martes, 6 de febrero de 2018

LITERATURA MEDIEVAL - CANTAR CLERECÍA - guadahumi2

08 de noviembre 2017

LITERATURA MEDIEVAL  -  CANTAR CLERECÍA - guadahumi2


EL MESTER DE CLERECÍA




Es una literatura opuesta a la épica, y está entre el s-XIII y XIV porque las primeras manifestaciones son del s-XIII pero el exponente más significativo más notorio no es otro que el Arcipreste de Hita.
La provincia de Guadalajara aparece en los primeros textos escritos como la jarcha, así como el autor Arcipreste de Hita y personajes importantes como Minaya amigo del Cid como aparece en el Poema del mío Cid.

EL MESTER DE JUGLARÍA

Escuela poética medieval española de carácter popular y de tradición oral cuyas poesías recitaban los juglares; se desarrolló en los siglos xii y xiii.
Los juglares no solían escribir era todo oral y trascendía de una generación a otra y el pueblo las cantaba y los juglares las reproducían o las adaptaban a su forma.
El verso juglaresco se caracterizaba por su anisosilabismo, es decir, era un verso irregular que oscilaba entre las diez y las dieciséis sílabas, con predominio de los versos de catorce o alejandrinos, y usaban como rima la asonante, que proporcionaba más libertad para improvisar y recordar fórmulas fraseológicas que, repetidas habitualmente, servían para rellenar versos mientras los juglares recordaban, como han mostrado los estudios sobre los juglares yugoeslavos. Este descuido diferenció a este mester de juglaría del llamado Mester de clerecía, caracterizado por lo opuesto; tal y como dice su texto fundador, el llamado Libro de Alexandre.

 EL MESTER DE CLERECÍA

El Arcipreste de Hita es un clérigo que escribe en metro a sílabas contadas y con gran maestría, esto quiere decir que ya era una literatura para doctos, para clérigos en el sentido más amplio de la palabra, en esa época clérigo no significaba solo aunque sí especialmente hombre de iglesia sino  clérigo era una persona docta, ilustrada, pero la inmensa mayoría de las personas doctas de entonces estaban relacionadas y vinculadas a  la iglesia siendo las que estudiaban, escribían.
El metro del mester de clerecía va a sílabas contadas y con gran maestría, era una literatura para todos, para clérigos teniendo en cuenta que clérigo era especialmente un hombre de iglesia pero también era una persona ilustrada, culta, pero la inmensa mayoría de las personas doctas de entonces estaban relacionadas con la iglesia que eran los que estudiaban y escribían pues los juglares no solían escribir.

CAMBIOS SIGNIFICATIVOS

En el plano social en el s-XIII no hubo cambios importantes en la vida medieval pues discurre muy lentamente, no había grandes progresos, no había adelantos, pero ya en el s-XIII se insinúa el desarrollo  de las ciudades  del siglo XIV  y la importancia que tomará la burguesía, pues en la época anterior estaba la nobleza y los campesinos que estaban a su servicio.

Autónomos casi no había pues la mayoría eran dependientes de un arzobispado o de un noble, pero gente que trabajara por su cuenta había muy pocos.
En el s-XIII hay un gran desarrollo de las ciudades y la burguesía tenía otra mentalidad, la mentalidad teocrática, la mentalidad clerical de hacer penitencia, de los pecados, de hacer seguir con rigor y al pie de la letra los preceptos  evangélicos a  la burguesía no les interesaba, no es que fueran reacios a la religión pero ellos estaban en los burgos y de ahí su nombre, ellos ya eran reacios a la religión no creían que la vida era solo un valle de lágrimas como difundían los predicadores.

Los burgueses gracias a la economía habían prosperado y se habían creados las ciudades por lo que ya no dependían de un noble fueron ellos pro propios burgueses lo que administraban y dirigían las ciudades, teniendo un concepto más hedonista.
El hedonismos es una doctrina moral que establece la satisfacción como fin superior y fundamento de la vida.

Los burgueses querían disfrutar de la vida y del momento,  no hacía faltar flagelándose todo el día por ser pecadores, pensaban que la vida merecía la pena vivirla apareciendo una explosión de optimismo y de vitalismo porque en los s-XIII y XIV fue cuando la Edad Media estaba pasando a otro era distinta.

Sin embargo, en el s-XIV de dio una situación tremenda en Europa acabando con casi todo, que fue una terrible peste durando hasta mediados de ese siglo y que asoló Europa pocos se salvaron de ella pues creó una mortandad inmensa, se supone que un tercio de la población murió a consecuencia de la peste negra.

Como en esa época no se conocía la medicina, no existían las vacunas la enfermedad avanzaba rápidamente y ellos lo atribuían a que habían sido malos y era un castigo en lugar de pensar que era una enfermedad creada por una bacteria junto a la falta de higiene, sí en una familia la contraía un miembro los demás se apartaban de él importando únicamente el instinto de supervivencia.

La pandemia de la peste negra ocurrió en la época del Arcipreste  s-XIII cerrando las casas para que no entrase nadie enfermo.

De la peste negra falleció la trotaconventos(alcahueta) del Arcipreste y el compuso una especie de canto fúnebre, elegía  a su trotaconventos, pues ella era la encargada de prepararle los amoríos al Arcipreste.

Y dice contra la muerte:
¡Ay Muerte! ¡muerta sseas, muerta e malandante!
matásteme mi vieja: ¡matasses a mí enante!

Enemiga del mundo, que non as semejante:
de tu memoria amarga non sé quien non se espante.

Transcripción: que de tu horrenda figura no hay quien no se espante.

¡Muerte! al que tú fieres, liévastelo de belméz.
Al bueno e al malo, al noble e al rrehez
a todos los ygualas e lievas por un prez:
por papas e por reyes non das una vil nuez.
Non catas señorío, debdo e amistad,
con todo el mundo tyenes continua enamistad;
non ay en ty mesura, amor nin piadad;
synon dolor, tristesa, pena e crueldad.
Non puede foyr ome de ty nin se asconder,
nunca fue quien contigo podiese bien contender;
la tu venida triste non se puede entender:
¡desque vienes, non quieres al ome atender!
Dexas el cuerpo yermo a gusanos en fuesa;
al alma, que lo puebla, liévastela de priesa;
non es el ome çierto de tu carrera aviesa:
¡de fablar en ti, Muerte, espanto me atraviesa!
Eres de tal manera del mundo aborrida,
que, por bien que lo amen al ome en la vida,
en punto, que tú vienes con tu mala venida,
¡todos fuyen dél luego, como de rres podrida!
En el libro del Buen amor  está reflejada la peste que asoló Europa y en esa época también se encuentra reflejada la ciudad de Guadalajara, en el ratón de Monferrado.
El ratón de Monferrado y el de Guadalajara (Arcipreste de Hita)
Mur de Guadalajara un lunes madrugaba
y fuese a Monferrado, en el mercado andaba;
un ratón de gran barba invitóle en su cava,
convidóle a comer ofreciéndole una haba.

Están en mesa pobre, buen gesto y buena cara,
si la comida es poca, en la amistad se ampara,
a los pobres manjares el placer los repara;
quedó muy satisfecho el de Guadalajara.
La comida ya hecha, el manjar acabado,
convidó el de la villa al mur de Monferrado
para que fuese el martes a ver aquel mercado,
y que, en correspondencia, fuera su convidado.
Le recibió en su casa y diole mucho queso,
mucho fresco tocino que no estaba salpreso,
enjundias, pan cocido, sin medida ni peso;
así, del aldeano crecía el embeleso.
Manteles de buen lino, una blanca talega
bien repleta de harina: el mur allí se pega;
muchas honras y obsequios le hacía su colega,
alegría y buen rostro con la comida llega.
Está en mesa, muy rica, mucha buena vianda,
a cual mejor es todo el manjar que allí anda,
y demás, el agrado que el ser huésped demanda:
solaz con mesa buena, a cualquier hombre ablanda.
Ya comiendo y holgando, en medio del yantar,
la puerta de la estancia comenzó a resonar;
su señora la abría, dentro quería entrar,
los ratones, de miedo, huyen al verla andar.
El de Guadalaiara va al hueco acostrumbrado;
mas el huésped corría acá y allá asustado,
sin saber en qué sitio se vería amparado,
a la pared se acoge, muy quieto y arrimado.
Cerrada ya la puerta y pasado el temor,
estaba el aldeano con fiebre y con temblor;
sosegábale el otro, dice: —"Amigo, señor,
alégrate comiendo de todo a tu sabor.
Este manjar es dulce y sabe como miel".
Contestó el aldeano: —"Veneno yace en él;
al que teme la muerte el panal sabe a hiel.
Sólo para tí es dulce; tú solo come de él.
Para quien tiene miedo no existe dulce cosa,
falta el gusto de todo con la vida azarosa;
si se teme a la muerte, ni la miel es sabrosa
toda cosa es amarga en vida peligrosa.
Prefiero roer habas, muy tranquilo y en paz,
que comer mil manjares, inquieto y sin solaz;
con miedo, lo que es dulce se convierte en agraz,
pues todo es amargura donde el miedo es voraz.
Mas, ¿por qué me detengo aquí? Casi me mato
del miedo que pasé, porque me da el olfato
que, si al estar yo solo, hubiera entrado un gato,
me atrapara, sin duda, y me diera un mal rato.
Tú tienes grandes casas, pero mucha compaña,
comes muchos manjares y eso es lo que te engaña:
mejor es mi pobreza en segura cabaña,
porque el hombre mal pisa y el gato mal araña"

EXPLICACIÓN:

En esa época el campo lo mitificaban, siendo una noción que venía de atrás denominado tópico literario es una idea preconcebida que se pasa sin ser criticado de generación en generación.

La discusión entre si es mejor el campo o la ciudad ya venía de atrás desde los tiempos romanos de Horacio en el epodo II, sobre la vida en el campo rechazando la vida en la ciudad.

La forma de describir esta idea en el s-XIII era más burlesca, más humorística, criticando que en las ciudades estaban los banqueros, los prestamistas, la usura, etc. sin embargo, los terratenientes gustaban de vivir en el campo porque vivía más tranquilo y la tierra la trabajaban los criados.

Esta idea ha permanecido a lo largos de los siglos la dialéctica de ¿qué era preferible el campo o la ciudad?

Los poetas al ser tan idealistas cantan sobe el campo, las flores, los árboles, los frutales siendo un recuerdo de la vida primitiva, usando un tópico literario como “RERUM NATURA”.
Un tópico literario que es una frase breve que en la tradición retórica y literaria une contenidos semánticos fijos con expresiones formales recurrentes y se repite, con leves variaciones, a lo largo de la historia de la literatura.

El elogio de la aldea y el menosprecio de la corte y este tópico ha permanecido durante mucho tiempo y es una idea que no se somete a crítica y los escritores están siempre a favor del ratón de campo contra el ratón de ciudad cómo ocurría también de la fábula de Esopo.

El Arcipreste de Hita s-XIII era un hombre muy dado a los vicios, a la buena vida, a los placeres mundanos.

El lugar de nacimiento del Arcipreste de Hita al ser una  persona importante se lo han apropiado Hita en Guadalajara, que era de donde fue Arcipreste pero nació en  Alcalá de Henares en 1283 y también Toledo, así como Alcalá la Real de Jaén.
Como en un texto solo dice Alcalá se crea la duda,  pero por cercanía con Hita Guadalajara lo lógico es que sea del Henares, estas polémicas son por intereses,  pero en documentos escritos está registrado en Toledo, Juan Ruiz, como Johannes Roderici archipresbiterus Fitae y hay muchos interrogantes sobre su vida, lo único claro es que era un vividor y paseaba mucho por los conventos de las monjas con la ayuda de su trotaconventos.


GONZALO DE BERCEO 






Fue un sacerdote y no monje muy religioso y Santo, todo lo opuesto al arcipreste solo coincidían en que eran clérigos, nació en el año 1198  en Berceo La Rioja, la cuna del castellano y la cuna del primer poeta español de nombre conocido D. Gonzalo de Berceo.


MONASTERIO SAN MILLÁN DE LA COGOLLA – La Rioja





Gonzalo de Berceo vivió en el Monasterio de San Millán de la Cogolla donde estuvo de fraile toda su vida y donde se encuentra enterrado.

Fue un clérigo secular, no regular pues él no seguía la regla ni las normas de vida del convento.

Gonzalo de Berceo inaugura el Mester de Clerecía, pues el Cid era poesía épica que era anterior perteneciendo al Mester de Juglaría, al ser una poesía de tipo oral ya que era como se transmitía oralmente,  aunque pudiese estar en manuscritos.

El Mester de Clerecía era literatura escrita y eran juglares los interpretes eran monjes que sabían leer y escribir, además de saber latín.

El latín fue muy importante en toda Europa porque unificaba toda la cultura, al ser la lingua franca de cultura y todo se escribía en latín.

El mester de clerecía tenía una norma clara y concisa para su ejecución, era una poesía culta, no popular.

El mester de clerecía nace como escritura, estando más cuidada como se observa en la 
METRICA.

La métrica del mester de juglaría eran series de versos irregulares aunque predominaban los de 14, organizados en tiradas de versos monorrimo, es decir que rimaban todos en rima asonante que es más fácil que la rima consonante ya que toda la última silaba tienen que ser iguales y en la asonante solo las vocales y el mester de juglaría como el cantar del mío.
En el Mester Clerecía se adopta una estrofa principal y casi única y fija, con cuatro versos de 14 silabas llamados CADERNA VIA que riman todos en consonante.
En el libro de Alexandre que es un libro del mester de clerecía ya hace ostentación de que es un mester, un oficio y su labor no era la descuidada de los juglares que no sabían rimar, ni medir los versos.

Fablar curso rimado por la cuaderna vía: a síllabas cuntadas, ca es grant maestría. Cuaderna con silabas contadas con gran maestría, queriendo decir que había que tener mayor maestría literaria para escribir en cuaderna vía, porque en el mester de juglaría, en la épica había versos de diferente longitud y asonantes como en el Cid.
En la cuaderna vía cuatro versos de 14 silabas con una cesura en medio de dos miembros de siete silabas y eso es lo que caracteriza a al cuaderna vía, y eso no impide que en obras escritas en cuaderna vía no se introduzca otro tipo de métrica como en el libro del buen amor que es un libro en el que predomina la cuaderna vía pero es un libro polimétrico porque hay mezcla, pues aparte de los versos de cuaderna vía hay otros más ligeros y más ágiles.

La palabra mester significa oficio, menester significa trabajo. Los de mester de clerecía que eran todos clérigos y por lo tanto más cultos escribían con una métrica más rigurosa y más difícil.

Por eso en el Exordio de Alexandre dice:
“Mester traigo fermoso,   non es de joglaría,
mester es sin pecado,   ca es de clerezía
fablar curso rimado   por la quadema vía,
a sílabas contadas,   ca es grant maestría.”
No siempre los textos eran inventados por un autor, a veces se traducían del latín con más o menos fidelidad algunos libros y hay que tener en cuenta que en el mester de clerecía no siempre eran autores creadores.
Gonzalo de Berceo fue el primer poeta de nombre conocido, su obra principal son:

LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA, una gran obra.




INCUNABLE LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA


PARA LEER LOS POEMAS ORIGINALES PULSAR ILUSTRACIÓN





LOS 25 MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA

Todos los versos estaban en latín menos y que estaban recogidos en un manuscrito hallado en Copenhague y los distribuyeron los 24 versos por toda Europa siendo casi toda la literatura de esa época de carácter religioso al ser  clérigos  quienes sabían escribir pero difundiéndolo en las iglesias durante sus sermones oralmente pues los fieles no sabía leer.
En los 25 milagros de Nuestra Señora hay una introducción alegórica muy importante pues eran muy importantes en la Edad Media para hablar de algo para referirse a otra y que se entendiera mejor, y por ejemplo para referirse a los dones de la Virgen, de su bondad, de sus milagros Berceo imagina que está en un prado que representan  la Virgen y los árboles representan los milagros, los pájaros que cantan en los árboles  representan a los profetas que cuentan las excelencias de la Virgen, etc., por lo tanto todo es alegórico para situar el marco del libro.
La introducción Berceo es que encuentra muy placentero en un prado que es la Virgen rodeado de los dones que son los milagros, y a continuación están  los 25 milagros y dice así en forma predicación:

PRÓLOGO:

Amigos e vasallos de Dios omnipotent,
si vos me escuchásedes por vuestro consiment,
querríavos contar un buen aveniment:
terrédeslo en cabo por bueno verament.

  Yo Maestro Gonzalo de Berceo nomnado,                   5
yendo en romería caecí en un prado
verde e bien sencido, de flores bien poblado,
lugar codiciadero para ome cansado.

  Daban olor sobejo las flores bien olientes,
refrescaban en ome las caras e las mientes,               10
manaban cada canto fuentes claras corrientes,
en verano bien frías, en ivierno calientes.

  Habie hí grand abondo de buenas arboledas,
milgranos e figueras, peros e manzanedas,
e muchas otras fructas de diversas monedas,               15
mas no habie ningunas podridas nin acedas.

  La verdura del prado, la odor de las flores,
las sombras de los árbores de temprados sabores
refrescáronme todo e perdí los sudores:
podrie vivir el ome con aquellos olores.                  20

  Nuncua trobé en sieglo lugar tan deleitoso,
ni sombra tan temprada, nin olor tan sabroso:
descargué mi ropiela por yacer más vicioso,
poséme a la sombra de un árbor fermoso.

  Yaciendo a la sombra perdí todos cuidados,              25
odí sonos de aves dulces e modulados:
nuncua udieron omes órganos más temprados,
nin que formar pudiesen sones más acordados.

  Unas tienien la quinta e las otras doblaban,
otras tenien el punto, errar no las dejaban,              30
al posar, al mover todas se esperaban,
aves torpes nin roncas hí non se acotaban.

  Non serie organista, nin serie vïolero,
nin giga nin salterio, nin manoderotero,
nin instrument nin lengua, nin tan claro vocero,          35
cuyo canto valiese con esto un dinero.

  Peroque vos disiemos todas estas bondades,
non contamos las diezmas, esto bien lo creades:
habíe de noblezas tantas diversidades,
que no las contaríen prïores ni abades.                   40

  El prado que vos digo habie otra bondat,
por calor ni por frío non perdie su beldat,
siempre estaba verde en su integridat,
non perdie la verdura por nula tempestat.

  Manamano que fui en tierra acostado,                    45
de todo el lacerio fui lüego folgado:
oblidé toda cuita, el lacerio pasado,
qui allí se morase serie bien venturado.

  Los omes e las aves cuantas acaecíen,
levaban de las flores cuantas levar queríen,              50
mas mengua en el prado ninguna non facíen,
por una que levaban tres e cuatro nacíen.

El fructo de los árbores era dulz e sabrido,
si Don Adam hobiese de tal fructo comido,
de tan mala manera non serie decibido,                    55
nin tomarien tal daño Eva ni su marido.

Señores e amigos, lo que dicho habemos
palabra es oscura, exponerla queremos:
tolgamos la corteza, al meollo entremos,
prendamos lo de dentro, lo de fuera dejemos.              60

  Todos cuantos vivimos que en piedes andamos,
siquiere en prisión o en lecho yagamos,
todos somos romeos que camino andamos:
San Pedro lo dis esto, por él vos lo probamos.

  Cuanto aquí vivimos en ageno moramos,                   65
la ficanza durable suso la esperamos:
la nuestra romería estonz la acabamos
cuando a paraíso las almas envïamos.

  En esta romería habemos un buen prado,
en qui trova reparo tot romeo cansado,                    70
la Virgen glorïosa, Madre del buen crïado,
del cual otro ninguno egual non fue trovado.

  Esti prado fue siempre verde en honestat,
ca nuncua hobo mácula la su virginidat,
post partum et in partu fue virgen de verdat,             75
ilesa, incorrupta en su integridat.

  La sombra de los árbores buena dulz e sanía,
en qui habe reparo toda la romería,
sí son las oraciones que fas Sancta María,
que por los pecadores ruega noche e día.                  80

  Cuantos que son en mundo justos e pecadores,
coronados e legos, reys e emperadores,
allí corremos todos vasallos e señores,
todos a la su sombra imos coger las flores.

  Los árbores que facen sombra dulz e donosa,             85
son los santos miraclos que fas la Glorïosa,
ca son mucho más dulces que azúcar sabrosa,
la que dan al enfermo en la cuita rabiosa.

  Las aves que organan entre esos fructales,
que han las dulces voces, dicen cantos leales,            90
éstos son Agustín, Gregorio, otros tales,
cuantos que escribieron los sus fechos reales.

  Estos habien con ella amor e atenencia,
en laudar los sus fechos metien toda femencia,
todos fablaban de ella, cascuno su sentencia,             95
pero tenien por todo todos una creencia.

  Tornemos ennas flores que componen el prado,
que lo facen fermoso, apuesto e temprado:
las flores son los nomnes que li da el dictado
a la Virgo María, Madre del buen crïado.                  100

  La benedicta Virgen es estrella clamada,
estrella de los mares, guïona deseada,
es de los marineros en las cuitas guardada,
ca cuando esa veden es la nave guïada.

  Es clamada y eslo de los cielos reína,                  105
templo de Jesu Cristo, estrella matutina,
señora natural, pïadosa vecina,
de cuerpos e de almas salud e medecina.

  Ella es dicha fuent de qui todos bebemos,
ella nos dio el cibo de qui todos comemos                 110
ella es dicha puerto a qui todos corremos,
e puerta por la cual entrada atendemos.

  Es dicha vid, es uva, almendra, malgranada,
que de granos de gracia está toda calcada,
oliva, cedro, bálsamo, palma bien elevada,                115
piértega en que se hobo la serpiente alzada.

  Señores e amigos, en vano contendemos,
entramos en grand pozo, fondo nol' trovaremos,
porque más son los nomnes que nos de ella leemos,
que las flores del campo del más grand que sabemos.       120

  Desuso lo disiemos que eran los fructales
en qui facien las aves los cantos generales,
los sus santos miraclos grandes e principales,
los cuales organamos en las fiestas caudales.

  Quiero dejar contanto las aves cantadoras,              125
las sombras e las aguas, las devant dichas flores:
quiero de estos fructales tan plenos de dulzores
fer unos pocos versos, amigos e señores.

  Quiero en estos árbores un ratielo subir,
e de los sus miraclos algunos escribir:                   130
la Gloriosa me guíe que lo pueda cumplir,
ca yo non me trevría en ello a venir.

  Terrélo por miraclo que lo fas la Gloriosa
si guïarme quisiere a mí en esta cosa:
Madre plena de gracia, reína poderosa,                    135
tú me guía en ello, ca eres pïadosa.
CUADERNA VIA DE LOS MILAGROS
Estrofa:  Cuaderna vía (cuatro versos alejandrinos monorrimos)
Sílabas:  Cada verso consta de dos hemistiquios de siete sílabas
  1 2 3  4  5 6+1=7     1   2  3  4 5 6+1=7        7 + 7 = 14
  Amigos e vasallos || de Dios omnipotent,
 1  2   3 4  5  6+1=7      1    2   3  4  5 6+1=7  7 + 7 = 14
si vos me escuchásedes || por vuestro consiment,
  1  2 3 4   5  6+1=7 1    2  3 4 5 6+1=7          7 + 7 = 14
querrí-avos contar || un buen aveniment:
 1  2 3  4 5   6+1=7   1    2 3  4 5 6+1=7         7 + 7 = 14
terrédeslo en cabo || por bueno verament.
[Nótese que hay muy pocos ejemplos de sinalefa en este poema; por
ejemplo, no se unen me y escuchásedes en el segundo verso.]
Rima:  Rima perfecta con el esquema AAAA, BBBB, CCCC, etc.

Amigos e vasallos de Dios omnipotent,          A
si vos me escuchásedes por vuestro consiment,    A
querríavos contar un buen aveniment:             A
terrédeslo en cabo por bueno verament.           A


A continuación Berceo explica el significado de la alegoría dirigiéndose en un sermón a sus feligreses:

Amigos y señores:      lo que dicho tenemos
es oscura palabra:      exponerla queremos.
Quitemos la corteza,     en él meollo entremos,
tomemos lo de dentro,     lo de fuera dejemos.

Todos cuantos vivimos     y sobre pies andamos
—aunque acaso en prisión      o en un lecho yazgamos—
todos somos romeros      que en un camino andamos:
esto dice San Pedro,      por él os lo probamos.

Mientras aquí vivimos,     en ajeno moramos;
la morada durable      arriba la esperamos,
y nuestra romería      solamente acabamos
cuando hacia el Paraíso     nuestras almas enviamos.

En esta romería      tenemos un buen prado
en que encuentra refugio      el romero cansado:
es la Virgen Gloriosa,     madre del buen criado
del cual otro ninguno      igual no fue encontrado.

Este prado fue siempre     verde en honestidad,
porque nunca hubo mácula      en su virginidad;
post partum et in partu     fue Virgen de verdad,
ilesa e incorrupta      toda su integridad.

Las cuatro fuentes claras     que del prado manaban
nuestros cuatro evangelios     eso significaban:
que los evangelistas,      los que los redactaban,
cuando los escribían     con la Virgen hablaban.

Cuanto escribían ellos,     ella se lo enmendaba;
sólo era bien firme     lo que ella alababa:
parece que este riego     todo de ella manaba,
cuando sin ella nada     a cabo se llevaba.

La sombra de los árboles,     buena, dulce y sanía,
donde encuentra refugio      toda la romería,
muestra las oraciones     que hace Santa María,
que por los pecadores      ruega noche y día.

Cuantos son en el mundo,     justos y pecadores,
coronados y legos,     reyes y emperadores,
allí corremos todos,     vasallos y señores,
y todos a su sombra     vamos a coger flores.

Los árboles que hacen     sombra dulce y donosa
son los santos milagros      que hace la Gloriosa,
que son mucho 'más dulces     que la azúcar sabrosa,
la que dan al enfermo     en la cuita rabiosa.

Y las aves que organan     entre esos frutales,
que tienen dulces voces,     dicen cantos leales,
esos son Agustín,     Gregorio y otros tales,
todos los que escribieron     de sus hechos reales.

Todos tenían con ella     gran amistad y amor,
en alabar sus hechos     ponían todo su ardor;
todos hablaban de ella,     cada uno a su tenor,
pero en todo tenían     todos igual fervor.

El ruiseñor que canta     por fina maestría,
y también la calandria,     hacen gran melodía;
pero cantó mejor     el barón Isaías
y los otros profetas,     honrada compañía.
Cantaron los apóstoles     por modo natural,
confesores y mártires           hacían bien otro tal;
las vírgenes siguieron           a la madre caudal;
todos ante ella cantan           canto bien festival.

Por todas las iglesias     —y esto es cada día—
cantan laudes ante ella     toda la clerecía;
todos festejan y honran     a la Virgo María:
estos son ruiseñores      de gran placentería.

 Volvamos a las flores     que componen el prado,
que lo hacen hermoso,     apuesto y tan templado:
las flores son los nombres      que dan en el dictado
a la Virgo María,      madre del buen criado.

Esta bendita Virgen   es estrella llamada,
estrella de los mares y guía muy deseada;
es de los marineros   en la cuita implorada,
porque cuando la ven           la nave va guiada.

La llaman —y lo es—     de los Cielos Reina,
templo de Jesucristo,      estrella matutina,
señora natural     y piadosa vecina,
de cuerpos y de almas      salud y medicina.

Ella es el vellocino   que fue de Gedeón
en que vino la lluvia   una grande visión;
y la llaman la honda   de David el barón,.
con la cual confundió   al gigante felón

Es llamada la fuente      de quien todos bebemos,
y nos dio el alimento      de quien todos comemos;
ella es llamada el puerto      a quien todos corremos,
y puerta por la cual     muestra entrada atendemos.

Es llamada la puerta,      en. sí bien encerrada,
abierta para nos,     para darnos la entrada;
ella es la paloma      de hiel bien esmerada
en quien no cae ira,     y siempre está pagada.

Ella con gran derecho     es llamada Sión,
porque es nuestra atalaya     y nuestra protección;
ella es llamada trono     del sabio Salomón,
rey lleno de justicia,     muy sapiente barón.

No existe nombre alguno      que del bien no provenga
que de alguna manera     con ella no se avenga;
y no hay tal que raíz     en ella no la tenga:
ni Sancho ni Domingo,     ni Sancha ni Domenga.

La llaman vid, y es uva,     y almendra, y es granada
que de granos de gracia     está toda plasmada;
oliva, cedro, bálsamo,     palma verde brotada,
pértiga en la que estuvo     la sierpe levantada.

La vara que Moisés     en la mano llevaba,
que confundió a los sabios      que Faraón preciaba,
con la que abrió los mares     y después los cerraba,
si no es a la Gloriosa,   al no significaba.

Si parásemos mientes      en el otro bastón
que partió la contienda     y estuvo por Aarón,
al no significaba     —lo dice la lección—
sino a la Gloriosa,     y con buena razón.

Amigos y señores,     en vano contendemos,
estamos en gran pozo,     fondo no encontraremos:
más serian los nombres      que de ella leemos
que las flores del campo     mayor que conocemos.

Ya dijimos arriba      que eran los frutales
en los que hacían las aves      los cantos generales
sus milagros muy santos,      grandes y principales,
los cuales organamos      en las fiestas caudales.

Pero quiero dejar     los pájaros cantores,
las sombras y las aguas, las antedichas flores:
quiero de estos frutales, tan llenos de dulzores,
hacer algunos versos, amigos y señores.

Quiéreme en estos árboles     un ratito subir
—es decir, quiero algunos     milagros escribir—.
La Gloriosa me guíe     que lo pueda cumplir,
que solo no podría     bien airoso salir.

Tendré por un milagro     más que hace la Gloriosa
el que quiera guiarme     a mí en esta cosa:
Madre llena de gracia,     Reina poderosa,
guíame Tú en esto,     Tú que eres piadosa.

Por España quisiera     en seguida empezar,
por Toledo la grande,     afamado lugar:
que no sé por qué extremo     comenzaré a contar,
porque son más que arenas     a la orilla del mar.

LOS 25 MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA

Milagros de Nuestra Señora I: La casulla de san Ildefonso
Milagros de Nuestra Señora XVIII: Cristo y los judíos de Toledo
Milagros de Nuestra Señora XXV: De cómo Teófilo fizo carta con el diablo de su ánima et después fue convertido e salvo
Milagros de Nuestra Señora II: El sacristán fornicario
Milagros de Nuestra Señora III: El clérigo y la flor
Milagros de Nuestra Señora: Introducción
Milagros de Nuestra Señora IV: El galardón de la virgen
Milagros de Nuestra Señora IX: El clérigo simple
Milagros de Nuestra Señora V: El pobre caritativo
Milagros de Nuestra Señora VI: El ladrón devoto
Milagros de Nuestra Señora VII: San Pedro y el monje mal ordenado
Milagros de Nuestra Señora VIII: El romero engañado por el enemigo malo
Milagros de Nuestra Señora X: Los dos hermanos
Milagros de Nuestra Señora XI: El labrador avaro
Milagros de Nuestra Señora XII: El prior de san Salvador y el sacristán Uberto
Milagros de Nuestra Señora XIII: El nuevo obispo de Pavía
Milagros de Nuestra Señora XIV: La imagen respetada por el incendio
Milagros de Nuestra Señora XIX: El parto maravilloso
Milagros de Nuestra Señora XV: El novio y la virgen
Milagros de Nuestra Señora XVI: El judezno
Milagros de Nuestra Señora XVII: La iglesia de la Gloriosa profanada
Milagros de Nuestra Señora XX: El monje embriagado
Milagros de Nuestra Señora XXI: De cómo una Abbadesa fue prennada et por su conbento fue acusada et después por la virgen librada
Milagros de Nuestra Señora XXII: El romero naufragado
Milagros de Nuestra Señora XXIII: El mercader fiado
Milagros de Nuestra Señora XXIV: La iglesia despojada


LA CASULLA DE SAN ILDEFONSO




En España cobdicio de luego empezar,
en Toledo la magna, un famado logar,
ca non sé de qual cabo empieze a contar
ca más son que arenas en riba de la mar.

En Toledo la buena, essa villa real,
que yaze sobre Tajo, essa agua cabdal,
ovo un arzobispo, coronado leal,
que fue de la Gloriosa amigo natural.

Diziénli Ildefonsso, dizlo la escriptura,
pastor que a su grey dava buena pastura,
omne de sancta vida que trasco grand cordura,
que nos mucho digamos, so fecho lo mestura.

Siempre con la Gloriosa ovo su atenencia,
nunqua varón en duenna metió mayor querencia;
en buscarli servicio metié toda femencia,
facié en ello seso e buena providencia.

Sin los otros servicios, muchos e muy granados,
dos yazen en escripto, éstos son más notados,
fizo d’ella un libro de dichos colorados
de su virginidat contra tres renegados.

Fizo’l otro servicio el leal coronado,
fízoli una fiesta en deciembre mediado.
La que cae en marzo, día muy sennalado,
quando Gabrïel vino con el rico mandado,

Quando Gabrïel vino con la messagería,
quando sabrosamientre disso «Ave María»,
e díssoli por nuevas que parrié a Messía
estando tan entrega como era al día.

Estonz cae un tiempo, esto por connocía,
non canta la eglesia canto de alegría,
non lieva so derecho tan sennalado día.
Si bien lo comediéremos, fizo grand cortesía.

Fizo grand providencia el amigo leal,
que puso essa festa cerca de la Natal;
asentó buena vinna cerca de buen parral,
la Madre con el Fijo, par que non á egual.

Tiempo de quaresma es de afflictión,
nin cantan «Aleluya» nin facen processión;
todo esto asmava el anviso varón,
ovo luego por ello onrrado gualardón.

Sennor sant Illefonsso, coronado leal,
fazié a la Gloriosa festa muy general;
fincaron en Toledo pocos en su ostal
que non fueron a Missa a la sied obispal.

El sancto arzobispo, un leal coronado,
por entrar a la Missa estava aguisado,
en su preciosa cátedra se sedié asentado;
adusso la Gloriosa un present muy onrrado.

Apareció’l la Madre del Rey de Magestat,
con un libro en mano de muy grand claridat:
el que él avié fecho de la virginidat;
plogo’l a Illefonsso de toda voluntat.

Fízoli otra gracia qual nunqua fue oída:
dioli una casulla sin aguja cosida;
obra era angélica, non de omne texida,
fablóli pocos vierbos, razón buena, complida.

«Amigo, -dísso’l- sepas que só de ti pagada,
ásme buscada onrra non simple, ca doblada:
fecist de mí buen libro, ásme bien alavada,
fecístme nueva festa que non era usada.

A la tu Missa nueva d’esta festividat,
adúgote ofrenda de grand auctoridat:
cassulla con que cantes, preciosa de verdat,
oy en el día sancto de Navidat.

De seer en la cátedra que tú estás posado,
al tu cuerpo sennero es esto condonado;
de vestir esta alva a ti es otorgado,
otro que la vistiere non será bien hallado.»

Dichas estas palabras, la Madre glorïosa
tollióseli de ojos, non vío nulla cosa;
acabó su officio la persona preciosa
de la Madre de Christo, crïada e esposa.

Esta festa preciosa que avemos contada
en general concilio fue luego confirmada:
es por muchas eglesias fecha e celebrada,
mientre el sieglo fuere non será oblidada.

Quando plogo a Christo, al celestial Sennor,
finó Sant Illefonsso, precioso confessor;
onrrólo la Gloriosa, Madre del Crïador,
dio’l gran onrra al cuerpo, a la alma muy mejor.

Alzaron arzobispo un calonge lozano,
era muy sovervio e de seso liviano;
quiso eguar al otro, fue en ello villano,
por bien non gelo tovo el pueblo toledano.

Posóse enna cátedra del su antecessor,
demandó la cassulla que’l dio el Crïador;
disso palabras locas el torpe peccador,
pesaron a la Madre de Dios Nuestro Sennor.

Disso unas palavras de muy grand liviandat:
«Nunqua fue Illefonsso de mayor dignidat,
tan bien so consegrado como él por verdat,
todos somos eguales enna umanidat.»

Si non fuesse Sïagrio tan adelante ido,
si oviesse su lengua un poco retenido,
non serié enna ira del Crïador caído,
ond dubdamos que es ¡mal peccado! perdido.

Mandó a los ministros la casulla traer
por entrar a la Missa, la confessión fazer,
mas non li fo sofrido ni ovo él poder,
ca lo que Dios non quiere nunqua puede seer.

Pero que ampla era la sancta vestidura,
issióli a Sïagrio angosta sin mesura:
prísoli la garganta como cadena dura,
fue luego enfogado por la su grand locura.

La Virgen glorïosa, estrella de la mar,
sabe a sus amigos gualardón bueno dar:
bien sabe a los buenos el bien gualardonar,
a los que la dessierven sábelos mal curar.

Amigos, a tal Madre aguardarla devemos:
si a ella sirviéremos nuestra pro buscaremos,
onrraremos los cuerpos, las almas salvaremos,
por pocco de servicio grand gualardón prendremos.

EXPLICACIÓN:

En la catedral de Toledo en la capilla se puede ver  la casulla de San Ildefonso que no está cosida  la Virgen se la regaló por la devoción sincera que él la tenía y no está tejida por mano humana sino de los ángeles. Era una casulla milagrosa regalo de la Virgen.
San Ildefonso era un humilde clérigo, y el obispo cuando se enteró se enfadó pues no entendía que un clérigo normalito tuviese una casulla de ese calibre y se la quitó, pues el obispo pensó que cuando se la pusiese para hacer la misa todos le iban a admirar, además él era obispo y tenía más categoría por lo tanto se la merecía más que el pobre clérigo que era un vanidoso.
Cuando el obispo se puso la casulla a la Virgen no le agradó lo que había hecho y por ser pretencioso el cuello de la casulla empezó a encoger y a apretar el cuello hasta que se asfixió y murió.

EL LADRÓN DEVOTO 
                                                         
Era un ladrón malo que más querié furtar
que ir a la eglesia nin a puentes alzar;
sabié de mal porcalzo su casa governar,
uso malo que priso, no lo podié dexar.

Si facié otros males, esto no lo leemos,
serié mal condempnarlo por lo que non savemos,
mas abóndenos esto que dicho vos a vemos,
si ál fizo, perdóneli Christus en qui creemos.

Entre las otras malas, avié una bondat
que li vahó en cabo e dioli salvedat;
credié en la Gloriosa de toda voluntat,
saludávala siempre contra la su magestat.

Si fuesse a furtar, o a otra locura,
siempre se inclinava contra la su figura,
dizié «Ave María» e más de escriptura,
tenié su voluntad con esto más segura.

Como qui en mal anda en mal á a caer,
oviéronlo con furto est ladrón a prender;
non ovo nul consejo con qué se defender,
judgaron que lo fuessen en la forca poner.

Levólo la justicia pora la crucejada,
do estava la forca por concejo alzada;
prisiéronli los ojos con toca bien atada,
alzáronlo de tierra con soga bien tirada.

Alzáronlo de tierra quanto alzar quisieron,
quantos cerca estavan por muerto lo tovieron:
si ante lo sopiessen lo que depués sopieron,
no li ovieran fecho esso que li fizieron.

La Madre glorïosa, duecha de acorrer,
que suele a sus siervos ennas cuitas valer,
a esti condempnado quísoli pro tener,
membróli del servicio que li solié fer.

Metióli so los piedes do estava colgado
las sus manos preciosas, tóvolo alleviado:
non se sintió de cosa ninguna embargado,
non sovo plus vicioso nunqua nin más pagado.

Ende al día terzero vinieron los parientes,
vinieron los amigos e los sus connocientes,
vinién por descolgallo rascados e dolientes,
sedié mejor la cosa que metién ellos mientes.

Trobáronlo con alma alegre e sin danno,
non serié tan vicioso si yoguiesse en vanno;
dizié que so los piedes tenié un tal escanno,
non sintrié mal ninguno si colgasse un anno.

Quando lo entendieron los que lo enforcaron,
tovieron que el lazo falsso gelo dexaron;
fueron mal rependidos que no lo degollaron,
tanto gozarién d’esso quanto depués gozaron.

Fueron en un acuerdo toda essa mesnada,
que fueron engannados enna mala lazada,
mas que lo degollassen con foz o con espada;
por un ladrón non fuesse tal villa afontada.

Fueron por degollarlo los mancebos más livianos,
con buenos seraniles grandes e adïanos;
metió Sancta María entre medio las manos,
fincaron los gorgueros de la golliella sanos.

Quando esto vidieron que no’l podién nocir,
que la Madre gloriosa lo querié encobrir,
oviéronse con tanto del pleito a partir,
hasta que Dios quisiesse dexáronlo vevir.

Dexáronlo en paz que se fuesse su vía,
ca ellos non querién ir contra Sancta María,
mejoró en su vida, partióse de follía:
quando cumplió so corso murióse de su día.

Madre tan pïadosa, de tal benignidat,
que en buenos e en malos face su pïadat,
devemos bendicirla de toda voluntat:
los que la bendissieron ganaron grand rictat.

Las mannas de la Madre con las d’El que parió
semejan bien calannas qui bien las connoció;
Él por bonos e malos, por todos descendió,
Ella, si la rogaron, a todos acorrió.

EXPLICACIÓN:  Había un ladrón que robaba mucho y le prendieron,  el hurto en esa época estaba castigado con la muerte pues las penas eran duras.
Este ladrón era muy devoto de la Virgen ahorcándole a las afueras del pueblo en la picota y allí lo dejaron como era costumbre para enseñar al resto de los habitantes supieran a qué atenerse si cometían algún delito.
Ajusticiaron al ladrón,  pero como era muy devoto de la Virgen ella le puso las manos debajo de los pies para sostenerle, pues no iba abandonar a un hijo suyo muy devoto en ese trance, y cuando las autoridades pasando una semana fueron a descolgarle y la soga no le había ahorcado.
Las autoridades no entendían que había ocurrido y pensaron que habían hecho mal el nudo corredizo, decidiendo cortarle la cabeza, de modo que le pusieron en el tajo y el verdugo intentado con una espada, pero en el aire se frenaba y no conseguían llegar al cuello, entonces se preguntaban porque ocurría aquello, que no conseguían matarle y los del pueblo sabían que era muy devoto de la Virgen y comprendieron lo que ocurría y lo dejaron vivir y se fue a otro lugar convirtiéndose en honrado.

EL CLÉRIGO IGNORANTE

Era un simple clérigo, pobre de clerecía
dicié cutiano missa de la Sancta María;
non sabié decir otra, diciéla cada día,
más la sabié por uso que por sabiduría.

Fo est missacantano al bispo acusado,
que era idïota, mal clérigo provado;
«Salve Sancta Parens» sólo tenié usado,
non sabié otra missa el torpe embargado.

Fo durament movido el obispo a sanna,
dicié: «Nunqua de preste oí atal hazanna.»
Disso: «Diçit al fijo de la mala putanna
que venga ante mí, no lo pare por manna.»

Vino ante el obispo el preste peccador,
avié con el grand miedo perdida la color,
non podíe de vergüenza catar contra’l sennor,
nunqua fo el mesquino en tan mala sudor.

Díssoli el obispo: «Preste, dime la verdat,
si es tal como dizen la tu necïedat.»
Díssoli el buen omne, «Sennor, por caridat,
si disiesse que non, dizría falsedat».

Díssoli el obispo: «Quando non as cïencia
de cantar otra missa nin as sen nin potencia,
viédote que non cantes, métote en sentencia,
vivi como merezes por otra agudencia.»

Fo el preste su vía triste e dessarrado,
avié muy grand vergüenza, el danno muy granado;
tornó en la Gloriosa, ploroso e quesado,
que li diesse consejo ca era aterrado.

La madre pïadosa que nunqua falleció
a qui de corazón a piedes li cadió,
el ruego del su clérigo luego gelo udió:
no lo metió por plazo, luego li acorrió.

La Virgo glorïosa, madre sin dicïón,
apareció’l al obispo luego en visïon;
díxoli fuertes dichos, un brabiello sermón,
descubrióli en ello todo su corazón.

Díxoli brabamientre: «Don obispo lozano,
¿contra mí por qué fust tan fuert e tan villano?
Yo nunqua te tollí valía de un grano,
e tú ásme tollido a mí un capellano.

El que a mí cantava la missa cada día,
tú tovist que facié yerro de eresía;
judguéstilo por bestia e por cosa radía,
tollisteli la orden de la capellanía.

Si tú no li mandares decir la missa mía
como solié decirla, grand querella avría,
e tú serás finado hasta el trenteno día,
¡Desend verás qué vale la sanna de María!»

Fo con estas menazas el bispo espantado,
mandó envïar luego por el preste vedado;
rogó’l que’l perdonasse lo que avié errado,
ca fo él en su pleito durament engannado.

Mandólo que cantasse como solié cantar,
fuesse de la Gloriosa siervo del su altar;
si algo li menguasse en vestir o calzar,
él gelo mandarié del suyo mismo dar.

Tornó el omne bueno en su capellanía,
sirvió a la Gloriosa, madre Sancta María;
finó en su oficio de fin qual yo querría,
fue la alma a gloria a la dulz cofradría.

Non podriemos nos tanto escrivir nin rezar,
aun porque podiéssemos muchos annos durar,
que los diezmos miraclos podiéssemos contar,
los que por la Gloriosa denna Dios demostrar.

EXPLICACIÓN:

Era un pobre clérigo que no tenía ,muchas luces y solamente sabía decir un tipo de misa, la misa de la Virgen y fuese en tiempo  ordinario, de los Santos,  o Navidad, o Semana Santa él siempre decía la misma, la misa a la Virgen y la gente protestó y el obispo le dijo que estaba quitando la devoción y aburriendo a los feligreses que era un inútil y no sabía hacer nada por lo que estaba dando muy mala fama y afectando a todos así que se tenía que ir pues de clérigo no valía y el clérigo le dijo que él lo hacía con buena voluntad, que hacia lo mejor que podía opero el obispo le dijo que se fuera.
La Virgen se le apareció al obispo y le dijo que además de ser un buen capellán  que todos los días hacia una misa en su nombre y que no podía despedirle diciéndole  que volviera su capellán,  el obispo moriría en tres días y se iría al infierno entonces el obispo readmitió al clérigo por estar protegido por la Virgen siguió con sus misas y el obispo murió de viejo.

Gonzalo de Berceo también escribió otras cosas aunque ese su libro principal y servía para leerse en los seminarios al ser de lectura fácil, sin dar importancia a  la  retórica para que su lectura fuera sencilla y todos lo entendieran y lo aceptaran.
Berceo sobre todo escribió cosas de su entorno, también vidas de Santos que era el tipo de literatura de la Edad Media escribiendo sobre  San Millán de la Cogolla, Santo Domingo de Silos, y como cada día era un santo pues hacia octavas  nombrando el que tocaba como santa Oria, el martirio de San Lorenzo una obra muy literaria y que fue condenado a morir en una parrilla y las llamas no le quemaban pues le ayudaban los ángeles y dijo: “ vuélveme del otro lado que de este ya estoy tostado”.
Otro libro era sobre los signos que aparecerán antes del juicio final, grandes epidemias, inundaciones, terremotos, etc. y cuando eso ocurría la gente pensaba que llegaba el fin del mundo.


EL ARCIPRESTE DE HITA




En esa época si un hombre le gustaba una chica tenía que ir a hablar con su padre, pero si lo que quería era tener una aventura para hacerlo llegar a la doncella tenía que utilizar una alcahueta una figura castellana o una trotaconventos si estaban en los conventos ya que la vida de los conventos era muy disoluta así como la de los clérigos.

EL LIBRO DEL BUEN AMOR



En el libro del buen amor el Arcipreste describe sus andanzas y aventuras amorosas que están un poco exageras pues el Arcipreste era un fanfarrón, era una persona vitalista y muy dado a hablar del amor de Dios por eso titula así el libro sin embargo lo que escribe de amor en el libro no es nada religioso, es amor carnal.

El Arcipreste era un tipo con mucha retranca y él se defiende diciendo que él cuando escribe  habla de amor religioso pero que cuando se lee el libro no se ve el amor divino se ve amor puramente carnal sus aventuras, y lo llama el buen amor como se fuera un libro religioso.

El Arcipreste era muy retorcido y se excusa aduciendo que no se escandalicen pues todas las aventuras que relata estaban protagonizadas por el mismo y se vanagloriaba de sus andanzas amorosas por los conventos dando nombre y detalle de sus amoríos.

FRAGMENTO DEL LIBRO DEL BUEN AMOR






Un arcipreste tenía una cierta categoría eclesial aprovechándose de ella para sus escarceos con las mujeres y cuando era criticado por ello porque no estaba bien él decía que no le entendían y que  lo que hacía era enseñar que hay dos tipos de amor; el amor mundano que es el amor carnal y el amor divino de Dios.

Los otros clérigos le preguntaban porque solo hablaba del amor carnal él explicaba que lo que pretendía era poner ejemplos de amor carnal para que la gente al leer los rechace, no era lo que se interpretaba.

Los otros religiosos decían que se trataba de un repertorio de casos que inducían al lector a hacer lo mismo pues al Arcipreste se le daba muy fácil y lo querrían imitar, pero él decía que no se escandalizaran que lo escrito era justo para lo efecto contrario, la idea era decir a la gente lo que no tiene que hacer que es lo que les gustaba más pero,  los ejemplos se darían cuenta que eso no estaba bien.

Lo fácil era decir a la gente lo que no tenía que hacer y los castigos que se recibirían por desobedecer y lo más elegante era que todas las aventuras carnales saliesen bien y el lector las rechazaría.

El Arcipreste era el protagonista de las aventuras amorosas,  pero con el aducía que con el propósito de que no siguieran su ejemplo aunque se recreara en contar con detalle sus conquistas y apareciendo él como personaje, siendo  un libro autobiográfico.
Se trataba de enseñar al contrario, en lugar de decir lo que ha gente tenía que hacer era mejor decirle lo que no tenían que hacer y con los ejemplos del libro se darán cuenta que está mal y no seguirían sus pasos.

El arcipreste se recreaba contando sus conquistas como personaje del libro diciendo que era una falsa biografía e irónicamente lo tituló el libro del buen amor que debería ser muy bueno para los feligreses pero que a la vista de los casos que protagoniza el Arcipreste los rechacen y escojan el camino el bien del buen amor, que es el amor de Dios y no se cometieran esas tropelías, se trataba de ensañar lo contrario a lo que se tenía que hacer.
Es un libro desenfadado lleno de humor, divertido pues el sabía que las cosas amenas y divertidas calaban más en las gentes y se leían con más interés aunque se quedaban con lo agradable de las escenas protagonizadas pero la intención didáctica de la que quería convencer el Arcipreste no era real pero el se disculpaba con esa explicación.
“Por natura todo el mundo quiere estar con una pareja.

Yo os presento lo bueno y lo malo el amor y a vosotros os toca escoger lo mejor, y os doy las dos opciones”.

Pero su obra el amor de Dios no aparece por ninguna lago y si los amores carnales.

“Tened cuidado lo que parece no es, hay que ir al fondo de lo que yo digo y desacredito el loco amor y así os orientare hacia el buen amor”.
El Arcipreste tiene una trotaconventos para que le busque sus relaciones y en los conventos tenía su espacio de conquistas.

ILUSTRACIÓN DEL LIBRO DEL BUEN AMOR




Consejos de don Amor:

Condiciones que ha de tener la mujer para ser bella (coplas 429- 435)

Si leyeres a Ovidio que por mí fue educado,
hallarás en él cuentos que yo le hube mostrado,
y muy buenas maneras para el enamorado;
Pánfilo, cual Nasón, por mí fue amaestrado.

Si quieres amar dueñas o a cualquier mujer
muchas cosas tendrás primero que aprender
para que ella te quiera en amor acoger.
Primeramente, mira qué mujer escoger.

Busca mujer hermosa, atractiva y lozana,
que no sea muy alta pero tampoco enana;
si pudieras,  no quieras amar mujer villana,
pues de amor nada sabe, palurda y chabacana.

Busca mujer esbelta, de cabeza pequeña,
cabellos amarillo no teñidos de alheña;
las cejas apartadas, largas, altas, en peña;
ancheta de caderas, ésta es talla de dueña.

Ojos grandes, hermosos, expresivos, lucientes
 y con largas pestañas, bien claras y rientes;
las orejas pequeñas, delgadas; para mientes (fíjate)
si tiene el cuello alto, así gusta a las gentes.

La nariz afilada, los dientes menudillos,
iguales y muy blancos, un poco apartadillos,
las encías bermejas, los dientes agudillos,
los labios de su boca bermejos, angostillos.

La su boca pequeña, así, de buena guisa
su cara sea blanca, sin vello, clara y lisa,
conviene que la veas primero sin camisa
pues la forma del cuerpo te dirá: ¡esto aguisa!

Necesidad de una vieja mensajera y condiciones que ésta ha de tener (coplas 436-449)

Si le envías recados, sea tu embajadora
una parienta tuya; no sea servidora
de tu dama y así  no te será traidora:
todo aquel que mal casa, después su mal deplora.

Procura cuanto puedas que la tu mensajera
sea razonadora sutil y lisonjera,
sepa mentir con gracia y seguir la carrera
pues más hierve la olla  bajo la tapadera.

Si parienta no tienes, toma una de las viejas
que andan por las iglesias y saben de callejas;
con gran rosario al cuello saben muchas consejas,
con llanto de Moisés encantan las orejas.

Estas pavas ladinas son de gran eficacia,
plazas y callejuelas recorren con audacia,
a Dios alzan rosarios, gimiendo su desgracia;
¡ay! ¡las pícaras tratan el mal con perspicacia!

Toma vieja que tenga oficio de herbolera
que va de casa en casa sirviendo de partera
con polvos, con afeites y con su alcoholera
 mal de ojo hará a la moza, causará su ceguera.

Procura mensajera de esas negras pacatas
que tratan mucho a frailes, a monjas y beatas,
son grandes andariegas, merecen sus zapatas:
esas trotaconventos hacen muchas contratas.

Donde están tales viejas todo se ha de alegrar,
pocas mujeres pueden a su mano escapar;
para que no te mientan las debes halagar
pues tal encanto usan que  saben engañar.

De todas esas viejas escoge la mejor,
dile que no te mienta, trátala con amor,
que hasta la mala bestia vende el buen corredor
y mucha mala ropa cubre el buen cobertor.

Si dice que tu dama no tiene miembros grandes,
ni los brazos delgados, luego tú le demandes
si tienes pechos chicos; si dice sí, demandes
por su figura toda, y así seguro andes.

Si tiene los sobacos un poquillo mojados
y tiene chicas piernas y largos los costados,
ancheta de caderas, pies chicos, arqueados,
¡tal mujer no se encuentra en todos los mercados!

En la cama muy loca, en la casa muy cuerda;
no olvides tal mujer, su ventajas acuerda.
Esto que te aconsejo con Ovidio concuerda,
y para ello hace falta mensajera no lerda.

Hay tres cosas que tengo miedo de descubrir,
son faltas muy ocultas, de indiscreto decir:
de ellas, muy pocas mujeres pueden con bien salir,
cuando yo las mencione se echarán a reír.

Guárdate bien que no sea vellosa ni barbuda
¡el demonio se lleve a la pecosa velluda!
Si tiene mano chica, delgada o voz aguda,
a tal mujer el hombre de buen seso la muda.

Le harás una pregunta como última cuestión:
si tiene el genio alegre y ardiente el corazón;
si no duda, si pide de todo la razón
si al hombre dice sí, merece tu pasión.

Dueña –dijo la vieja- yo lo veo a menudo:
es muy ancho de cuerpo, piernas fuertes, membrudo,
cabeza no pequeña, velloso, pescozudo,

el cuello no muy largo, pelinegro, orejudo:
las cejas separadas, negras como el carbón,
es erguido su andar, tiene aires de pavón;
muy firmes son sus pasos, y en buena dirección.

Tiene nariz muy larga, le falta proporción.
Las encías rojas y la voz grave,
la boca no pequeña, labios regulares,
más gruesos que delgados, rojos como el coral;

las espaldas muy anchas, las muñecas igual.
Sus ojos son pequeños, tirando a morenazo;
pectorales muy fuertes, muy fornido su brazo,
las piernas son perfectas; el pie, chico pedazo.
Señora, no vi más; su amor va en este abrazo.