martes, 5 de junio de 2018

FILOSOFÍA - DESCARTES – guadahumi2


PENSADORES II  - DESCARTES  – guadahumi2

27 FEBRERO 2018






El Contexto socio económico y político desde la figura de Descartes para ver que necesidades había en la época.

La vida Política de Descartes fue en el primer tercio del s-XVII.

René Descartes,  fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los epígonos con luz propia en el umbral de la revolución científica.

Nació en el seno de una familia con reconocimiento social su padre fue Consejero del Parlamento de Bretaña.

La educación que recibió en La Flèche hasta los dieciséis años de edad (1604-1612) le proporcionó, durante los cinco primeros años de cursos, una sólida introducción a la cultura clásica, habiendo aprendido latín y griego en la lectura de autores como Cicerón, Horacio y Virgilio, por un lado, y Homero, Píndaro y Platón, por el otro.

El resto de la enseñanza estaba basada principalmente en textos filosóficos de Aristóteles (Órganon, Metafísica, Ética a Nicómaco), acompañados por comentarios de jesuitas (Suárez, Fonseca, Toledo, quizá Vitoria) y otros autores españoles (Cayetano).
Conviene destacar que Aristóteles era entonces el autor de referencia para el estudio, tanto de la física, como de la biología. El plan de estudios incluía también una introducción a las matemáticas, tanto puras como aplicadas: astronomía, música, arquitectura. Siguiendo una extendida práctica medieval y clásica, en esta escuela los estudiantes se ejercitaban constantemente en la discusión con el plan de estudios que aplicaban las instituciones jesuíticas.

A los 18 años de edad, Descartes ingresó en la Universidad de Poitiers para estudiar derecho y medicina. Para 1616 cuenta con los grados de bachiller y licenciado en Derecho.
A los veintidós años parte hacia los Países Bajos, donde observa los preparativos del ejército de Mauricio de Nassau para la inminente Guerra de los Treinta Años. En 1618 y 1619 reside en Holanda. Allí conocerá a un joven científico, Isaac Beeckman, con quien durante varios años mantiene una intensa y estrecha amistad. Para él escribe pequeños trabajos de física, como «Sobre la presión del agua en un vaso» y «Sobre la caída de una piedra en el vacío», así como un compendio de música. En 1619 se enrola en las filas del duque Maximiliano de Baviera. Acuartelado cerca de Baviera durante el invierno de 1619, pasa su tiempo en una habitación calentada por una estufa, donde tiene tres sueños sucesivos que interpreta como un mensaje del Cielo para consagrarse a su misión de investigador. De esa época posiblemente data su concepción de una matemática universal y su invento de la geometría analítica.

Renuncia a la vida militar en 1619. Abandona Holanda, vive una temporada en Dinamarca y luego en Alemania, asistiendo a la coronación del emperador Fernando en Fráncfort. Viaja por Alemania y regresa a Francia en 1622, estancia que aprovecha para vender sus posesiones y así asegurarse una vida independiente. Pasa una temporada en Italia (1623-1625).





CONTEXTO HISTÓRICO-SOCIO CULTURAL 





La frase “Pienso luego existo” es su seña de identidad pues la forma de pensar del s-XVII en una época de crisis, de conflictos y de contradicciones, por un lado está todo el Arte Barroco, la nueva ciencia que producen un avance y un desarrollo, pero al mismo tiempo al ser una época de guerras como la de los 30 años, hubo la epidemia de peste.


 En el ámbito político se afianza la monarquía absoluta que es una forma de gobierno que se impone como la mejor forma posible, consiguiendo arrebatar el poder imponiendo una política basada en el ejército y al mismo tiempo tenía una política inestable con muchos problemas y conflictos.









Los reyes se apoyaban en la aristocracia y la nobleza para la negociación del estado y a la vez se apoyan en la burguesía nueva clase social para la financiación del propio estado.

Esta nueva clase burguesa durará hasta dar tránsito de un régimen absolutista a un régimen de la ciudadanía que tendrán una cierta autoridad para formar parte del estado, este nuevo régimen empezará a tener una mayor presencia en el gobierno dando una nueva ideología neo-platónica que supondrá un avance importante en la autonomía del individuo.

En Europa se produce un nuevo reparto de fuerzas con la guerra delos 30 años (1618-1648) en la que se citan interés político. En Francia y Suecia, las grandes potencias europeas tenían fundados intereses políticos para entrar en la guerra para la expansión. Auge de la burguesía, clase social emergente.



 La guerra de los Treinta Años fue una guerra librada en la Europa Central (principalmente el Sacro Imperio Romano Germánico) entre los años 1618 y 1648, en la que intervinieron la mayoría de las grandes potencias europeas de la época. Esta guerra marcó el futuro del conjunto de Europa en los siglos posteriores.

Aunque inicialmente se trataba de un conflicto político entre Estados partidarios de la reforma y la contrarreforma dentro del propio Sacro Imperio Romano Germánico, la intervención paulatina de las distintas potencias europeas convirtió gradualmente el conflicto en una guerra general por toda Europa, por razones no necesariamente relacionadas con la religión: búsqueda de una situación de equilibrio político, alcanzar la hegemonía en el escenario europeo, enfrentamiento con una potencia rival, etc.
La guerra de los Treinta Años llegó a su final con la Paz de Westfalia y la Paz de los Pirineos, y supuso el punto culminante de la rivalidad entre Francia y los territorios de los Habsburgo (el Imperio español y el Sacro Imperio Romano Germánico) por la hegemonía en Europa, que conduciría en años posteriores a nuevas guerras entre ambas potencias.
El mayor impacto de esta guerra, en la que se usaron mercenarios de forma generalizada, fue la total devastación de lugares enteros que fueron esquilmados por los ejércitos necesitados de suministros. Los continuos episodios de hambrunas y enfermedades diezmaron la población civil de los Estados alemanes y, en menor medida, de los Países Bajos e Italia, además de llevar a la bancarrota a muchas de las potencias implicadas.6​ Aunque la guerra duró treinta años, los conflictos que la generaron siguieron sin resolverse durante mucho tiempo.
Durante el curso de esta, la población del Sacro Imperio se vio reducida en un 30 %. ​ En Brandeburgo se llegó al 50 %, y en otras regiones incluso a dos tercios. La población masculina en Alemania disminuyó a la mitad. En los Países Checos la población cayó en un tercio a causa de la guerra, el hambre, las enfermedades y la expulsión masiva de checos protestantes. Solo los ejércitos suecos destruyeron durante la guerra 2000 castillos, 18 000 villas y 1500 pueblos en Alemania.
La guerra de los 30 años fue política en Europa entre Protestantes y Católicos, y Descartes combatió en ambos bandos, primero con los protestantes y después con el bando católico.

Es una época en que pasa de ser un dominio sacro alemán a ser francés y británico, este giro en la política supuso un cambio en el comercio y en el desarrollo mercantil dando más fuerza a los estados.
Había libertad religiosa en la parte de España los individuos podían trasladarse de estado según su ideología. 





La época de la Modernidad es donde hay conflictos entre el esplendor del barroco y el claro oscuro español o en la literatura del Siglo de Oro español con el tema del sueño en Calderón de la Barca, Cervantes o Shakespeare con sus sueños.


En el plano cultural de la modernidad predomina el barroco con una serie de contradicciones entre el esplendor del barroco y el tenebrismo claro oscuro español, respecto a la literatura en el siglo de oro español con el del sueño en Cervantes, Calderón y en Europa Shakespeare siendo el sueño uno de los recursos que utilizará Descartes en sus planteamientos, para distinguir entra lo que es verdad y lo que es sueño.


ARTE Y RELIGIÓN.Fundada posición del hombre sobre en una situación confusa y critica, colocando a Descartes en una situación clara. En el Renacimiento Neo platónica, aristotélica, escolástica en el s-XVII.




En la religión interesa cual es la posición del hombre en la situación confusa que se está dando y esto coloca a Descartes en una situación clara. En el Renacimiento la filosofía, en el s-XVII se planteaba una situación volviendo al escepticismo o como Descartes habla del sueño como una cuestión metodológica para establecer su método.


Michel Eyquem, señor de Montaigne; Périgueux, Francia, 1533 - Burdeos, id., 1592 Escritor francés de cuya obra fundamental, los Ensayos (1580 y 1588), tomó nombre y forma el moderno género del ensayo, entendido como una disertación subjetiva y crítica en torno a cierto tema. Nacido en el seno de una familia de comerciantes bordeleses que accedió a la nobleza al comprar la tierra de Montaigne en 1477, fue educado en latín, siguiendo el método pedagógico de su padre. Más tarde ingresó en una escuela de Guyena (hoy Aquitania), donde estudió poesía latina y griega, y en 1549 empezó a estudiar derecho en la Universidad de Tolosa.

Siendo uno de los autores que más influiría en Descartes.



REVOLUCIÓN CIENTÍFICA

Es un época de revolución científica con Kleper, Copérnico, Galileo y lo importante es k esto se puede manejar viendo la imagen de la naturaleza y del mundo como si fuera un gran libro donde hay un orden de lectura como cualquier libro marcado por las leyes de la naturaleza y la misión del ser humano es que un sujeto sepa leer bien ese libro, Descartes leyó el libro y dijo el orden por donde se empieza, ese gran libro de la naturaleza está escrito por varios autores.
El método Científico se caracteriza por una parte tener un respeto hacia el mundo y la razón como forma para poder conocer empíricamente la naturaleza que según se ha construido como quien escribe un libro en caracteres matemáticos y caracteres lógicos y para poder leer ese libro hay que hacer un desarrollo utilizando un método, y esa es  la tarea que  va a imponer la naturaleza.









Descartes proclama la razón humana como fuente de la verdad, ya no es la tradición, ni los conocimientos escolásticos sino realmente lo fundamental para poder conocer la naturaleza es el uso correcto de la razón.


A partir de Descartes hasta llegar a Hegel el objetivo fundamental de la filosofía es demostrar como se puede usar correctamente y poder dominar y conocer la naturaleza y quien conociendo la naturaleza poder dominarla.




Descartes demuestra que es una época de mucha inseguridad, conflictos, caos, con fuertes contrastes entre lo que se desarrolla y lo que se destruye, en esa época aparecen Galileo, Giordano Bruno, Copérnico que pretende cambiar la realidad mediante el conocimiento científico y no apelando a la autoridad establecida, ni a la tradición o al conocimiento sino con el uso correcto de la razón, haciendo que haya una fuerte represión hacia algunos valores, juicios.



Descartes se encuentra en esa situación y para evitar conflictos no hace una crítica mostrando su filosofía como una alternativa al conocimiento, sino como una visión diferente y no rechaza la autoría de esos textos para evitar conflicto y a pesar de ello fue juzgado por un tribunal y condenado expulsándolo de la Universidad.






En la Filosofía cartesiana el método de Descartes hay que tener en cuenta dos elementos fundamentales.


Uno es que se ha producido ya una ruptura en el época medieval y se rechaza el método como forma de conocimiento pero no como un método de conocimiento completo.
El objetivo fundamental que se plantea descartes es buscar un criterio, un elemento indudable que permita conocer y alcanzar la verdad de una forma segura y valida. Si la autoridad religiosa y la tradición no valida ese conocimiento sensible como decía Montaigne no permite descubrir la verdad sino que engaña hay que buscar un criterio nuevo, un elemento para poder conocer y que permita llegar a la verdad y que sea indudable.
Descartes va a plantear que a ese método solo puede llegarse a través de la razón, sino describiendo con la capacidad de la razón las verdades, por lo tanto plantea que el sujeto  un simple ser humano es la fuente de todo conocimiento, se puede conocer partir de la capacidad de pensar y de razonar.

Hay que tener presente que las circunstancias políticas en las que vivía Descartes hacia que la necesidad del sujeto era establecer un orden y eso es lo que él se propone.

Hay que superar dos grandes prejuicios de la autoridad frente a los silogismo.
Un silogismo  es un razonamiento que está formado por dos premisas y una conclusión que es el resultado lógico que se deduce de las dos premisas.

"los filósofos medievales empleaban el silogismo para explicar fenómenos de la naturaleza"
Si todos los hombres son mortales, yo soy mortal luego soy un hombre, y para poder afirmar este silogismo hace falta que me maten, y la primera premisa es que todos los hombres son mortales.

Descartes va a decir que con eso no se ha descubierto nada nuevo porque el hecho de ser mortal se deriva del hecho que todos los mortales y se da por hecho que una premisa no es una conclusión, luego realmente Descartes plantea que el silogismo, la lógica lo que hace es deducir determinados términos, principios y verdades que se están  afirmando pero no explican o justifican esa primera premisa sino que se da por hecho, luego no es el verdadero conocimiento, pues no se descubre nada nuevo sino solo se explicita una teoría, pues el hecho de ser mortal es ser hombre y sí se es hombre  la teoría dice que todos los hombres son mortales, pero dar vueltas a la misma idea no dice nada sino se comprueba.
La primera es negar la lógica como fuente de autoridad del silogismo.

La segunda es la supeditación de la razón y del método racional a la fe. Sí la razón es deducir racionalmente con la  oposición a lo que plantea lo que la Fe establece, no es que la fe esté equivocada, hay una prioridad de la razón y la razón lo que hace es argumentar para apoyar la Fe, y en esa situación se encontraba descartes.

La Fe es una cuestión de creencias y la razón son certezas y la razón no tiene que estar al servicio nada más que del método y los criterios de investigación.

Descartes planteará es la razón como vía privilegiada para alcanzar la verdad. Ya no será la fe la que diga que hay que creeré sino será la razón la que diga que conocimientos hay que tener para conseguir el conocimiento.

La razón como guía fundamental del método.

En este texto hay una justificación planteando que muchas interpretaciones filosóficas diciendo cosas contradictorias que se creen y no hay que creer, y lo que él puede asegurar es como se puede saber que es lo que se piensa y que es lo auténtico, pero hay otros filósofos que dicen otras cosas y hay que saber que decidir para ver cual dice la verdad y quien está engañado y para ello hay que tomar una decisión, y en el texto dice “aprendí a no creer en nada sin  seguridad” y esta es la decisión que tomará descartes. No creer en nada sin seguridad y en cuanto tenga la mínima duda y el mínimo vestigio de una posibilidad de error o engaño y de equivocación hay que poner entre paréntesis y al margen no aceptando nada que pueda equivocar, criticando por muy extravagante que  pueda parecer, y para eso hay que ver la luz natural y no es que sea capaz de iluminar es que la luz natural es la posibilidad del conocimiento y de las leyes naturales del orden natural y ese conocimiento iluminado por la luz natural es la razón, y a esa realidad hay que encontrarle sentido según las explicaciones  e interpretaciones que se iban dando y al final dice no a las teorías escolásticas, ni a las interpretaciones místicas, pues lo que hay que hacer es usar la razón y que todo tenga un sentido que está en el libro del mundo.

No va a supeditar el conocimiento a algo que puede ser falso y para aceptar algo verdadero tiene que partir de su propio conocimiento usando la capacidad del raciocinio siendo el  origen de lo que caracteriza a su sujeto pensante, político y moral, la razón es el criterio fundamental establecer el conocimiento para ir explicando como organizar el método y como organizarlo.


RAZÓN Y MÉTODO.- El criterio de Verdad. Tres Fases del Método. Primero El camino, la senda para llegar a la verdad DUDA METÓDICA: Pienso luego existo, lo que tengo claro. Segundo el CRITERIO DE LA VERDAD: la evidencia (Claridad/eclesiástica) diferente al clero, Tercero las Reglas de conocimiento de uso correcto de la razón. Reconocimiento.

La primera premisa fundamental del método de Descartes es el convencimiento que obedece a un método cuidadosamente elegido y tiene tres fases o tres formas de tratar la razón y el método.

La primera es el método como camino y esa primera senda es la DUDA METÓDICA y la frase de Descartes era. “Pienso luego existo”,  y aquello que no tiene claridad o tenga una idea distinta de claridad y pueda tener un resquicio de duda hay que ser capaz de imaginar o fantasear y no es el perfecto conocimiento hay que dejarlo entre paréntesis, apartado, pues el camino es ir analizando todo lo que se ha dicho, o escrito y planteando sobre la luz de la naturaleza y ponerle en cuarentena para poder criticar, es una CRÍTICA METÓDICA, una crítica vital, pues  realmente no cree en  un  mundo que es realidad  sino que dice que  sí  hay una posibilidad de imaginar algo  no se puede aceptar como verdadero por si no lo es.

Los pasos que hay que dar en ese camino son conocimientos adquiridos y sendas establecidas para encontrar un criterio y llegar a lo profundo del conocimiento, pero el método el método que plantea Descartes es discernir lo que es verdad de lo que no es verdad y es la evidencia a partir del conocimiento de ideas, por ejemplo una idea puede ser clara y distinta de las demás ideas y analizarla para poder establecer si es correcta o no es correcta, el SEGUNDO ELEMENTO del método para Descartes es lo que sirve para distinguir la falses de la verdad eligiendo el camino correcto con constancia, perseverancia y rigor se puede al final establecer que es verdad o falso según el criterio de las ideas, el TERCER ELEMENTO del método establece el uso de la razón dando los preceptos para usar correctamente la razón.


EL MÉTODO COMO CAMINO para buscar la verdad metódica y en el planteamiento de Descartes en el conocimiento aparentemente se limita a como podemos conocer y es un planteamiento filosófico alejado de la realidad cuando realmente lo que planea es como se puede conocer y establecer un orden social sí una conducta aceptada no se sabe lo que es verdad o no es verdad, por eso para poder hablar de conocimiento moral y cuales son los valores aceptables primero hay que tener criterio para poder distinguir lo verdadero de lo falso, ese es el planteamiento de Descartes.



Tenía un gran deseo de aprender a distinguir lo verdadero de lo falso, con la finalidad de ver claro en mis acciones y de avanzar con seguridad en esta vía, también es verdad, que durante la época en que no hacía sino que considerar atentamente las costumbres de los otros hombres, apenas encontraba alguna de  cuya validez en que pudiera convencerme, observando que en estas cuestiones existía tanta diversidad como la anteriormente indicada en relación con las opiniones de los filósofos.


Es decir, se encontraba no se podía hacer una idea de la realidad en paralelismo con lo otro y respecto a la conducta, el comportamiento y los valores pues el como viajante conocía muchas realidades y lo que para unos hombres de un lugar  era correcto para otros hombres de otro lugar lejano era incorrecto, lo que para unos era correcto  para otros pecaminoso, por lo tanto no hay criterio para distinguir un valor aceptable, una conducta aceptable por lo que hace falta es establecer un criterio fuerte y sólido de lo que es verdad o es falso y a partir de ahí poder juzgar las propuestas de una conducta moral.

METO DO DE LA DUDA.

La duda no es un estado pues el sujeto no vive en la duda, no es un estado vital de los humanos, sino que la duda es un herramienta para poner en tela de juicio una realidad y una vez aplicada poder ir descarnando aquellos conocimientos que pueden ser dudosos, o erróneos o falsos y si hay una mínima posibilidad para saber si es falso o erróneo y se esté equivocado y descartarlo, pero en principio es una duda que pretende llegar al final para establecer un conocimiento usando un camino, es una duda que busca al final superar la misma duda y Descartes lo que dice es que solo se puede abandonar la duda cuando se llega a una idea o un elemento en cual ya no quepa ninguna duda o posibilidad de duda, que sea indudable que este claro y ese es un camino que hay que ir recorriendo y la tarea que hay que ir haciendo es descartar toda aquello donde se comenzó la duda.



 Aquí lo importante es realmente es imaginar algo que pueda ser difícil de imaginar sin la menor duda, Descarte no pretendía criticar el conocimiento ni que el orden social fuera falso, sino lo que dice es que si se puede imaginar o fantasear con algún elemento de fantasía entonces hay que dejarlo reservado hasta encontrar un criterio absolutamente válido y certero y retomar ese conocimiento  para ver si ese criterio es válido, el primer paso que da es dudar de los sentidos teniendo en cuenta que los seres humanos gran parte del conocimiento se adquiere a través de los sentidos y a partir de los cinco sentidos se va adquiriendo la idea del mundo, la idea de la realidad y descartes a partir de que los sentidos pueden engañar y creer cosas que no son reales y el hecho de que alguna vez los sentidos hayan engañado pensando que algo era real no siendo real, eso supone que todos los conocimientos empíricos  se dejan al margen hasta tener un criterio real para conocer la verdad, por eso a veces la imágenes visuales fallan, todo lo que sea la percepción se tiene que poner en tela de juicio.





EJEMPLOS DE CÓMO LOS SENTIDOS LLEVAN A ERROR.

Se puede estar convencido porque se ve, se oye, se palpa, se siente, pero lo tanto es real, pero realmente al hablar de ello se tiene una información, pero sin criterio de conocimiento real.




LÁPIZ ROTO.

La refracción es el cambio de dirección y velocidad que experimenta una onda al pasar de un medio a otro con distinto índice refractivo. Solo se produce si la onda incide oblicuamente sobre la superficie de separación de los dos medios y si estos tienen índices de refracción distintos.

Para saber la realidad hay que sacar el lápiz del agua.




SEGMENTOS IGUALES.

Lo que está llegando a sus ojos es una imagen en la que aparecen dos segmentos que tienen exactamente la misma longitu, por de las flechas dibujadas en los extremos lo que vemos es que el segmento de arriba es menor que el de abajo. Y lo más curioso es que seguiremos viéndolo así aunque sepamos que estamos equivocados.

La percepción engaña.




INDIO Y ESQUIMAL, depende del conocimiento si lo ve un indio de Chiapas que no conoce los esquimal verá un indio, y al contrario.




VIEJA Y JOVEN los indios chiapas tampoco verían la joven pues no conocen a Toulouse-Lautrec y por lo tanto no identifican a la joven, por tanto es cultural.







TABLERO DE Edward Adelson.


Esto se debe al fenómeno nombrado anteriormente, la constancia del color. Nuestro cerebro utiliza el contexto para “decidir” el color de un objeto determinado. En este caso, el cuadrado B está rodeado por una zona más oscura, la sombra del cilindro, por lo que el cerebro cree que su color es más claro de lo que realmente es. Por el contrario, el A estaría en una zona más clara, por lo que el cerebro interpreta su color como más oscuro de lo normal. Al basarse en el contexto, el cerebro mantiene el color de las cosas aunque cambiemos el tipo de luz que incide sobre ellas.
Cuestión de contrastes y efectos físicos, los cuadros son del mismo color.







PAREJA y  DELFINES EN LA BOTELLA        

Si la imagen la ve un niño verá los delfines, y sí es un adulto verá la pareja pues forma parte más de nuestra realidad y cultura.






SAPO Y CABALLO.

Descartes diría que se ven cosas diferentes por diferente cultura, formación, percepción de los sentidos, y todo es el conocimiento a través de los sentidos pues la percepción engaña y confunde, entando convdencidos de algo cuando realmente no es ni una cosa ni la otra sino depende de quien lo ve y lo percibe teniendo diferentes explicaciones.
Todo loque tiene que ver con los sentidos no es real, se puede pensar lo ue es algo pero no se puede esar seguro.
Se puede estar sentado en una silla pero no es seguro de que se pueda sentar pues puede estar rota y hundirse y puede uno equivocarse y como puede pasar se va a generalizar y absolutizar que los sentidos siempre engañan y no se puede seguir pensando lo que se cree.
Descartes quiere una vida segura y si existe la mínima duda que parece gris pero relamente es blanco se posiciona en que no hay una verdad.


A veces no se distingue si se sueña mientras se duerme o es una realidad que está sucediendo, alguien que ha dejado de fumar puiede soñar que fuma y levantarse con sabor a tacaco.
Descartes dice que a veces no está definido el sueño y se puede pensar que se está despierto y realmente se está dormido, por ejemplo con el ejemplo de las ganas de fumar.
La idea fundamental que plantea descartes es eu uno se puede imaginar la vida que se está viviendo y ue parece real pues si uno se palpa o toca se siente pero podría ser un sueño y que realmetne no se exista. Eso es lo que va a plantear.
En el texto se Unamuno se ve lo que explicaba Descartes.
FRAGMENTO DE NIEBLA - UNAMUNO
Aquella tempestad del alma de Augusto terminó, como en terrible calma, en decisión de suicidarse. Quería acabar consigo mismo, que era la fuente de sus desdichas propias. Mas antes de llevar a cabo su propósito, como el náufrago que se agarra a una débil tabla, se le ocurrió consultarlo conmigo, con el autor de todo este relato. Por entonces había leído Augusto un ensayo mío en que, aunque de pasada, hablaba del suicidio, y tal impresión pareció hacerle, así como otras cosas que de mí había leído, que no quiso dejar este mundo sin haberme conocido y platicado un rato conmigo. Emprendió, pues, un viaje, acá, a Salamanca, donde hace más de veinte años vivo, para visitarme.
Cuando me anunciaron su visita sonreí enigmáticamente y le mandé pasar a mi despacho-librería. Entró en él como un fantasma, miró a un retrato mío al óleo que allí preside a los libros de mi librería, y a una seña mía se sentó, frente a mí.
Empezó hablándome de mis trabajos literarios y más o menos filosóficos, demostrando conocerlos bastante bien, lo que no dejó, ¡claro está!, de halagarme, y en seguida empezó a contarme su vida y sus desdichas. Le atajé diciéndole que se ahorrase aquel trabajo, pues de las vicisitudes de su vida sabía yo tanto como él, y se lo demostré citándole los más íntimos pormenores y los que él creía más secretos. Me miró con ojos de verdadero terror y como quien mira a un ser increíble; creí notar que se le alteraba el color y traza del semblante y que hasta temblaba. Le tenía yo fascinado.
- ¡Parece mentira! -repetía-, ¡parece mentira! A no verlo no lo creería ... No sé si estoy despierto o soñando ...
- Ni despierto ni soñando -le contesté.
- No me lo explico ... no me lo explico -añadió-; mas puesto que usted parece saber sobre mí tanto como sé yo mismo, acaso adivine mi propósito ...
- Sí -le dije-, tú -Y recalqué este tú con un tono autoritario-, tú, abrumado por tus desgracias, has concebido la diabólica idea de suicidarte, y antes de hacerlo, movido por algo que has leído en uno de mis últimos ensayos, vienes a consultármelo.
El pobre hombre temblaba como un azogado, mirándome como un poseído miraría. Intentó levantarse, acaso para huir de mí; no podía. No disponía de sus fuerzas.
- ¡No, no te muevas! -le ordené.
- Es que ... es que ... - balbuceó.
- Es que tú no puedes suicidarte, aunque lo quieras.
- ¿Cómo? -exclamó al verse de tal modo negado y contradicho.
- Sí. Para que uno se pueda matar a sí mismo, ¿qué es menester? -le pregunté.
- Que tenga valor para hacerlo -me contestó.
- No -le dije-, ¡que esté vivo!
- ¡Desde luego!
- ¡Y tú no estás vivo!
- ¿Cómo que no estoy vivo?, ¿es que me he muerto? -Y empezó, sin darse clara cuenta de lo que hacía, a palparse a sí mismo.
- ¡No, hombre, no! -le repliqué-. Te dije antes que no estabas ni despierto ni dormido, y ahora te digo que no estás ni muerto ni vivo.
- ¡Acabe usted de explicarse de una vez, por Dios!, ¡acabe de explicarse! -me suplicó consternado-, porque son tales las cosas que estoy viendo y oyendo esta tarde, que temo volverme loco.
- Pues bien; la verdad es, querido Augusto -le dije con la más dulce de mis voces-, que no puedes matarte porque no estás vivo, y que no estás vivo, ni tampoco muerto, porque no existes ...
- ¿Cómo que no existo? -exclamó.
- No, no existes más que como ente de ficción; no eres, pobre Augusto, más que un producto de mi fantasía y de las de aquellos de mis lectores que lean el relato que de tus fingidas venturas y malandanzas he escrito yo; tú no eres más que un personaje de novela, o de nivola, o como quieras llamarle. Ya sabes, pues, tu secreto.
Al oír esto se quedó el pobre hombre mirándome un rato con una de esas miradas perforadoras que parecen atravesar la mira a ir más allá, miró luego un momento a mi retrato al óleo que preside a mis libros, le volvió el color y el aliento, fue recobrándose, se hizo dueño de sí, apoyó los codos en mi camilla, a que estaba arrimado frente a mí y, la cara en las palmas de las manos y mirándome con una sonrisa en los ojos, me dijo lentamente:
- Mire usted bien, don Miguel ... no sea que esté usted equivocado y que ocurra precisamente todo lo contrario de lo que usted se cree y me dice.
- Y ¿qué es lo contrario? -le pregunté alarmado de verle recobrar vida propia.
- No sea, mi querido don Miguel -añadió-, que sea usted y no yo el ente de ficción, el que no existe en realidad, ni vivo, ni muerto ... No sea que usted no pase de ser un pretexto para que mi historia llegue al mundo ...
- ¡Eso más faltaba! -exclamé algo molesto.
- No se exalte usted así, señor de Unamuno -me replicó-, tenga calma. Usted ha manifestado dudas sobre mi existencia ...
- Dudas no -le interrumpí-; certeza absoluta de que tú no existes fuera de mi producción novelesca.
- Bueno, pues no se incomode tanto si yo a mi vez dudo de la existencia de usted y no de la mía propia. Vamos a cuentas: ¿no ha sido usted el que no una sino varias veces ha dicho que don Quijote y Sancho son no ya tan reales, sino más reales que Cervantes?
- No puedo negarlo, pero mi sentido al decir eso era ...
- Bueno, dejémonos de esos sentires y vamos a otra Cosa. Cuando un hombre dormido a inerte en la cama sueña algo, ¿qué es lo que más existe, él como conciencia que sueña, o su sueño?
- ¿Y si sueña que existe él mismo, el soñador? -le repliqué a mi vez.
- En ese caso, amigo don Miguel, le pregunto yo a mi vez, ¿de qué manera existe él, como soñador que se sueña, o como soñado por sí mismo? Y fíjese, además, en que al admitir esta discusión conmigo me reconoce ya existencia independiente de sí.
- ¡No, eso no!, ¡eso no! -le dije vivamente-. Yo necesito discutir, sin discusión no vivo y sin contradicción, y cuando no hay fuera de mí quien me discuta y contradiga invento dentro de mí quien lo haga. Mis monólogos son diálogos.
- Y acaso los diálogos que usted forje no sean más que monólogos ...
- Puede ser. Pero te digo y repito que tú no existes fuera de mí ...
- Y yo vuelvo a insinuarle a usted la idea de que es usted el que no existe fuera de mí y de los demás personajes a quienes usted cree haber inventado. Seguro estoy de que serían de mi opinión don Avito Carrascal y el gran don Fulgencio ...
- No mientes a ese ...
- Bueno, basta, no le moteje usted. Y vamos a ver, ¿qué opina usted de mi suicidio?
- Pues opino que como tú no existes más que en mi fantasía, te lo repito, y como no debes ni puedes hacer sino lo que a mí me dé la gana, y como no me da la real gana de que te suicides, no te suicidarás. ¡Lo dicho!
- Eso de no me da la real gana, señor de Unamuno, es muy español, pero es muy feo. Y además, aun suponiendo su peregrina teoría de que yo no existo de veras y usted sí, de que yo no soy más que un ente de ficción, producto de la fantasía novelesca o nivolesca de usted, aun en ese caso yo no debo estar sometido a lo que llama usted su real gana, a su capricho. Hasta los llamados entes de ficción tienen su lógica interna ...
- Sí, conozco esa cantata.
- En efecto; un novelista, un dramaturgo, no pueden hacer en absoluto lo que se les antoje de un personaje que creen; un ente de ficción novelesca no puede hacer, en buena ley de arte, lo que ningún lector esperaría que hiciese ...
- Un ser novelesco tal vez ...
- ¿Entonces?
- Pero un ser nivolesco ...
- Dejemos esas bufonadas que me ofenden y me hieren en lo más vivo. Yo, sea por mí mismo, según creo, sea porque usted me lo ha dado, según supone usted, tengo mi carácter, mi modo de ser, mi lógica interior, y esta lógica me pide que me suicide ...
- ¡Eso te creerás tú, pero te equivocas!
- A ver, ¿por qué me equivoco?, ¿en qué me equivoco? Muéstreme usted en qué está mi equivocación. Como la ciencia más difícil que hay es la de conocerse uno a sí mismo, fácil es que esté yo equivocado y que no sea el suicidio la solución más lógica de mis desventuras, pero demuéstremelo usted. Porque si es difícil, amigo don Miguel, ese conocimiento propio de sí mismo, hay otro conocimiento que me parece no menos difícil que el ...
- ¿Cuál es? -le pregunté.
Me miró con una enigmática y socarrona sonrisa y lentamente me dijo:
- Pues más difícil aún que el que uno se conozca a sí mismo es el que un novelista o un autor dramático conozca bien a los personajes que finge o cree fingir ...
Empezaba yo a estar inquieto con estas salidas de Augusto, y a perder mi paciencia.
- E insisto -añadió- en que aun concedido que usted me haya dado el ser y un ser ficticio, no puede usted, asi como así y porque sí, porque le dé la real gana, como dice, impedirme que me suicide.

- ¡Bueno, basta!, ¡basta! -exclamé dando un puñetazo en la camilla- ¡cállate!, ¡no quiero oír más impertinencias ...! ¡Y de una criatura mía! Y como ya me tienes harto y además no sé ya qué hacer de ti, decido ahora mismo no ya que no te suicides, sino matarte yo. ¡Vas a morir, pues, pero pronto! ¡Muy pronto!
- ¿Cómo? -exclamó Augusto sobresaltado-, ¿que me va usted a dejar morir, a hacerme morir, a matarme?
- ¡Sí, voy a hacer que mueras!
- ¡Ah, eso nunca!, ¡nunca!, ¡nunca! -gritó.
- ¡Ah! -le dije mirándole con lástima y rabia-. ¿Conque estabas dispuesto a matarte y no quieres que yo te mate? ¿Conque ibas a quitarte la vida y te resistes a que te la quite yo?
- Sí, no es lo mismo ...
- En efecto, he oído contar casos análogos. He oído de uno que salió una noche armado de un revólver y dispuesto a quitarse la vida, salieron unos ladrones a robarle, le atacaron, se defendió, mató a uno de ellos, huyeron los demás, y al ver que había comprado su vida por la de otro renunció a su. propósito.
- Se comprende -observó Augusto-; la cosa era quitar a alguien la vida, matar un hombre, y ya que mató a otro, ¿a qué había de matarse? Los más de los suicidas son homicidas frustrados; se matan a sí mismos por falta de valor para matar a otros ...
- ¡Ah, ya, te entiendo, Augusto, te entiendo! Tú quieres decir que si tuvieses valor para matar a Eugenia o a Mauricio o a los dos no pensarías en matarte a ti mismo, ¿eh?
- ¡Mire usted, precisamente a esos ... no!
- ¿A quién, pues?
- ¡A usted! - y me miró a los ojos.
- ¿Cómo? -exclamé poniéndome en pie-, ¿cómo? Pero ¿se te ha pasado por la imaginación matarme?, ¿tú?, ¿y a mí?
- Siéntese y tenga calma. ¿O es que cree usted, amigo don Miguel, que sería el primer caso en que un ente de ficción, como usted me llama, matara a aquel a quien creyó darle ser ... ficticio?
- ¡Esto ya es demasiado -decía yo paseándome por mi despacho-, esto pasa de la raya! Esto no sucede más que ...
- Más que en las nivolas -concluyó él con sorna.
- ¡Bueno, basta!, ¡basta!, ¡basta! ¡Esto no se puede tolerar! ¡Vienes a consultarme, a mí, y tú empiezas por discutirme mi propia existencia, después el derecho que tengo a hacer de ti lo que me dé la real gana, sí, así como suena, lo que me dé la real gana, lo que me salga de ...
- No sea usted tan español, don Miguel ...
- ¡Y eso más, mentecato! ¡Pues sí, soy español, español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español sobre todo y ante todo, y el españolismo es mi religión, y el cielo en que quiero creer es una España celestial y eterna y mi Dios un Dios español, el de Nuestro Señor Don Quijote, un Dios que piensa en español y en español dijo: ¡sea la luz!, y su verbo fue verbo español ...
- Bien, ¿y qué? -me interrumpió, volviéndome a la realidad.
- Y luego has insinuado la idea de matarme. ¿Matarme?, ¿a mí?, ¿tú? ¡Morir yo a manos de una de mis criaturas! No tolero más. Y para castigar tu osadía y esas doctrinas disolventes, extravagantes, anárquicas, con que te me has venido, resuelvo y fallo que te mueras. En cuanto llegues a tu casa te morirás. ¡Te morirás, te lo digo, te morirás!
- Pero ¡por Dios! ... -exclamó Augusto, ya suplicante y de miedo tembloroso y pálido.
- No hay Dios que valga. ¡Te morirás!
- Es que yo quiero vivir, don Miguel, quiero vivir, quiero vivir ...
- ¿No pensabas matarte?
- ¡Oh, si es por eso, yo le juro, señor de Unamuno, que no me mataré, que no me quitaré esta vida que Dios o usted me han dado; se lo juro ... Ahora que usted quiere matarme quiero yo vivir, vivir, vivir ...
- ¡Vaya una vida! -exclamé.
- Sí, la que sea, Quiero vivir, aunque vuelva a ser burlado, aunque otra Eugenia y otro Mauricio me desgarren el corazón. Quiero vivir, vivir, vivir ...
- No puede ser ya ... no puede ser ...
- Quiero vivir, vivir ... y ser yo, yo, yo ...
- Pero si tú no eres sino lo que yo quiera ..,
- ¡Quiero ser yo, ser yo!, ¡quiero vivir! -y le lloraba la voz.
- No puede ser ... no puede ser ...
- Mire usted, don Miguel, por sus hijos, por su mujer, por lo que más quiera ... Mire que usted no será usted ... que se morirá.
Cayó a mis pies de hinojos, suplicante y exclamando:
- ¡Don Miguel, por Dios, quiero vivir, quiero ser yo!
- ¡No puede ser, pobre Augusto -le dije cogiéndole una mano y levantándole-, no puede ser! Lo tengo ya escrito y es irrevocable; no puedes vivir más. No sé qué hacer ya de ti. Dios, cuando no sabe qué hacer de nosotros, nos mata. Y no se me olvida que pasó por tu mente la idea de matarme ...
- Pero si yo, don Miguel ...
- No importa; sé lo que me digo. Y me temo que, en efecto, si no te mato pronto acabes por matarme tú.
- Pero ¿no quedamos en que ...?
- No puede ser, Augusto, no puede ser. Ha llegado tu hora. Está ya escrito y no puedo volverme atrás. Te morirás. Para lo que ha de valerte ya la vida ...
- Pero ... por Dios ...
- No hay pero ni Dios que valgan. ¡Vete!
- ¿Conque no, eh? -me dijo-, ¿conque no? No quiere usted dejarme ser yo, salir de la niebla, vivir, vivir, vivir, verme, oírme, tocarme, sentirme, dolerme, serme: ¿conque no lo quiere?, ¿conque he de morir ente de ficción? Pues bien, mi señor creador don Miguel, ¡también usted se morirá, también usted, y se volverá a la nada de que salió ...! ¡Dios dejará de soñarle! ¡Se morirá usted, sí, se morirá, aunque no lo quiera; se morirá usted y se morirán todos los que lean mi historia, todos, todos, todos sin quedar uno! ¡Entes de ficción como yo; lo mismo que yo! Se morirán todos, todos, todos.”

Lo que dice Unamuno es lo que dice descartes,  uno puede decir que está pensando pero puede ser un sueño en que se sueñe que se está pensando o dentro que un suño que se sueñe que se esté soñando, y ¿cómo se distingue el sueño de lo real? Comparando con la realidad cuando se está despierto que era un sueño dentro de un sueño, pues cuando se despierta se da cuenta que se estaba soñando.





 Se puede ver uno a si mismo interactuando con alguien conocido, pero el soñador está dormido y el soñado no está realmente, y se distingue a uno mismo del otro personaje por el aspecto y eso lo defiende Descartes como decía en el texto es que hay verdades que prevalecen por mucho que sea un sueño no deja de ser verdad como ocurre con las matemáticas.

Quiere decir que este el individuo despierto o dormido es lo que es, pero plantea la duda de que podría haber un alguien que sueñe con un cuadrado de 5 lados pues podría ser una realidad en el sueño , siendo el ultimo motivo de la duda, lo que lleva al precipicio a Descartes.







Al final se encuentra con una figura que a un genio maligno o Dios que le sueña soñando con realidades como cuadrados de cinco lados o una suma de 2+2=0 y se plantea que le engañe cuantas veces quiera en las sumas o en el cuadrado, y se crea que 2+2=4 cuando realmente 2+2=5 pues engaña.


Unamuno sueña y le da existencia y vida al personaje dela misma manera que Dios sueña a Unamuno y le da realidad y Dios puede engañar.
La idea es que no hay nada indudable si hay un genio que invente y engañe para que todo parezca real,  pero sea imaginación y que el mundo que se ve que es verdadero o el mundo de las matemáticas sea realmente irreal.

Y si no hay salida Descartes para porque,  sino al final del precipicio se va a caer, pues si se presenta una duda, se durará y se volverá a dudar cada vez.

La cuestión es que se puede dudar si se está dudando, si se duda de que se está dudando no se puede pensar que se está dudando, podría ser una intuición pues es evidente que si se duda es que se está dudando y por mucho que se dude se seguirá dudando y si se está dudando es que se duda.

Si dudo existo pues sino existiera no podría dudar. Existo en cuanto Dudo. Pienso luego soy. Descartes lo dice en latín. Descartes no lo planea como existencia sino como esencia, naturaleza. Hay un ser que tiene la naturaleza del ser pensante en el pensamiento de la duda y no se puede dejar de dudar pues si se deja  de dudar es que se tiene certeza y ya no hay problema, y sí se tiene duda entonces es que se está dudando y entonces es que un ser que piensa no puede dudar de que duda de que duda, y esto lleva a una verdad que se es un ser dudante, pensante, y se ha encontrado una verdad que es indudable pues si se duda se afirma que se duda y si se duda de que se es un ser dudante no dejar de serlo porque duda. En cuando deje de dudar lo es.
Descartes plantea un trabalenguas planteando que ya ha encontrado la piedra angular de toda su filosofía.


 Luego si no se es nada no se estaría pensando y esa verdad Pienso luego soy, era tan singular que todas las otras suposiciones del esceptico no eran capaces de hacerlas tumbar, como el primer principio y el camino de la duda metódica sigue poniendo dudas y por mucho que se piense que se duda es por ser un ser que duda.
No se refiere a ser un sujeto fisico con sentimientos, emociones, sino que la primera verdad sirve para arrancar en el comienzo del tgodo el conocimiento es esa verdad indudable.
Primera Verdad.

Se es un ser dudante. Un ser que duda es un ser que piensa. Y esa es la primera verdad con la que se va a encontrar Descartes, teniendo una realidad que es el sujeto pensante.








 Descartes dice si se está pensando es que se es, a Desartes le criticaron diciendoque era un silogismo y el contestó diciendo que no era un silogismo es algo claro y evidente que si se duda es que se es, pues si no se es, no se puede dudar y lo que caracteriza al hombre es ser un ser pensante y dudante se puede ser por ser un ser que piensa.




 La idea surge y por mucho que se dude siempre la duda es evidente, y esa idea permite distinguir ese estado de ánimo en el que estou dudando se puede distinguir encualquier estado en que se encuentre de que se duda. No se puede dudar de que se duda porque se duda que de se duda y es que se duda.

Ese trabalenguas es la evidencia, es algo que se presenta evidentemente, no es algo que se deduzca.
No hay duda de que es un ser pensante porque si lo duda es que piensa. Y esa es una verdad incuestionable e indudable.

Para desmontar la critica de Unamuno Descartes en la busqueda de la verdad la primera idea que se presenta de una manera clara y distinta es la de “pienso luego soy” pero si se imagina a un maligno que engaña haicendo creer que se es un ser pensante cuando no lo es y es una marioneta.






 El camino está recorrido llegando a una primera verdad y una verdad es indudable y esa verdad es ser un ser pensante.


Se llega a esa afirmación de ser un ser pensanate y dudante porque se presenta de una manera clara y evidente. Y para llegar a so y afirmar que esa verdad es que se es un ser pensante de verdad y es porque se presenta una idea de la que se es un sujeto una sustancia pensante es una idea tan clara y tan evidente que se se con toda claridad y no es que se deduzca sino que si se presenta una idea que es verdadera, luego ya se tiene un criterio para poder distinguir una idea verdadera de una que no es verdadera., y es que se presente al espíritu frente a la experiencia de tal manera que sea una idea practicamente clara y distinta.



Es importante para Descartes conocer las conexiones entre las distintas ideas para llegar a la conclusión sin hacer un racionamiento simplemente percibiendo esas verdades, planteando que el criterio de verdad va a ser la claridad final a diferencia de las ideas que se tienen cuando se tiene  una intuición y se presenta de una manera inminente la relación entre dos ideas, aplicando el método más matemático de lo Complejo a lo más simple para poder analizar y hacer una síntesis y un conocimiento.


Descartes planea que cuando se está hablando solo se conocen la ideas y para ver si una idea es verdadera o falsa lo que hay que hacer es descomponer en partes más simples que se quieran conocer estableciendo cuales son las ideas básicas porque solo de aquello que se sabe es una única conexión y así conseguir una percepción y una presencia de esa relación, si es simple, si es compleja o hay varias ideas y se puedan presentar separándolas porque sino sería una confusión.


El método que plantea Descartes es el METODO ANALITICO Y EL DE DESCOMPSICIÓN, una mesa es una tabla con 4 tablones de patas, si se separan todas sus partes y se comprueba que son partes se puede saber si son patas, si es el tablero y así reconstruir pero una vez comprobado que es una mesa y no es una cama,  ni otra cosa.





Todo ese conocimiento que busca es para conocer la realidad a través de las ideas que va construyendo y va a plantear tes tipos de ideas.


Ideas con las que el ser humano tiene desde el momento que es un ser humano.
Se tienen  una serie de ideas que se tienen de forma natural INN
ATAS por el simple hecho de ser un ser humano que las tiene todo ser pensante, hay otras ideas que se perciben o se componen o se reciben de forma ADVENTICIAS  que llegan mundo, las percepciones, las relaciones y las ideas FACTICIAS.

Ideas Innatas que son de nacimiento pero no se han capturado sino que se tienen por el simple hecho de haber nacido y ser un ser humano pensante, hay ideas que se componen y se perciben, ideas adventicias que se perciben de la relación con la realidad del mundo y las facticias de facere, facer, ideas que se van construyendo a partir de otras ideas más simples que son de carácter adventicio.

Todo el conocimiento del mundo según Descartes se reduce a ideas, ideas por las cosas, ideas por el mundo, y habrá ideas que se construyen a partir de loa percepción del mundo real y habrá ideas que se construyen mezclando otras ideas, y hay ideas que se tienen o que constituyen a ser humano y no se construyen sino que se tienen y la única forma de tenerlas es porque se nacen con ellas.





DESCARTES II -
3) El método como regla de crecimiento o uso de la razón.
3 preceptos del correcto pensar:
– 1) Expresa la necesidad de precaución: partir de intuiciones claras y distintas para efectuar las posteriores deducciones.
– 2) Representan lo más genuino del método matemático: es necesario proceder por análisis y síntesis;
– 3) Proceder ordenadamente desde lo simple a lo compuesto.
Exaltación del método matemático y racional: el Mundo o Naturaleza está escrito con caracteres matemáticos
  DIOS CREA EL MUNDO CON CARÁCTER RACIONAL Y MATEMÁTICO
“El primero consistía en no admitir cosa alguna como verdadera si no se la había conocido evidentemente como tal. Es decir, con todo cuidado debía evitar la precipitación y la prevención, admitiendo exclusivamente en mis juicios aquello que se presentara tan clara y distintamente a mi espíritu que no tuviera motivo alguno para ponerlo en duda
El segundo exigía que dividiese cada una de las dificultades a examinar en tantas parcelas como fuera posible y necesario para resolverlas más fácilmente.
El tercero requería conducir por orden mis reflexiones comenzando por los objetos más simples y más fácilmente cognoscibles, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más complejos, suponiendo inclusive un orden entre aquellos que no se preceden naturalmente los unos a los otros.” (Segunda Parte)
Estructura de la realidad: Teoría de las 3 sustancias.
La sustancia es aquello que existe por sí mismo y no necesita de otra realidad para existir.
Existen 3 tipos de sustancias:
·       Sustancia pensante -Res Cogitam-: YO
·       Sustancia infinita -Res IInfinita-: DIOS
·       Sustancia extensa -Res Extensa-: CUERPO
1.- Sustancia Pensante
– De todas las características que podamos atribuir al yo (cuerpo y alma) sólo nos queda,
después de la duda, el pensamiento: el yo es res cogitam o sustancia pensante.
o El yo pensante o Res Cogitans el la primera verdad gnoseológica o del
conocimiento (que podemos descubrir con la razón) pero no es la verdad
fundamental “ontológicamente” sino que depende de la Res Infinita o Dios para
existir.
“Posteriormente, examinando con atención lo que yo era, y viendo que podía fingir que
carecía de cuerpo así como que no había mundo o lugar alguno en el que me encontrase, pero que, por ello, no podía fingir que yo no era, sino que por el contrario, sólo a partir de que pensaba dudar acerca de la verdad de otras cosas, se que, con sólo que hubiese cesado de pensar, aunque el resto de lo que había imaginado hubiese sido verdadero, no tenía razón alguna para creer que yo hubiese sido, llegué a conocer a partir de todo ello que era una
sustancia cuya esencia o naturaleza no reside sino en pensar y que tal sustancia, para existir, no tiene necesidad de lugar alguno ni depende de cosa alguna material”
2.- Sustancia Infinita: DIOS
– Descartes recurre a Dios como garantía de verdad, puesto que hasta ahora su filosofía se había quedado circunscrita a la idea del cogito, sin posibilidad de salir del propio Yo.
– Es un DIOS filosófico más que teológico.
“A continuación, reflexionando sobre que yo dudaba y que, en consecuencia, mi ser no era
omniperfecto pues claramente comprendía que era una perfección mayor el conocer que el
dudar, comencé a indagar de dónde había aprendido a pensar en alguna cosa más perfecta de
lo que yo era; conocí con evidencia que debía ser en virtud de alguna naturaleza que
realmente fuese más perfecta. (…). Pero no podía opinar lo mismo acerca de la idea de un ser
más perfecto que el mío, pues que procediese de la nada era algo manifiestamente imposible y
(…) concluí que tal idea no podía provenir de mí mismo. De forma que únicamente restaba la
alternativa de que hubiese sido inducida en mí por una naturaleza que realmente fuese más
perfecta de lo que era la mía y, también, que tuviese en sí todas las perfecciones de las cuales
yo podía tener alguna idea, es decir, para explicarlo con una palabra que fuese Dios.”
Descartes utiliza dos pruebas para demostrar la existencia de Dios:
1) Descartes plantea el Argumento Ontológico, según el cual la idea de Dios es la de un ser
perfecto, es decir, de un ser mayor del cual no puede ser concebido otro. La existencia es una
cualidad de la perfección; Como Dios es perfecto, tiene que existir.
2) Prueba de la causalidad aplicada a la idea de Dios o infinito. Todos tenemos en nuestra
mente la idea de ser infinito o Dios. Esta idea no la puede haber generado el propio hombre
puesto que es un ser finito, imperfecto. Por tanto, debe existir una causa que sea
proporcional a la naturaleza de la idea: Dios.
Logrando demostrar la existencia de un Dios Omnipotente, queda eliminada la hipótesis del
Genio Maligno, por contradictoria con la existencia un Dios Omnipotente.
Del mismo modo, tal Dios no podría engañar al hombre, puesto que el engaño, el error, son
un defecto, un no-ser, que no pueden ser el resultado de la acción de un ser Omnipotente.
El error no es engaño, sino mal uso de la razón por parte del ser humano.
Por tanto, si Dios es la garantía de verdad, entonces toda idea matemática, clara, simple,
innata o evidente es verdadera.
3. Sustancia extensa.
La demostración de la existencia de la res extensa es más difícil porque la información de
ésta nos proviene de los sentidos, que son engañosos.
Partimos de demostración de la existencia de Dios garante de la verdad de toda idea clara y
distinta:
Bastaría concebir clara y distintamente una cosa sin otra para estar seguros de que la una es
diferente a la otra.
Yo tengo una idea clara y distinta de mí mismo como una sustancia pensante sin extensión;
y tengo una idea distinta del cuerpo, como cosa extensa y no pensante.
Luego, de aquellas ideas referidas “a substancias extensas” de las cuáles tenga evidencia
“clara” y “distinta” podré estar seguro.
“Por el contrario nos dicta que todas nuestras ideas o nociones deben tener algún fundamento
de verdad, pues no sería posible que Dios, que es sumamente perfecto y veraz, las haya
colocado en nosotros careciendo del mismo. Y puesto que nuestros razonamiento no son
jamás tan evidentes ni completos durante el sueño como durante la vigilia, aunque algunas
veces nuestras imágenes sean tanto o más vivas y claras, la razón nos dicta igualmente que no
pudiendo nuestros pensamientos ser todos verdaderos, ya que nosotros no somos
omniperfectos, lo que existe de verdad debe encontrarse infaliblemente en aquellos que
tenemos estando despiertos más bien que en los que tenemos mientras soñamos.”
LA MORAL PROVISIONAL
Tras establecer la duda metódica y provisional para sentar un criterio de verdad, firme y
sólido, mientras se construye el edificio del saber, Descartes propone una “moral
provisional”, basado en unos preceptos mínimos.
La moral cartesiana puede ser resumida en tres máximas;
– 1) Obedecer siempre a las leyes y costumbres del país en que estés.
– 2) Ser resoluto y firme en las decisiones.
– 3) Seguir únicamente los pensamientos alcanzados por el método cuando tengamos
la certeza de que responden a la realidad, sin dejarme llevar por mis deseos.
“Con el fin de no permanecer irresoluto en mis acciones aunque la razón me obligase a estarlo
en mis juicios y, por otra parte, con el fin de no dejar de vivir por ello con la mayor dicha que
pudiera, elaboré una moral provisional que no constaba sino de tres o cuatro máximas de las
cuales deseo haceros partícipes.. Por la primera debía obedecer las leyes y costumbres de mi
país, conservando la religión en la cual Dios me ha concedido la gracia de ser instruido desde
la infancia, rigiéndome en cualquier otra cuestión por las opiniones más moderadas y más
alejadas de todo extremo, que fuesen comúnmente practicadas por los más sensatos de
aquellos con los que me tocase vivir. (...).
Mi segunda máxima prescribía que debía ser lo más firme y decidido que pudiera en mis
acciones y que no debía seguir las opiniones más dudosas, después de haberme determinado a
ello, con menor constancia que si hubiesen sido muy seguras. (...). De igual modo, puesto que
las acciones de la vida no toleran frecuentemente plazo alguno, es una verdad cierta que
mientras no esté en nuestro poder distinguir las opiniones más verdaderas, debemos seguir las
más probables; (...)
Mi tercera máxima aconsejaba que debía intentar siempre vencerme a mí mismo antes que a
la fortuna y modificar mis deseos antes que el orden del mundo
EL GRAN GIRO DE LA MODERNIDAD
Del objetivismo al subjetivismo. Al conocer tenemos un Sujeto que conoce un Objeto o
Mundo
En el mundo pre-moderno lo seguro y cierto era la realidad de ese Mundo (Ideas platónicas o
Substancias aristotélicas).
En el Mundo Moderno lo seguro es el Sujeto que conoce, es el eje de todo conocimiento de la
realidad.
EN CONCLUSION:
Con Descartes nace la modernidad fundada en el SUJETO.
El Sujeto Cognoscente como fundamento de todo conocimiento verdadero
El Sujeto ético-político como pilar del orden  El HABITANTE
El Sujeto Socio-económico como pilar de la organización social y económica  el Burgués
(recuperación del empirismo en el marco de la Filosofía Analítica de B. Russell)