxágoras, entre otros. Pero pronto orientó sus investigaciones hacia los temas más propios de la sofística.
Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron iniciativa de sus seguidores. Acerca de su actividad filosófica nos han llegado diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los de Jenofonte, Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas. Si creemos a Jenofonte, a Sócrates le interesaba fundamentalmente la formación de hombres de bien, con lo que su actividad filosófica quedaría reducida a la de un moralista práctico: el interés por las cuestiones lógicas o metafísicas sería algo completamente ajeno a Sócrates. Poco riguroso se considera el retrato que hace Aristófanes de Sócrates en "Las nubes", donde aparece como un sofista jocoso y burlesco, y que no merece mayor consideración.
El rechazo del relativismo de los sofistas llevó a Sócrates a la búsqueda de la definición universal, que pretendía alcanzar mediante un método inductivo; probablemente la búsqueda de dicha definición universal no tenía una intención puramente teórica, sino más bien práctica. Tenemos aquí los elementos fundamentales del pensamiento socrático...

Los sofistas habían afirmado el relativismo gnoseológico y moral. Sócrates criticará ese relativismo, convencido de que los ejemplos concretos encierran un elemento común respecto al cual esos ejemplos tienen un significado. Si decimos de un acto que es "bueno" será porque tenemos alguna noción de "lo que es" bueno; si no tuviéramos esa noción, ni siquiera podríamos decir que es bueno para nosotros pues, ¿cómo lo sabríamos? Lo mismo ocurre en el caso de la virtud, de la justicia o de cualquier otro concepto moral. Para el relativismo estos conceptos no son susceptibles de una definición universal: son el resultado de una convención, lo que hace que lo justo en una ciudad pueda no serlo en otra. Sócrates, por el contrario, está convencido de que lo justo ha de ser lo mismo en todas las ciudades, y que su definición ha de valer universalmente. La búsqueda de la definición universal se presenta, pues, como la solución del problema moral y la superación del relativismo.

LOS SOFISTAS
Pensadores que en el siglo quinto antes de Cristo se dedicaban a enseñar principalmente retórica, o sea el arte de hablar bien y de la erística, o arte de persuadir y convencer, su objetivo era dar la formación a los jóvenes, que ellos consideraban necesaria, para dedicarse a la política.

La inestable situación política de Grecia obligaba a la gente libre a intervenir más en los asuntos del Estado en virtud de la disparidad de las doctrinas filosóficas existentes.
Los sofistas no creían en el ideal de la verdad absoluta y priorizaban el concepto de utilidad, enseñando la virtud como la capacidad de ser eficaz en política, toda moral y cultura proviene del hombre y este concepto los llevó a romper con el pensamiento tradicional que los llevó a un escepticismo y relativismo subjetivo, no existía un conocimiento válido y necesario,  esta forma de pensar los convirtió en los primeros en incursionar en una teoría del conocimiento.

Las doctrinas de Parménides y Heráclito llevaron a una actitud escéptica sobre la validez de la percepción de los sentidos, ya que si según Parménides el Ser es estático, inmóvil, eterno y el movimiento ilusorio; la percepción nos engaña; o si según Heráclito todo está cambiando sin cesar y lo único seguro es el cambio, también es imposible darle crédito a lo que percibimos.

La opinión de filósofos prominentes antes de Sócrates y Platón, aún se contradecían unos a otros porque todavía no habían surgido pensadores capaces de hacer una síntesis superior, con lo verdadero de ambas posturas.

Platón fue el que brindó la posibilidad de tener en cuenta la mutabilidad y la estabilidad de las cosas y también la reflexión sobre las civilizaciones y las culturas.
Estas diferencias hacían que se cuestionaran sobre si las distintas formas de vivir y los diferentes códigos religiosos y éticos eran producto del hombre y en consecuencia mutables o bien impuestos por ley, o tal vez dependían de la naturaleza, o podían ser verdades reveladas en forma sagrada o divina.

Protágoras, el más notable de los sofistas, se ocupaba del microcosmos más que del macrocosmos, o sea del hombre, como el misterio más grande, su civilización y sus costumbres.

El sofismo sirvió de transición a la fase de la filosofía de Platón y Aristóteles que siempre los consideraron en forma peyorativa.









Platón fue un filósofo griego vivió aprox. 427 y el 347 antes de nuestra era. Nació probablemente en Atenas, y como hijo de una familia aristócrata recibió la educación habitual de los jóvenes adinerados de Grecia. En él influyeron profundamente el reconocido filósofo Sócrates y los discípulos del filósofo y matemático Pitágoras.
Viajó por el Mediterráneo e intervino en la vida política de Siracusa (Sicilia) regresó a Atenas, donde fundó la Academia. Esta institución educativa, a menudo considerada como la primera universidad europea, llegó a ser un centro de investigaciones matemáticas y filosóficas.


Platón tenía un profundo interés en la vida después de la muerte, estaba firmemente convencido de que “el alma sobrevive a su encarnación actual para ser debidamente recompensada o castigada” en el más allá según la vida que haya llevado la persona en la Tierra.
Durante los nueve siglos que funcionó la Academia de Platón —del 387 antes de nuestra era al 529 de nuestra era—, esta ejerció una función muy influyente. Las doctrinas platónicas se propagaron en las regiones dominadas por Grecia y Roma. El filósofo judío Filón de Alejandría adoptó el platonismo, como hicieron muchos líderes religiosos de la cristiandad.
La teoría de las Ideas representa el núcleo de la filosofía platónica, el eje a través del cual se articula todo su pensamiento. No se encuentra formulada como tal en ninguna de sus obras, sino tratada, desde diferentes aspectos, en varias de sus obras de madurez como "La República", "Fedón" y "Fedro".
Una de las primeras consecuencias que se ha extraído de esta presentación tradicional de la teoría de las Ideas es, pues, la "separación" entre la realidad inteligible, llamada también mundo inteligible ("kósmos noetós") y la realidad sensible o mundo visible ("kósmos horatós"), que aboca a la filosofía platónica a un dualismo que será fuente de numerosos problemas para el mantenimiento de la teoría, y que Aristóteles señalará como uno de los obstáculos fundamentales para su aceptación.
Lo inteligible
En cuanto a las Ideas, en la medida en que son el término de la definición universal representan las "esencias" de los objetos de conocimiento, es decir, aquello que está comprendido en el concepto; pero con la particularidad de que no se puede confundir con el concepto, por lo que las Ideas platónicas no son contenidos mentales, sino objetos a los que se refieren los contenidos mentales designados por el concepto, y que expresamos a través del lenguaje. Esos objetos o "esencias" subsisten independientemente de que sean o no pensados, son algo distinto del pensamiento, y en cuanto tales gozan de unas características similares a las del ser parmenídeo. Las Ideas son únicas, eternas e inmutables y, al igual que el ser de Parménides, no pueden ser objeto de conocimiento sensible, sino solamente cognoscibles por la razón. No siendo objeto de la sensibilidad, no pueden ser materiales. Y sin embargo Platón insiste en que son entidades que tienen una existencia real e independiente tanto del sujeto que las piensa como del objeto del que son esencia, dotándolas así de un carácter trascendente. Además, las Ideas son el modelo o el arquetipo de las cosas, por lo que la realidad sensible es el resultado de la copia o imitación de las Ideas. Para los filósofos pluralistas la relación existente entre el ser y el mundo tal como nosotros lo percibimos era el producto de la mezcla y de la separación de los elementos originarios (los cuatro elementos de Empédocles, las semillas de Anaxágoras o los átomos de Demócrito); también Platón deberá explicar cuál es la relación entre ese ser inmutable y la realidad sometida al cambio, es decir entre las Ideas y las cosas. Esa relación es explicada como imitación o como participación: las cosas imitan a las Ideas, o participan de las Ideas.

Lo sensible
Por su parte la realidad sensible se caracteriza por estar sometida al cambio, a la movilidad, a la generación y a la corrupción. El llamado problema del cambio conduce a Platón a buscar una solución que guarda paralelismos importantes con la propuesta por los filósofos pluralistas: siguiendo a Parménides hay que reconocer la necesaria inmutabilidad del ser, pero el mundo sensible no se puede ver reducido a una mera ilusión. Aunque su grado de realidad no pueda compararse al de las Ideas ha de tener alguna consistencia, y no puede ser asimilado simplemente a la nada. Es dudoso que podamos atribuir a Platón la intención de degradar la realidad sensible hasta el punto de considerarla una mera ilusión. La teoría de las Ideas pretende solucionar, entre otros, el problema de la unidad en la diversidad, y explicar de qué forma un elemento común a todos los objetos de la misma clase, su esencia, puede ser real; parece claro que la afirmación de la realidad de las Ideas no puede pasar por la negación de toda realidad a las cosas.

Las Ideas están jerarquizadas. El primer rango le corresponde a la Idea de Bien, tal como nos lo presenta Platón en la "República", aunque en otros diálogos ocuparán su lugar lo Uno, (en el "Parménides"), la Belleza, (en el "Banquete"), o el Ser, (en el "Sofista"), que representan el máximo grado de realidad, siendo la causa de todo lo que existe. A continuación vendrían las Ideas de los objetos éticos y estéticos, seguida de las Ideas de los objetos matemáticos y finalmente de las Ideas de las cosas. Platón intenta también establecer una cierta comunicación entre las Ideas y, según Aristóteles, terminó por identificar las Ideas con los números, identificación de la que sí tenemos constancia que realizaron los continuadores de la actividad platónica en la Academia.
El hilemorfismo es una Doctrina aristotélica seguida por la mayoría de los escolásticos según la cual los cuerpos se hallan constituidos por materia y forma; la materia es lo informe, la sustancia amorfa, mientras que la forma es la determinación de la materia.
"según el hilemorfismo, no puede existir una materia sin forma, pero sí al contrario, un principio formal independiente: el puro concepto o el ser permanente de las cosas"
Aristóteles, nació en Estagira, Macedonia, el año 384 a. de J.C. y murió en 322 a. de J.C. Fue discípulo de Platón y maestro de Alejandro Magno. Creó su "Liceo" que fue tan prestigioso como la "Academia".
Su filosofía se caracteriza por ser un movimiento filosófico y científico basado en la experimentación. Concepción revolucionaria. En un panorama filosófico denominado por la ciencia del mundo exterior y la cosmología, creó un concepto de la sociedad, de la realidad y del hombre totalmente diferente. Enfatizó la transformación de su sociedad política porque afianzó la libertad democrática en su obra "Las Constituciones de Atenas", contra Filipo de Macedonia, quien reaccionó ordenando su muerte, ya que vislumbró que la democracia terminaría por derrotar al totalitarismo.
En el campo de la metafísica - hasta entonces denominado por Platón - en el que tenía predominio las ideas y por lo tanto el mundo ideal y dialéctico de la lógica y el pensamiento sobre la realidad y la experiencia, él decidió crear bases totalmente diferentes para constituir en ellas la filosofía y la ciencia.
Su gran revolución ideológica la hace precisamente en el campo de la teoría del conocimiento. Contra todos los filósofos que presumían la validez del conocimiento, él dice que sin experimentación no hay verdad.

Aristóteles da realidad a las ideas entendiéndolas como la esencia de las cosas reales - "Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos".
Frente a toda metafísica, a la filosofía cosmológica y frente al idealismo metafísico e intelectualista de Platón, la posición de Aristóteles no puede ser más radicalmente distinta.
Aristóteles inventa el empirismo, pues considera que todas las filosofías y las ciencias tienen que partir de las experiencias, es decir, de todas las sensaciones que nos ofrece el mundo de la percepción y del conocimiento sensible.
El mismo inventó y construyó por primera vez en Occidente casi todas las ciencias naturales más importantes, tales como la física, la química, la geografía y también las ciencias sociales más significativas como la ética, la política y el estudio de la sociedad.
En su obra "Organon", desarrolla una lógica y una epistemología que le permiten perfeccionar y alcanzar el conocimiento científico a la vez demostrativo y convalidadamente verdadero.
Creó su lógica para garantizarse un acceso sólido del conocimiento a la realidad. Cambió el curso de la filosofía al pensar que las ideas y los pensamientos no eran como lo creyó Platón. Insertó las ideas en el mundo real, tanto las cosas materiales que se ofrecen al conocimiento sensible, como las ideas y conceptos. Desde entonces las ideas no flotan en vacío ideal sino que existen en las cosas mismas de la realidad. Al mismo tiempo que fue el creador del "empirismo epistemológico", fue también gestor del "realismo metafísico". Hay una realidad exterior que puede ser accesible al conocimiento empírico.
Aristóteles deja de depender de las ideas y desarrolla su concepción hilemorfista, que consiste en que las esencias o sustancias de las cosas reales tienen una realidad DUAL; ellas son : Materia y Forma y en sus relaciones de unas cosas, causa y/o efecto.
Sobre este concepto de casualidad de : "No hay efecto sin causa" y "todo efecto debe ser proporcionado a su causa", se construirá toda la ciencia antigua, moderna y contemporánea.

Sobre el principio de la relación entre materia y forma, se elaboraron la psicología, la sociología y la política, así como, por supuesto, una nueva antropología filosófica. Para la esencia del hombre, el cuerpo es la materia y la forma es el alma.
Aristóteles es el inventor, en Occidente, del concepto del alma como primer principio, primera fuerza o energía, que da origen a la vida, a la sensación y a la intelección. La estructura integrada del plano biológico y reflexivo intelectual del hombre de una manera unitaria y teleológica. En virtud de lo cual, todas las partes que constituyen el organismo humano están al servicio supremo, del que éste emplee su finalidad de supervivencia, integridad, perfeccionamiento y desarrollo individual.

En lo primero que define a Dios como la "suprema causa" y el "motor fundamental del Universo". Entre sus obras principales, además de la metafísica, como teoría de las causas primeras, está su : "De Anima" o "Del Alma", que es el primer tratado científico de la filosofía y de la psicología. También inventó la lógica o arte y ciencia del pensamiento correcto que distingue los falsos modos de razonar como los Sofismas y los Paralogismos y la falacia comprendida en sus libros.
Fue Aristóteles quien introdujo la denominación de Etica para designar lo concerniente a los principios del bien y del mal; y, de "Filosofía Práctica", para la disciplina que dicta las reglas a que debe someterse la conducta humana . Según Aristóteles, la virtud es el objeto de la Etica, mientras que la moralidad lo es de la Filosofía Práctica. Hay, no obstante, confusiones posteriores debidas a las traducción; así por ejemplo, CICERON tradujo la palabra griega "ético" a la latina "moralis", y SENECA llamó a la ética "Philisophia Moralis". Desde entonces aparecen con más frecuencia estos tres nombres : Etica, Filosofía Moral y Filosofía Práctica ç, designando, con leves matices de diferencia, la misma disciplina filosófica. Sin embargo, desde la Antigüedad hasta el presente, la expresión Filosofía Práctica no se refiere exclusivamente a lo ético, sino que abarca también la Política, la Economía y el Derecho.





El hilemorfismo es una Doctrina aristotélica seguida por la mayoría de los escolásticos según la cual los cuerpos se hallan constituidos por materia y forma; la materia es lo informe, la sustancia amorfa, mientras que la forma es la determinación de la materia.
"según el hilemorfismo, no puede existir una materia sin forma, pero sí al contrario, un principio formal independiente: el puro concepto o el ser permanente de las cosas"
Aristóteles, nació en Estagira, Macedonia, el año 384 a. de J.C. y murió en 322 a. de J.C. Fue discípulo de Platón y maestro de Alejandro Magno. Creó su "Liceo" que fue tan prestigioso como la "Academia".
Su filosofía se caracteriza por ser un movimiento filosófico y científico basado en la experimentación. Concepción revolucionaria. En un panorama filosófico denominado por la ciencia del mundo exterior y la cosmología, creó un concepto de la sociedad, de la realidad y del hombre totalmente diferente. Enfatizó la transformación de su sociedad política porque afianzó la libertad democrática en su obra "Las Constituciones de Atenas", contra Filipo de Macedonia, quien reaccionó ordenando su muerte, ya que vislumbró que la democracia terminaría por derrotar al totalitarismo.
En el campo de la metafísica - hasta entonces denominado por Platón - en el que tenía predominio las ideas y por lo tanto el mundo ideal y dialéctico de la lógica y el pensamiento sobre la realidad y la experiencia, él decidió crear bases totalmente diferentes para constituir en ellas la filosofía y la ciencia.
Su gran revolución ideológica la hace precisamente en el campo de la teoría del conocimiento. Contra todos los filósofos que presumían la validez del conocimiento, él dice que sin experimentación no hay verdad.

Aristóteles da realidad a las ideas entendiéndolas como la esencia de las cosas reales - "Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos".
Frente a toda metafísica, a la filosofía cosmológica y frente al idealismo metafísico e intelectualista de Platón, la posición de Aristóteles no puede ser más radicalmente distinta.
Aristóteles inventa el empirismo, pues considera que todas las filosofías y las ciencias tienen que partir de las experiencias, es decir, de todas las sensaciones que nos ofrece el mundo de la percepción y del conocimiento sensible.
El mismo inventó y construyó por primera vez en Occidente casi todas las ciencias naturales más importantes, tales como la física, la química, la geografía y también las ciencias sociales más significativas como la ética, la política y el estudio de la sociedad.
En su obra "Organon", desarrolla una lógica y una epistemología que le permiten perfeccionar y alcanzar el conocimiento científico a la vez demostrativo y convalidadamente verdadero.
Creó su lógica para garantizarse un acceso sólido del conocimiento a la realidad. Cambió el curso de la filosofía al pensar que las ideas y los pensamientos no eran como lo creyó Platón. Insertó las ideas en el mundo real, tanto las cosas materiales que se ofrecen al conocimiento sensible, como las ideas y conceptos. Desde entonces las ideas no flotan en vacío ideal sino que existen en las cosas mismas de la realidad. Al mismo tiempo que fue el creador del "empirismo epistemológico", fue también gestor del "realismo metafísico". Hay una realidad exterior que puede ser accesible al conocimiento empírico.
Aristóteles deja de depender de las ideas y desarrolla su concepción hilemorfista, que consiste en que las esencias o sustancias de las cosas reales tienen una realidad DUAL; ellas son : Materia y Forma y en sus relaciones de unas cosas, causa y/o efecto.
Sobre este concepto de casualidad de : "No hay efecto sin causa" y "todo efecto debe ser proporcionado a su causa", se construirá toda la ciencia antigua, moderna y contemporánea.
Sobre el principio de la relación entre materia y forma, se elaboraron la psicología, la sociología y la política, así como, por supuesto, una nueva antropología filosófica. Para la esencia del hombre, el cuerpo es la materia y la forma es el alma.
Aristóteles es el inventor, en Occidente, del concepto del alma como primer principio, primera fuerza o energía, que da origen a la vida, a la sensación y a la intelección. La estructura integrada del plano biológico y reflexivo intelectual del hombre de una manera unitaria y teleológica. En virtud de lo cual, todas las partes que constituyen el organismo humano están al servicio supremo, del que éste emplee su finalidad de supervivencia, integridad, perfeccionamiento y desarrollo individual.

En lo primero que define a Dios como la "suprema causa" y el "motor fundamental del Universo". Entre sus obras principales, además de la metafísica, como teoría de las causas primeras, está su : "De Anima" o "Del Alma", que es el primer tratado científico de la filosofía y de la psicología. También inventó la lógica o arte y ciencia del pensamiento correcto que distingue los falsos modos de razonar como los Sofismas y los Paralogismos y la falacia comprendida en sus libros.

Fue Aristóteles quien introdujo la denominación de Ética para designar lo concerniente a los principios del bien y del mal; y, de "Filosofía Práctica", para la disciplina que dicta las reglas a que debe someterse la conducta humana . Según Aristóteles, la virtud es el objeto de la Ética, mientras que la moralidad lo es de la Filosofía Práctica. Hay, no obstante, confusiones posteriores debidas a las traducción; así por ejemplo, CICERÓN tradujo la palabra griega "ético" a la latina "moralis", y SÉNECA llamó a la ética "Philisophia Moralis". Desde entonces aparecen con más frecuencia estos tres nombres : Ética, Filosofía Moral y Filosofía Práctica ç, designando, con leves matices de diferencia, la misma disciplina filosófica. Sin embargo, desde la Antigüedad hasta el presente, la expresión Filosofía Práctica no se refiere exclusivamente a lo ético, sino que abarca también la Política, la Economía y el Derecho.





SAN AGUSTÍN
No hay una distinción clara entre razón y fe en la obra de San Agustín, lo que marcará el discurrir de todo su pensamiento. Existe una sola verdad, la revelada por la religión, y la razón puede contribuir a conocerla mejor. "Cree para comprender", nos dice, en una clara expresión de predominio de la fe; sin la creencia en los dogmas de la fe no podremos llegar a comprender la verdad, Dios y todo lo creado por Dios (la sabiduría de los antiguos no sería para él más que ignorancia); "comprende para creer", en clara alusión al papel subsidiario, pero necesario, de la razón como instrumento de aclaración de la fe: la fe puede y debe apoyarse en el discurso racional ya que, correctamente utilizado, no puede estar en desacuerdo con la fe, afianzando el valor de ésta. Esta vinculación profunda entre la razón y la fe será una característica de la filosofía cristiana posterior hasta la nueva interpretación de la relación entre ambas aportada por santo Tomás de Aquino, y supone una clara dependencia de la filosofía respecto a la teología.

No llega a elaborar una teoría del conocimiento pero se ocupará del problema del conocimiento, tratando de establecer las condiciones en las que se puede dar el conocimiento de la verdad, según el ideal cristiano de la búsqueda de Cristo y la sabiduría.

Distinguirá San Agustín varios tipos de conocimiento, asegurada su posibilidad: el conocimiento sensible y el conocimiento racional; el conocimiento racional, a su vez, podrá ser inferior y superior. El conocimiento sensible es el grado más bajo de conocimiento y, aunque realizado por el alma, los sentidos son sus instrumentos; este tipo de conocimiento sólo genera en mí opinión, doxa, tipo de conocimiento sometido a modificación, dado que versa sobre lo mudable (puede observarse la clara dependencia platónica del pensamiento agustiniano); al depender del objeto (mudable) y de los sentidos (los instrumentos) cualquier deficiencia en ellos se transmitirá al conocimiento que tiene el alma de lo sensible. El verdadero objeto de conocimiento no es lo mudable, sino lo inmutable, donde reside la verdad. Y el conocimiento sensible no me puede ofrecer esta verdad.

El conocimiento racional, en su actividad inferior, se dirige al conocimiento de lo que hay de universal y necesario en la realidad temporal, y es el tipo de conocimiento que podemos llamar ciencia (como los conocimientos matemáticos). Ese tipo de conocimiento depende del alma, pero se produce a raíz del "contacto" con la realidad sensible, siendo ésta la ocasión que permite que la razón origine tales conocimientos universales.

El conocimiento racional, en su actividad superior, es llamado por San Agustín sabiduría; es el auténtico conocimiento filosófico: el conocimiento de las verdades universales y necesarias, las ideas, siguiendo a Platón. Hay, pues, una gradación del conocimiento, desde los niveles más bajos, sensibles, hasta el nivel más elevado, lo inteligible, la idea: "Las ideas son formas arquetípicas o esencias permanentes e inmutables de las cosas, que no han sido formadas sino que, existiendo eternamente y de manera inmutable, se hallan contenidas en la inteligencia divina"








SANTO TOMÁS DE AQUINO
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) fue el más importante intelectual de la Alta Edad Media, el hombre que integró el sistema filosófico de Aristóteles, el concepto de la ley natural y la teología cristiana para forjar el “tomismo”, una asombrosa síntesis de filosofía, teología y ciencias humanas. Este joven italiano nació en la aristocracia, hijo de Landolfo, conde de Aquino en Rocca Seca en el reino de Nápoles. Estudió a temprana edad con los benedictinos y luego en la Universidad de Nápoles. A los 15 años, intentó entrar en la nueva orden de los dominicos, pero sus padres le impidieron físicamente hacerlo, manteniéndole encerrado durante dos años.
Se unió a los dominicos y luego estudió en Colonia y finalmente en París y enseñó allí y en otros centros universitarios europeos. Aquino era tan corpulento que se decía que tenía que recortarse una gran sección de la mesa de comidas para que se pudiera sentar en ella.
Escribió numerosas obras, empezando por sus Comentarios a las sentencias de Pedro Lombardo en la década de 1250 y terminando con su magistral y enormemente influyente Summa Theologica en tres partes, escrita entre 1265 y 1273,  estableciendo el tomismo como corriente principal de la TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA católica para los próximos siglos.
TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA
La escolástica (del latín scholasticus, y éste a su vez del griego σχολαστικός ‘aquel que pertenece a la escuela’) es una corriente teológica y filosófica que utilizó parte de la filosofía grecolatina clásica para comprender la revelación religiosa del cristianismo.
Trabajó sobre una rica tradición canónica, románica y teológica, siguiendo a su reverenciado maestro, San Alberto Magno, y los demás teólogos del siglo anterior al insistir en el precio justo para todos los intercambios y, descontento con el credo legista más liberal de la libre negociación hasta el supuesto punto de la laesio enormis, al afirmar que la ley divina, que debe imponerse sobre la ley humana, demanda una completa virtud o el precio justo preciso.
Santo Tomás fue claramente aristotélico en adoptar la postura mordaz de este último de que el determinante del valor de intercambio era la necesidad o utilidad de los consumidores, expresada en su demanda de productos, incorporando al pensamiento económico este aspecto protoaustriaco del valor basado en la demanda y utilidad.
Redescubrió la postura errónea de Aristóteles del intercambio como “igualador” de valores, junto con la indescifrable relación zapatero-constructor. Por desgracia en el curso del Comentario a la Ética a Nicómaco de Aristóteles, Tomás siguió a San Alberto al parecer añadir a la utilidad, como determinante del valor de intercambio, el trabajo más los gastos, dando la idea de que Santo Tomás había añadido a la teoría de la utilidad del valor de Aristóteles una teoría del coste de producción (trabajo más costes) o incluso reemplazado la teoría de la utilidad por una de costes.

Además hay muchos indicadores de que Aquino compartía la opinión común de los eclesiásticos de su tiempo y los anteriores de que el precio justo era el precio común del mercado. Sí es así, difícilmente podría defender también que el precio justo equivaliera al coste de producción, pues ambos pueden diferir y difieren. Así que su conclusión en la Summa era que “el valor de los bienes económicos es el que procede del uso humano y se mide con un precio monetario, para cuyo propósito se inventó el dinero”. Particularmente reveladora es una réplica que hizo Aquino ya en 1262 en una carta a Jacopo da Viterbo, un profesor del monasterio dominico de Florencia y posteriormente arzobispo de Nápoles. En su carta, Aquino se refería al precio común del mercado como el precio normativo y justo con el que comparar otros contratos.
No debería sorprender que Aquino, al contrario que Aristóteles, fuera altamente favorable hacia las actividades de los mercaderes. El beneficio mercantil, declaraba, era un estipendio por el trabajo del mercader y un premio por asumir los riesgos del transporte. En un comentario a la Política de Aristóteles (1272), Aquino advierte agudamente que mayores riesgos en el transporte marítimo generaban mayores beneficios para los mercaderes.
A partir de la teoría del dinero de Aristóteles, Aquino apuntaba su indispensabilidad como medio de intercambio, “medida” de expresión de valores y unidad de cuenta. Al contrario que Aristóteles, a Aquino no le asustaba la idea de un dinero fluctuando en el mercado.

La idea de Santo Tomás del consumo del dinero llevaba a un cambio curioso en la cuestión de la usura. En contraste con todos los teóricos desde Graciano, el pecado ahora residía no en cobra interés en un préstamo per se, sino sólo en un bien (el dinero) que desaparece. Por tanto, para Aquino, cargar un interés en un préstamo de bienes en especie no sería condenable como “usura”.
Aquino otorgó entonces su enorme autoridad a la opinión de que la societas era perfectamente lícita y no era usura. Declaró sucintamente que el inversor del dinero no transfiere su propiedad a un miembro activo, que la propiedad la retiene el inversor, así que arriesga su dinero y puede legítimamente obtener una ganancia por la inversión. Sin embargo, aquí el problema es que Aquino abandona en este caso su propia tesis de que la propiedad del dinero es lo mismo que su uso. Como el uso del dinero se transfería al miembro activo, por tanto, sobre la propia base de Santo Tomás, debería haber condenado todas las sociedades, incluida la societas, como ilícitas y usura. Viendo el mundo del siglo XIII en el que florecían las societas y eran esenciales para la vida comercial y económica, era impensable para Aquino llevar a la economía al caos, condenando este bien establecido instrumento de comercio y finanzas.
En lugar de asociar la propiedad con el uso de un bien consumible, Aquino aventura la idea de propiedad asociada a la incidencia del riesgo. El inversor arriesga su capital, por tanto retiene la propiedad de su inversión. Una salida aparentemente sensata, pero pobre: Aquino no sólo contradice así su propia extravagante teoría de la propiedad, también deja de advertir que, después de todo, no toda la propiedad tiene que ser particularmente arriesgada. Otro problema es que el que toma riesgos obtiene un beneficio de la inversión del dinero, que se supone que es estéril. En lugar de decir que todo el beneficio debería ir al miembro activo, Santo Tomás dice explícitamente que el capitalista recibe correctamente la “ganancia que viene de ahí”, es decir del uso de su dinero, “como de su propiedad”. Parece como si Santo Tomás tratara aquí al dinero como fértil y productivo, ofreciendo una remuneración independiente al capitalista.


Santo Tomás  fue un firme creyente en el superioridad de la propiedad privada frente a la comunal y en la propiedad de los recursos. La propiedad privada se convierte en una característica necesaria del estado terrenal del hombre. Es la mejor garantía de una sociedad pacífica y ordenada y ofrece el máximo incentivo para el cuidado y el uso eficiente de la propiedad. Así, en la Summa, Santo Tomás escribe acertadamente: “todo hombre es más cuidadoso en procurarse lo que es para él, que lo que es común a muchos o a todos pues cada uno rehuiría el trabajo y dejaría a otro lo que concierna a la comunidad, como ocurre cuando hay un gran número de sirvientes”.

Además, al desarrollar la teoría legal romana de la adquisición, Aquino, anticipándose a la famosa teoría de John Locke, basó la adquisición original de la propiedad en dos factores básicos: trabajo y ocupación. El derecho inicial de toda persona es a la propiedad de sí mismo, en la opinión de Aquino en un “derecho de propiedad sobre sí mismo

Esta teoría de la propiedad por “ocupación” se ha considerado por muchos historiadores como antecedente de la teoría marxista del valor trabajo. Pero esta opinión confunde dos cosas muy diferentes: la determinación del valor económico o precio de un bien y una decisión sobre cómo los recursos no usados pasan a manos privadas. La opinión de Aquino-Juan de París-Locke es la “teoría del trabajo” (definiendo “trabajo” como el gasto de energía humana en lugar de trabajar por un salario) del origen de la propiedad, no una teoría del valor trabajo.


En contraste con su antecesor Aristóteles, la obra de Aquino tiene poco que reprochar. Por el contrario, su obra es un tratado de ley positiva, natural y divina. Aquino es muy consciente de que Dios en la Biblia dio al hombre el dominio sobre toda la tierra para su uso. La función del hombre es tomar los materiales que provee la naturaleza y, descubriendo la ley natural, moldear la realidad para alcanzar sus propósitos. Aunque Aquino apenas tiene alguna concepción del crecimiento económico o la acumulación de capital, está claro que considera al hombre un moldeador activo de su vida. Desaparece el ideal pasivo griego de conformarse a las condiciones dadas o a los requerimientos de la polis.








LAS CINCO VÍAS
Demostración de la existencia de Dios.
En la "Suma Teológica", primera parte, capítulos 2 y 3, encontramos formuladas las cinco pruebas tomistas de la demostración de la existencia de Dios, (conocidas como las "cinco vías"), que se exponen a continuación:
PRIMERA VÍA
Movimiento: nos consta por los sentidos que hay seres de este mundo que se mueven; pero todo lo que se mueve es movido por otro, y como una serie infinita de causas es imposible hemos de admitir la existencia de un primer motor no movido por otro, inmóvil. Y ese primer motor inmóvil es Dios.
La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve mas que en cuanto esta en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v. gr., el fuego hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino respecto a cosas diversas: lo que, v. gr., es caliente en acto, no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia es, a la vez frío. Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro. Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, ya éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios.
SEGUNDA VÍA
Eficiencia: nos consta la existencia de causas eficientes que no pueden ser causa de sí mismas, ya que para ello tendrían que haber existido antes de existir, lo cual es imposible. Además, tampoco podemos admitir una serie infinita de causas eficiente, por lo que tiene que existir una primera causa eficiente incausada. Y esa causa incausada es Dios.
La segunda vía se basa en causalidad eficiente. Hallamos que en este mundo de lo sensible hay un orden determinado entre las causas eficientes; pero no hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible. Ahora bien, tampoco se puede prolongar indefinidamente la serie de las causas eficientes, porque siempre que hay causas eficientes subordinadas, la primera es causa de la intermedia, sea una o muchas, y ésta causa de la última; y puesto que, suprimida una causa, se suprime su efecto, si no existiese una que sea la primera, tampoco existiría la intermedia ni la última. Si, pues, se prolongase indefinidamente la serie de causas eficientes, no habría causa eficiente primera, y, por tanto, ni efecto último ni causa eficiente intermedia, cosa falsa a todas luces. Por consiguiente, es necesario que exista una causa eficiente primera, a la que todos llaman Dios.
TERCERA VÍA
ontingencia: hay seres que comienzan a existir y que perecen, es decir, que no son necesarios; si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno, pero existen, por lo que deben tener su causa, pues, en un primer ser necesario , ya que una serie causal infinita de seres contingentes es imposible. Y este ser necesario es Dios.
La tercera vía considera el ser posible o contingente y el necesario, y puede formularse así. Hallamos en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se destruyen, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que los seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía. Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna, porque lo que no existe no empieza a existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada existía, fue imposible que empezase a existir cosa alguna, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por consiguiente, no todos los seres son posibles o contingentes, sino que entre ellos forzosamente, ha de haber alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto al tratar de las causas eficientes, aceptar una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios.
CUARTA VÍA
Grados de perfección: observamos distintos grados de perfección en los seres de este mundo (bondad, belleza,...) Y ello implica la existencia de un modelo con respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente verdadero, un ser supremo. Y ese ser supremo es Dios.
La cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los seres. Vemos en los seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles que otros, y lo mismo sucede con las diversas cualidades. Pero el más y el menos se atribuye a las cosas Según su diversa proximidad a lo máximo, y por esto se dice lo más caliente de lo que más se aproxima al máximo calor. Por tanto, ha de existir algo que sea verísimo, nobilísimo y óptimo, y por ello ente o ser supremo; pues, como dice el Filósofo, lo que es verdad máxima es máxima entidad. Ahora bien, lo máximo en cualquier género es causa de todo lo que en aquel género existe, y así el fuego, que tiene el máximo calor, es causa del calor de todo lo caliente, según dice Aristóteles. Existe, por consiguiente, algo que es para todas las cosas causa de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios.
QUINTA VÍA
Finalidad: observamos que seres inorgánicos actúan con un fin; pero al carecer de conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si son dirigidos por un ser inteligente. Luego debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas las cosas naturales dirigiéndolas a su fin . Y ese ser inteligente es Dios.
La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que cosas que carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a su fin, ya éste llamamos Dios.









ARS ANTIQUA

(para escuchar pulsar imagen)






ARS NOVA
(para escuchar pulsar imagen)








Ars nova es una expresión debida al teórico Philippe de Vitry que designa la producción musical, tanto francesa como italiana, después de las últimas obras del ars antiqua hasta el predominio de la escuela de Borgoña, que ocupará el primer puesto en el panorama musical de Occidente en el siglo XV.
La polifonía medieval alcanza su máxima perfección. Algunos compositores, además de Vitry, destacados de esta época son Guillaume de Machaut o Francesco Landini.




Hacia el siglo XVII se dio una crisis general que cambió toda la concepción del mundo renacentista. La muerte de Reyes, el abandono del campo por las sequías y las plagas, la hostilidad y muerte que ocasionó la Reforma Protestante y posterior Contrarreforma católica, la revolución astronómica y cosmológica que llenó de inseguridad al hombre acostumbrado a ser el centro y pieza fundamental del Universo y por último la decadencia política, hace que los hombres de la época dejen de confiar en las instituciones, moralidad y ciencia.

 Hay una tendencia artística con interés en disfrutar durante la breve existencia del hombre, el interés por la vida fácil y la imaginación que sirve de escape a una realidad miserable cotidiana, y  l pesimismo,  consuelo religioso y metafísico del destino inexorable del hombre la inevitable muerte).
Renacimiento que nace en Italia, y el Barroco nació en España que surgió por unas causas sociales españolas determinadas y que repercutió en Europa.
RENACIMIENTO VS BARROCO.
La filosofía renacentista es la filosofía que se desarrolló en Europa desde el siglo XIV hasta el siglo XVI.
Se caracteriza por ser un humanismo, que se centra en la filosofía medieval, que siempre tuvo a Dios en el centro, pues su principal objetivo era justificar la existencia de Dios.
FILOSOFÍA RENACENTISTA
Se denomina renacimiento al momento histórico que comprende el movimiento cultural europeo transcurrido desde fines del siglo XIII durante la Edad Media y finaliza en el siglo XVII con el advenimiento de la Edad moderna.

Este movimiento que comenzó en Italia y se expandió por toda Europa en el siglo XV, impulsó un renovado interés en el saber y los valores clásicos.
Filosofía del Renacimiento
Inspirados en las antiguas culturas de Grecia y Roma, los artistas del Renacimiento crearon sus obras basadas en la observación del mundo visible aplicando en sus pinturas y esculturas los principios matemáticos de equilibrio, armonía y perspectiva.
En el ámbito de las letras, los humanistas rechazaron la ortodoxia religiosa, a favor del estudio de la naturaleza humana y surgieron obras que pusieron en evidencia las complejidades del carácter humano.
Este período filosófico principalmente crítico durante el cual se comienzan a cuestionar el dogma predominante como fundamento de toda filosofía se produce debido a distintos factores como por ejemplo una nueva interpretación de la filosofía griega, dando lugar a una corriente neoestoica, Lipsius, otra neoepicúrea, Valla, y un platonismo que trata de terminar con la tradición escolástica, sus métodos, el principio de autoridad y el modo de razonar, Nicolás de Cusa, Bruno, Campanella.
Esta crítica se extiende también a las formas de vivir, a las costumbres, a las tradiciones, y a la organización social y económica, Moro.
El impacto de los descubrimientos científicos de Copérnico y Kepler y Galileo produce un nuevo concepto de la naturaleza basado en la ciencia y el resurgir de la magia y la alquimia determinará el rumbo de la futura química.
Como reacción contra las estrictas bases morales y estéticas medievales el Renacimiento afirmó el culto a la belleza y exaltó las facultades humanas, la vida terrena y la naturaleza; y rehabilitó la mitología.
La búsqueda de la belleza constituye el principal objetivo del artista y centrándose las expresiones culturales de este período en lo psicológico, lo biográfico y la individualidad priorizando la autonomía por encima de la tradición, la doctrina y las reglas.
Los artistas tomaron conciencia como individuos con valor y personalidad propios, se sintieron atraídos por el conocimientos y comenzaron a estudiar anatomía, técnicas del claroscuro, leyes de perspectiva, modelos de la antigüedad clásica, etc.
Durante la segunda mitad del siglo XVI se inició la decadencia del Renacimiento cayendo en un rígido formalismo dejando paso al estilo barroco en todas las áreas del arte.
MAQUIAVELO
- Filosofía materialista
- Su pensamiento está dominado por el realismo político
- Considera la República como la mejor forma de gobierno posible

FILOSOFÍA DEL BARROCO
En el siglo XVII, el pensamiento racionalista, tuvo algunas de sus figuras más destacadas (Descartes, Leibniz, Spinoza), quienes relegaron la posibilidad de un saber revelado, y defendieron que la razón, es la principal fuente de conocimiento humano. Así se sentaron las bases del racionalismo.
Galileo Galilei: fue uno de los que más influyó en el pensamiento posterior, y uno de los fundadores del método experimental. Galileo anuncio las leyes de caída de los cuerpos a través de sus observaciones y refrendo la teoría helio-céntrica de Copernico. Debido a sus conclusiones fue sometido a un humillante proceso inquisitorial en donde fue obligado a abjurar de sus argumentos sobre el desplazamiento de la tierra alrededor del sol.
Rene Descartes: Un pensador que fundamento el racionalismo filosófico y científico. Partiendo de la crítica de los sentidos como forma de conocimiento ha de fundamentarse en la intuición de principios incuestionables; desde ese momento la razón elabora construcciones cada vez más abstractas siguiendo un método deductivo.







ERASMO DE ROTTERDAM
Nació en Róterdam, 28 de octubre de 1462 muriendo en Basilea el 12 de julio de 1536, también conocido en español como Erasmo de Rotterdam, fue un humanista, filósofo, filólogo y teólogo neerlandés, autor de importantes obras escritas en latín.
Erasmo hizo pensar a los sabios de su tiempo, y también, gracias a su lenguaje sencillo y agradable, a la gente común de aquellos años. Pero en los últimos años de su vida, el mundo se había vuelto muy ingrato. Católicos y Protestantes se enfrentaban unos contra otros, se mataban, torturaban, quemaban, y además, a veces se peleaban entre sí con tanto odio como si se tratara de los peores enemigos y no de compañeros de religión. Erasmo dijo hacia el final de sus días:
"Todos tienen estas palabras en la boca: EVANGELIO - PALABRA DIVINA - FE - CRISTO -ESPÍRITU, pero veo a muchos de ellos comportarse como si estuvieran poseídos por el demonio"
En ese momento de locura universal, donde la razón era asesinada por la pasión y la justicia por la violencia, unos y otros cometían las peores atrocidades en nombre del Dios del Amor. Los soldados y cañones reemplazaron a los argumentos. Erasmo pudo saber que en París, habían

MARTÍN LUTERO
Martín Lutero, nacido como Martin Luder, nació en Alemania el 10 de noviembre de 1483 muriendo el  18 de febrero de 1546, fue un teólogo y fraile católico agustino que comenzó e impulsó la reforma religiosa en Alemania, y en cuyas enseñanzas se inspiró la Reforma Protestante y la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo.
Lutero se caracterizó por exhortar a que la Iglesia cristiana regresara a las enseñanzas originales de la Biblia, impulsando con ello una reestructuración de las iglesias cristianas en Europa. La reacción de la Iglesia católica ante la reforma protestante fue la Contrarreforma. Sus contribuciones a la civilización occidental se llegan a considerar más allá del ámbito religioso, ya que sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión estándar de la lengua alemana y se convirtieron en un modelo en el arte de la traducción. Su matrimonio con Catalina de Bora el 13 de junio de 1525 inició un movimiento de apoyo al matrimonio sacerdotal dentro de muchas corrientes cristianas.​
Escribió 95 tesis contra la Iglesia católica de Roma con las que Martín Lutero inició la reforma protestante y creó una nueva forma de ver el mundo.
El día de Difuntos de hace 500 años, un monje agustino llamado Martín Lutero inició en Alemania una de las mayores revoluciones de la historia. La publicación de Cuestionamiento al poder y eficacia de las indulgencias (las famosas 95 tesis que, supuestamente, Lutero clavó a las puertas de la iglesia del Palacio de Wittenberg) en 1517 dio comienzo a una nueva era cuyos efectos en la religión, la cultura, la sociología y la economía siguen presentes en nuestros días.
LA RELIGIÓN CATÓLICA
 En los tiempos en que Lutero comenzó a desarrollar sus teorías, León X tomó posesión del papado con un gran desfile que imitaba una procesión del santísimo y en la que aparecía un cartel con el siguiente texto: «Antaño imperó Venus [Alejandro VI], luego Marte [Julio II], ahora empuña el cetro Palas Atenea». Más que el vicario de Cristo en la tierra, el papa se había convertido en un monarca, ocupado en los mismos asuntos mundanos que el resto de gobernantes de Europa. Como diría posteriormente Adriano VI: «El vicio ha venido a ser tan natural, que los con él manchados no sienten ya el hedor del pecado». Entre esas preocupaciones ocupaba un lugar destacado el dinero:la necesidad de recursos para costearse lujos y gastos de guerra impulsó el comercio con las indulgencias, la exención de pecados a cambio de dinero, contra cuyo tráfico se rebeló Lutero. El monje alemán lo hizo sin ser consciente de que su cuestionamiento acabaría provocando un cisma. Maximiliano Barrio, profesor de Historia Moderna de la Universidad de Valladolid habla de la «falta general de claridad dogmática» como una de las razones fundamentales para que se produjese esta situación: «El campo del error y de la verdad no estaba suficientemente deslindado. Lutero pensaba estar aún dentro de la Iglesia después de calificar al papa de Anticristo». Además, por culpa del Cisma de Aviñón (que durante medio siglo provocó que hubiese una bicefalia papal), «no era universalmente claro que el papado fuera esencial a la Iglesia. Al no poderse afirmar quién era el legítimo papa, se dejó de pensar en ello y la gente fue acostumbrándose a pasar sin papa. La reforma protestante recibió fuerte impulso del hecho que, para muchos, Lutero traía sólo la ansiada reforma, sin advertir que ponía en tela de juicio doctrinas esenciales de la Iglesia».
LA MORAL
La visión de Lutero es esencialmente pesimista: sostiene que la naturaleza humana tiene un carácter pecaminoso y niega el libre arbitrio. Así pues, la salvación depende de la misericordia de Dios. Pero lo verdaderamente crucial de su pensamiento es la idea de que la fe está por encima de las buenas obras. Para Miguel Ángel Quintana Paz, profesor de Ética de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, más que una solución, esto supone una «disolución» del problema de la salvación:«Quizá nuestras angustias no sean ya sobre el Más Allá, sino sobre el Más Acá, pero pueden mostrar un matiz parecido: ¿cómo sé que en esta vida (o la otra vida) me va a ir bien, siendo todo tan inseguro como es? ¿Cómo no preocuparme mucho por ello y, justo así, estropearme un tanto esa vida que quiero mejorar? Lutero nos invita a salir de ese círculo tomándonos lo más importante como si no dependiera de nosotros, notando que a veces el mejor modo de lograr algo es aceptar que no lo conseguiremos solo porque nos esforcemos cada vez más».

NICOLÁS DE MAQUIAVELO
Nació en Florencia el  3 de mayo de 1469-ib y murió el  21 de junio de 1527 fue un diplomático, funcionario, filósofo político y escritor italiano, considerado padre de la Ciencia Política moderna. Fue una figura relevante del Renacimiento italiano.
En 1513 escribió su tratado de doctrina política titulado El príncipe, póstumamente publicado en Roma en 1531.
Se encarga de la dirección de la guerra contra Pisa y redacta un discurso ante los Diez sobre la campaña. Sirvió como embajador del francés Luis XII, del emperador Maximiliano y (en Urbino) de César Borgia, de quien se erigió en el amigo de confianza. En 1512, al ser exonerado Piero Soderini, gonfaloniero de Florencia, por el cardenal Julio de Médicis, Maquiavelo perdió su puesto en la secretaría de estado.
En una famosa carta que dirigió al representante florentino en Roma, Francesco Vettori (10/12/1513), describe la vida, más bien rústica, que llevaba: después de pasar el día cazando y charlando con los labriegos del lugar, dedicaba las veladas a escribir y leer historia. Le comunicó también la finalización del tratado De Principatibus, escrito en una interrupción de su Discursos sobre la primera década de Tito Livio. Finalmente recuperó parte del favor perdido y en 1520 recibió el encargo de escribir la historia de Florencia.
El puesto de cronista está integrado en la Señoría pero es secundario. Dedicó esta obra, Istorie fiorentine, a Julio de Médicis, que había ascendido al trono pontificio con el nombre de Clemente VII. Seis años más tarde le confió el papa la inspección de las fortificaciones de Florencia. En 1527, año convulso para los territorios italianos, en el que las tropas de Carlos V saquean Roma, los Médicis huyen de Florencia y los sustituye un gobierno del partido aristocrático. Maquiavelo no fue considerado lo bastante hostil a los Médicis para seguir ocupando el cargo. Enfermo de pena, según se dice, por el giro de los acontecimientos, murió el 21 de junio de ese año.
Su obra El Príncipe (1513):
El príncipe o el gobernante, tiene como misión la felicidad de sus súbditos y ésta sólo se puede conseguir con un Estado fuerte. Para conseguirlo tendrá que recurrir a la astucia, al engaño y, si es necesario, a la crueldad. La virtud fundamental es la prudencia, para la conveniencia del Estado. Si el interés de la patria exige traición o perjurio, se comete. "La grandeza de los crímenes borrará la vergüenza de haberlos cometido". Los medios no importan: no es necesaria la moral, sino un realismo práctico, no lo que debe ser, sino lo que es en realidad. Política y moral son dos ámbitos distintos e incluso contradictorios. Aunque El Príncipe estuviera dedicado a Lorenzo de Medicis (1492-1519) [duque de Urbino], con la esperanza de recuperar la confianza perdida, Maquiavelo quiere presentar en su obra el arquetipo de cualquier político. Su personalidad debe poseer condiciones especiales para llegar al poder y mantenerse en él:

Capacidad de manipular situaciones, ayudándose de cuantos medios precise mientras consiga sus fines: lo que vale es el resultado. "El que consigue el poder es el Príncipe, el que consigue el orden y la paz son los súbditos".
El gobernante debe poseer seria destreza, intuición y tesón, así como habilidad para sortear obstáculos, y "moverse según soplan los vientos".
Diestro en el engaño: No debe tener virtudes, solo aparentarlas.
Amoral, indiferencia entre el bien y el mal, debe estar por encima.


TOMAS MORO
Venerado por los católicos como santo Tomás Moro1​2​ (Londres, 7 de febrero de 1478-ibidem, 6 de julio de 1535), fue un pensador, teólogo, político, humanista y escritor inglés, que fue además poeta, traductor, lord canciller de Enrique VIII, profesor de leyes, juez de negocios civiles y abogado. Su obra más famosa es Utopía, donde busca relatar la organización de una sociedad ideal, asentada en una nación en forma de isla del mismo nombre. Además, Moro fue un importante detractor de la Reforma protestante y, en especial, de Martín Lutero y de William Tyndale.
En 1535 fue enjuiciado por orden del rey Enrique VIII, acusado de alta traición por no prestar el juramento antipapista frente al surgimiento de la Iglesia anglicana, oponerse al divorcio con la reina Catalina de Aragón y no aceptar el Acta de Supremacía, que declaraba al rey como cabeza de esta nueva Iglesia. Fue declarado culpable y recibió condena de muerte. Permaneció en prisión en la Torre de Londres hasta ser decapitado el 6 de julio de ese mismo año. Moro fue beatificado en 1886 y canonizado en 1935, junto con Juan Fisher, por la Iglesia católica, que lo considera un santo y mártir. Por su parte, la Iglesia anglicana lo considera un mártir de la Reforma protestante, incluyéndolo, en 1980, en su lista de santos y héroes cristianos.3​
Tomás Moro es uno de los filósofos y teólogos más importantes de la primera mitad del siglo XVI. Compañero de Erasmo de Róterdam e influenciado por grandes de la filosofía como Platón o Aristóteles, desarrolló la primera utopía.
Este término actualmente es entendido como la sociedad perfecta, Moro escribió en su libro el ejemplo de un estado autosuficiente, sostenible y regido por la razón. Se puede entrever que su intención, sin embargo, era establecer un paralelismo con su época, completamente contraria. Bajo el reinado de Enrique VIII se desarrolla la religión anglicana, en la que el monarca será también cabeza de la iglesia. More percibía Inglaterra como una sociedad consumida por la avaricia y codicia, inestable en sus creencias, en la que era imposible para la mayoría alcanzar la felicidad. En Libellus…De optimo reipublicae statu, deque nova insula Vtopiae, de 1516, desarrollará un modelo de estado perfecto social, política y económicamente. Es curiosa cercanía con respecto a algunos conceptos mucho posteriores, como lo son el comunismo.





Fin del feudalismo y facilidad de movilidad social, con el surgimiento de una nueva clase burguesa. Conflictos políticos y religiosos con el surgimiento de nuevos estados. La interpretación de la realidad de que el mundo está cambiando. Se pasa del Geocentrismo al Antropocentrismo  y heliocentrismo.
Geocentrismo
Antigua teoría astronómica según la cual la Tierra era el centro del universo, por lo que los planetas giraban alrededor de ella.
Antropocentrismo.
Concepción filosófica que considera al ser humano como centro de todas las cosas y el fin absoluto de la creación.
"el cuerpo humano desnudo será el súmmum de las perfecciones y el objeto fundamental de los artistas, como reflejo del antropocentrismo del pensamiento humanista"
Heliocentrismo
Teoría científica que consideraba el Sol como centro alrededor del cual giraba todo el universo.
"las hipótesis de Copérnico, impulsor del heliocentrismo en el siglo XVI, rompieron con la concepción geocéntrica del mundo"